El 12-J anima al ala moderada del PP a reclamar a Casado un discurso de centro
El sector crítico descarta que Feijóo dé el salto a la política nacional pero presionará para que haya cambios y señala a Cayetana Álvarez de Toledo
El PP reúne este miércoles a su comité ejecutivo nacional para analizar los resultados electorales, que avivan el debate interno sobre la estrategia de Pablo Casado de descuidar el centro para recuperar al votante de Vox. Los barones sorayistas alaban la “moderación” de Feijóo y piden recuperar el discurso de centro en Euskadi. El sector crítico descarta que el gallego dé el salto a la política nacional, pero presionará para que haya cambios y señalan a Cayetana Álvarez de Toledo.
Los primeros mensajes de los barones del PP tras la jornada electoral fueron tan elocuentes como sus silencios. Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León, y Juan Manuel Moreno, de Andalucía — ambos apoyaron a Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias en lugar de a Casado— destacaron la victoria de “la moderación”. “Galicia gana con Feijóo. Su experiencia, equilibrio y moderación son el mejor aliado para afrontar con seguridad un futuro exigente”, declaró el andaluz. “Gana la centralidad, la experiencia y la eficacia en la gestión”, opinó Mañueco sobre el triunfo del presidente de la Xunta. “En el País Vasco tenemos que seguir trabajando para recuperar el voto centrado”, añadió, analizando el fracaso del candidato impuesto por Génova. El propio Feijóo atribuyó su victoria al discurso moderado e independiente.
Mientras, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, embajadora de la derecha “sin complejos” implantada por Casado, al contrario que sus compañeros, no felicitó al presidente gallego en redes sociales. Este lunes, durante un homenaje a Miguel Ángel Blanco, lamentó que “aquellos que pegaban tiros en la nuca por dejar de matar hoy obtengan lo que antes alcanzaban matando”. “Esto que ha pasado en el País Vasco se ha repetido en cierto modo en Cataluña”. “El resultado de los nacionalistas gallegos va en la misma dirección. Tienen los mismos aliados y tácticas muy parecidas. En cierto modo el resultado de las elecciones es dramático porque en cuatro años una comunidad como Galicia podría ser fagocitada por el nacionalismo, a pesar de la inmensa satisfacción que me producen los resultados de un compañero”, añadió, en alusión a Feijóo.
Esas dos almas del partido se reunirán este miércoles en el comité ejecutivo nacional y en un almuerzo posterior con Casado para analizar las elecciones. La necesidad de ocupar el centro y alejarse del discurso de Vox ha ocupado en varias ocasiones esos cónclaves que reúnen a todos los dirigentes del partido, especialmente el que sucedió a las primeras generales de Casado, cuando el PP bajó de 137 a 66 diputados (ahora tiene 89). El líder de los populares, que cumple este mes dos años al frente de la formación, ha renegado siempre de esas acusaciones de doble discurso asegurando que no son un partido de halcones y palomas y pidiendo a los suyos que no se dejen “engañar” por lo que considera una estratagema de la izquierda. Pero los resultados hablan y vuelven a cargar de argumentos al sector crítico.
Con un mensaje más centrista, el candidato gallego ha dejado a cero a Vox, y el vasco, apuesta personal de Casado, ha perdido cuatro escaños y ha cedido uno a la extrema derecha. Hace tiempo que el ala moderada del PP reclama un discurso más parecido al de Feijóo y menos al de Cayetana Álvarez de Toledo, portavoz de la formación en el Congreso. Fuentes del sector crítico descartan que Feijóo dé el salto a la política nacional —este lunes él insistió en que su compromiso es con Galicia—, pero creen que aumentará la presión para que haya cambios en el grupo parlamentario. “No puede haber una portavoz que no sintonice con los líderes autonómicos más fuertes y menos ahora, con Feijóo aún más fortalecido”, señala un exdirigente popular.
Álvarez de Toledo no participó en la campaña y ha hablado abiertamente tanto de sus diferencias con Feijóo —que criticó sus intervenciones en el Congreso— como de “los comentarios” sobre sus “aptitudes para el cargo”: “No me interesaron entonces, creo que no influyeron en mi nombramiento y no sé si ahora influirán en mi continuidad, pero creo que no”, declaró el pasado 2 de junio.
El argumentario del PP repetirá estos días que Feijóo y Casado son “un tándem”, “un equipo” y que los malos resultados en Euskadi tienen que ver con cualquier cosa — “Sánchez ha dado alas al nacionalismo”; “ha bajado la participación”— menos con ellos mismos. Fuentes del PP vasco confiaban en que el descalabro sirviera para que Génova se dé cuenta de que no pueden competir con el PNV con el discurso de Madrid, pero la dirección del partido advierte que piensa tutelar el proceso de “reconstrucción” en Euskadi con Iturgaiz al frente. Casado y Arrimadas hablaron la noche del domingo, tras el debut de su coalición en Euskadi. Pese a los malos resultados, Cs apoya explorar esa fórmula en Cataluña. La dirección del PP insiste en que es una inversión a largo plazo y cuenta con que los malos datos económicos de los próximos meses defiendan a Casado, también de la presión interna.
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