La nueva normalidad tumba la estabilidad en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife

Nueva marejada en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife tras poco más de un año de gestión socialista. La alcaldesa de la segunda ciudad de Canarias, Patricia Hernández, perderá el bastón de mando logrado en los comicios locales y autonómicos de 2019 si el 13 de julio prospera la moción de censura presentada este martes por Coalición Canaria (CC), el Partido Popular y Evelyn Alonso, una edil de Ciudadanos recién incorporada al Consistorio y que ya ha sido expulsada de la formación por saltarse la disciplina de partido. El presidente del grupo municipal de CC y exalcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, se perfila de nuevo como regidor.

El embrollo en el que se ha visto envuelto el Ayuntamiento es, no obstante, algo más complicado. Coalición Canaria fue la vencedora en las pasadas municipales, con 10 escaños, frente a los nueve del PSOE, los tres de Podemos-IUC-Equo y Partido Popular y los dos de Ciudadanos. Todo parecía indicar que CC y su candidato Bermúdez iban a revalidar mandato gracias al acuerdo con PP y Cs, cuya directiva, liderada por Albert Rivera, había vetado los acuerdos con socialistas y con Unidas Podemos.

Hernández, sin embargo, puso fin a fin a 40 años de gobiernos ininterrumpidos de CC en la capital gracias al pacto por sorpresa con los dos concejales de Ciudadanos, Matilde Zambudio y Juan Ramón Lazcano, quienes también se saltaron la disciplina de partido. Como Alonso, fueron expedientados y expulsados de la formación. Lazcano sería posteriormente readmitido.

La situación se repite un año después, pero en sentido inverso. Bermúdez asegura que esta moción de censura se debe a la “involución” y la “falta de estabilidad” en la ciudad. “No hay ninguna causa más que la intención de tapar la gestión llevada a cabo por el anterior equipo de Gobierno”, afirma por su parte Hernández. “Con cada día de gobierno nos encontrábamos con asuntos que no se habían tratado con la diligencia necesaria”, añade. La gestión de CC se ha visto salpicada de casos de corrupción como el caso Las Teresitas o, más recientemente, alrededor de la empresa mixta de aguas Emmasa.

La suerte de Hernández comenzó a cambiar durante el confinamiento. A mediados de abril, Juan Ramón Lazcano renunció a su acta por motivos personales. Su puesto lo ocupó Evelyn Alonso, la tercera en la lista. Apenas tres días después de tomar posesión, la concejala unió fuerzas públicamente con PP y CC para tumbar a Hernández. Este periódico ha tratado en repetidas ocasiones de ponerse en contacto con Alonso. Sin éxito. La portavoz nacional de Ciudadanos, Melisa Rodríguez, ha fundamentado la expulsión en que la edil “ha desobedecido las directrices de Cs “.

Aún queda otro capítulo: la tránsfuga ha desvelado este martes unos mensajes grabados que asegura haber recibido de la alcaldesa. En esas grabaciones se escucha a Hernández decir frases que la propia Alonso ha interpretado como amenazantes, tales como “tengo muchos papeles y esto va a ser un infierno” y “uno registra una moción de censura, pero luego tiene que ir a votarla y luego tiene que seguir viviendo en Santa Cruz. O ¿nos mudamos?”. Hernández explica que esta grabación es una manipulación de una conversación privada con un tercero que la grabó sin su consentimiento. “Es todo una cortina de humo para tapar su corrupción”.