Marcos de Quinto abandona Ciudadanos por el acuerdo con el Gobierno sobre el estado de alarma
El diputado participará mañana en su último pleno del Congreso y votará a favor de la quinta prórroga
El viaje al centro que ha emprendido Inés Arrimadas en Ciudadanos le vuelve a costar una baja por el flanco derecho. El diputado Marcos de Quinto, uno de los diez parlamentarios del partido de Arrimadas en el Congreso, ha anunciado esta tarde que abandona la formación por sus discrepancias con el pacto que Cs ha alcanzado con el Ejecutivo de Pedro Sánchez. “Esta mañana he informado a Inés Arrimadas de mi intención de dejar el partido por diferencias con algunas decisiones (las cuales reconozco legítimas y democráticas). Deseo lo mejor a Ciudadanos, pues sigo creyendo que es un partido absolutamente necesario en nuestro país”, ha escrito en la red social Twitter, en referencia al acuerdo para el estado de alarma, que ya había anticipado que veía “innecesario” prorrogar. De Quinto participará mañana en el pleno del Congreso, votará a favor de la prórroga y después dejará su acta, según ha comunicado Ciudadanos.
El partido de Inés Arrimadas ha llegado a un acuerdo con el diputado para que, a pesar de su marcha, no frustre el pacto que la formación ha llegado con el Gobierno, y vote a favor de la prórroga en el pleno de mañana. “Ciudadanos acepta la decisión del diputado Marcos de Quinto de dejar el partido y su acta en el Congreso de los Diputados debido a sus diferencias con algunas decisiones tomadas por el partido. De Quinto participará mañana en su último pleno del Congreso y votará de acuerdo a la decisión que ha tomado el partido para las iniciativas previstas. Ciudadanos agradece a Marcos de Quinto su lealtad, su esfuerzo y su entrega durante todo este tiempo al proyecto y le desea lo mejor en su regreso a la sociedad civil de la que llegó con la intención de servir a los españoles", dice el comunicado del partido.
De Quinto ya había amagado con romper la disciplina de voto en la votación de la cuarta prórroga del estado de alarma, que no compartió, pero finalmente votó a favor. En el partido se especulaba desde entonces con su marcha y se había acumulado un creciente malestar con sus salidas de tono: en los últimos días había llamado “payaso” al vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, y se había referido a la renta mínima como “sueldo Nescafé". “La política es fondo y forma”, se quejaba un dirigente de Cs hace unos días tras esas declaraciones del diputado, que comprometían la nueva estrategia de moderación que ha imprimido Inés Arrimadas para Ciudadanos. En su regreso al centro, las bajas en Cs llegan por el flanco derecho: con el acuerdo para la cuarta prórroga del estado de alarma, el exportavoz parlamentario Juan Carlos Girauta, del ala más conservadora, anunció su baja de militancia.
El exvicepresidente de Coca- Cola fue el fichaje estrella de Albert Rivera para las elecciones generales de abril del año pasado. Rivera lo situó como su número dos en la lista por Madrid, y en la campaña lo nombraba en los actos como su potencial ministro de Economía si Ciudadanos llegaba al Gobierno. Con el mal resultado de noviembre, la dimisión de Rivera y el ascenso de Arrimadas al liderazgo del partido, la suerte del empresario en Ciudadanos cambió y dejó de ocupar un rol importante. Con Arrimadas salió del comité permanente del partido y en Cs crecían las voces que auguraban que el empresario, con un patrimonio de 47 millones de euros, no tardaría en marcharse. Tras su salida ocupará su acta el exdiputado Miguel Gutiérrez, ya que la exdiputada Patricia Reyes, quien le seguía en la lista, prefiere continuar trabajando en el Real Madrid.
Este martes, después de anunciar el pacto con el Ejecutivo de Pedro Sánchez, la dirección de Ciudadanos lanzó un aviso a De Quinto. “Todos los que hemos venido a este partido sabemos dónde estamos, sabemos lo que es un partido de centro, que da soluciones concretas, pragmáticas, moderadas, y esto es lo que hemos hecho, la utilidad de centro”, defendió Edmundo Bal, portavoz adjunto de Cs, al ser preguntado sobre si estaba seguro de que el diputado votaría también a favor. “Cualquiera que esté en este partido tiene que estar de acuerdo con estas condiciones, porque esto es el centro político”, remachó Bal. El mensaje para De Quinto era claro: o estaba de acuerdo, o debía marcharse. Así lo hizo.
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