El chico que sobrevivió a la patera y se ahogó en un pantano
Un joven inmigrante muere nadando en un embalse prohibido al baño en Alicante
Había logrado sobrevivir a una travesía en patera hasta España, pero una imprudencia le ha costado la vida en un embalse de Alicante. El joven de 24 años falleció el pasado jueves ahogado mientras cruzaba a nado el pantano de Crevillent, en el que está prohibido el baño. Tras una intensa búsqueda que se prolongó hasta la madrugada, los buzos del Grupo Especialista en Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil recuperaron su cadáver este viernes a las 00.20 horas, a 6,5 metros de profundidad. Los amigos del chico, de nacionalidad marroquí, relataron que había llegado a España tras cruzar el Mediterráneo en patera, hace algo más de un año.
El fallecido había pasado el día en las inmediaciones del pantano junto a cuatro amigos, todos de edades similares y de origen magrebí. Poco después de comer, según declararon los testigos, decidieron cruzar a nado de una orilla a otra, a pesar de que el baño está prohibido. Cuatro de los amigos llegaron a la ribera opuesta y, al volver, se dieron cuenta de que su compañero había desaparecido. Lo buscaron sin ningún éxito, detalla el concejal de Policía de Crevillent, Josep Candela, debido, principalmente, a que la gran cantidad de tierra y sedimentos del embalse impiden una correcta visibilidad. “Se estaban bañando muy cerca de la entrada de agua del pantano”, precisa el edil, justo en el momento en que estaba llegando un aporte de caudal “con mucha potencia”.
Los amigos del muchacho llamaron a los servicios de emergencia. Candela explica que equipos de Policía Local, Guardia Civil y Bomberos se personaron en el paraje enseguida, pero tampoco encontrarin rastro del joven desaparecido. Se recurrió entonces a los especialistas de la Guardia Civil en tareas subacuáticas.
El cuerpo fue hallado por los submarinistas tras horas de búsqueda en medio de la oscuridad, a apenas unos metros del lugar donde los testigos afirmaban haberle perdido de vista. Los amigos relataron que casi toda la familia del fallecido continúa en Marruecos. El chico llevaba un tiempo en Crevillent, donde vive un primo suyo y se empadronó el pasado junio, según el Ayuntamiento.
El pantano de Crevillent regula el agua que llega del trasvase Tajo-Segura. Esta función, más el sedimento natural, lleno de tierra y vegetación, lo convierten en muy peligroso. “Apenas se ve el fondo, hay muchas corrientes y puedes engancharte con cualquier cosa”, comenta el concejal Josep Candela.
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