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La falta de voluntarios lleva a Cataluña a los 500 nuevos policías con peores notas

Los sindicatos achacan que los agentes no pidan este destino al clima social provocado por el 'procés' y al coste de la vida en esa comunidad

La policía se protege del lanzamiento de objetos en una protesta por la sentencia del 'procés' en 2019.
La policía se protege del lanzamiento de objetos en una protesta por la sentencia del 'procés' en 2019.Mar Sifre

El Ministerio del Interior va a destinar a Cataluña casi una cuarta parte de los 3.176 policías nacionales recién salidos de la academia. La relación de destinos, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, recoge que de los 716 que deben incorporarse en las próximas semanas a las comisarías y puestos fronterizos de esta comunidad 496 se sitúan entre las 500 peores calificaciones. Por el contrario, entre el medio millar de alumnos con mejores notas —y que, por tanto, tenían preferencia para elegir destino— solo ocho han pedido ir a Cataluña.

La situación no es nueva. En años anteriores, Interior ya ha tenido que enviar a buena parte de los agentes recién salidos de la academia con peor nota a Cataluña, un destino que se evita por el clima social provocado por el procés y la carestía de la vida. Sin embargo, el problema se ha ido agravando porque los concursos que se convocan anualmente para cubrir cientos de vacantes en toda España con agentes veteranos provocan sistemáticamente una disminución de policías en esta comunidad al ser muy superior el número de los destinados en ella que piden ir a otras regiones que al revés. En el último, del pasado mayo, quedaron vacantes 613 plazas de las ofertadas para Cataluña.

Ello ha provocado que vuelva a ser este año la segunda comunidad a la que Interior envía más agentes novatos, solo por detrás de Madrid, que recibirá más del doble: 1.852. En Madrid, la plantilla policial es la más grande de España, con cerca de 15.000 agentes, ya que además del despliegue territorial necesario para garantizar la seguridad ciudadana de sus ciudades, concentra los servicios centrales del cuerpo. Sin embargo, en Cataluña, donde los Mossos d’Esquadra son policía integral y, por tanto, las funciones de la Policía Nacional son mínimas, el número de agentes era a comienzos de este año de 3.452, una quinta parte.

Los sindicatos policiales denuncian que Cataluña se ha convertido en un destino de paso en el que los agentes están los dos años obligatorios e, inmediatamente, piden el traslado. Los representantes de los agentes coinciden en señalar dos como los principales motivos de esta falta de arraigo. El que se arrastra desde hace más tiempo es el elevado coste de la vida en esta comunidad, que consideran que no se ve compensado con el complemento de territorialidad que reciben. Los policías que trabajan en la ciudad de Barcelona cobran un plus de 55 euros mensuales (algo menos en el resto de Cataluña). Esta cantidad es muy inferior a lo que cobra por el mismo concepto un agente destinado en Madrid (184 euros en la capital y 97 en el resto de la comunidad) o en el País Vasco y Navarra (682 euros).

El ‘procés’

Desde hace tres años, a este factor se suma la crispación política provocada por el procés independentista, que tuvo sus momentos culminantes en el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y en los graves altercados tras conocerse la sentencia contra los líderes soberanistas en 2019. “Esta situación afecta a la calidad de vida del policía, que opta por abandonar Cataluña para minimizar riesgos, tanto para su familia como para él mismo”, señala Adolfo Medina, portavoz del Sindicato Profesional de Policía (SPP).

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Pablo Pérez, de Justicia Policial (Jupol, el sindicato mayoritario), califica de “difícil” la situación de los agentes allí destinados. “Un plus económico y días adicionales de vacaciones, como en el País Vasco, ayudarían a que mucha gente pidiera Cataluña como destino”, opina. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) incide en esta idea y recalca que el esfuerzo económico que supondría pagar ese complemento salarial “está más que justificado”. “La estabilidad del propio Estado pasa por que se mantenga su presencia en Cataluña y, con ella, la de la Policía”, dice. El SUP ha pedido a Interior que construya en Cataluña residencias para alojar a los agentes.

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Sobre la firma

Óscar López-Fonseca
Redactor especializado en temas del Ministerio del Interior y Tribunales. En sus ratos libres escribe en El Viajero y en Gastro. Llegó a EL PAÍS en marzo de 2017 tras una trayectoria profesional de más de 30 años en Ya, OTR/Press, Época, El Confidencial, Público y Vozpópuli. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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