La Guardia Civil alerta de la “alta posibilidad” de disturbios por la crisis económica de la covid-19
Un documento confidencial del Instituto armado advierte de altercados de “corte separatista”, “actos de sabotaje” y un incremento de la criminalidad los próximos meses
Un documento confidencial de la Guardia Civil, elaborado para reorganizar el dispositivo de seguridad durante el tiempo que dure la desescalada, alerta de que existe una “alta probabilidad” de que en los próximos meses se incremente la conflictividad social y esta provoque “de manera puntual” protestas y disturbios. En concreto, la Guardia Civil advierte sobre el riesgo de que haya “actos de sabotaje contra infraestructuras críticas o edificios vinculados a los partidos políticos” así como "alteraciones de orden público por motivaciones políticas o de corte separatista”. El informe, adelantado por El Periódico y al que ha tenido acceso EL PAÍS, desglosa a lo largo de 22 páginas y bajo el título Orden de Servicio 21/2020 Delta-Papa los diferentes escenarios para los que el instituto armado se prepara.
El documento policial ―fechado en mayo y firmado por el máximo responsable del mando de operaciones, el teniente general Fernando Santafé— también pone el foco como posible origen de futuros incidentes en los “afectados por ERTE o despidos” y en “sectores de producción o servicios que se puedan considerar perjudicados por el mantenimiento de las restricciones y limitaciones”. Además avisa que estos disturbios puedan surgir en “aquellas áreas geográficas que se consideren marginadas por la aplicación asimétrica de las medidas de desconfinamiento” y “en aquellas zonas más deprimidas económicamente”. Y recuerda que la actual crisis económica “repercutirá en los ciudadanos más desfavorecidos que podrían ver desatendidas sus necesidades básicas”. La Guardia Civil alerta de que las “protestas y alteraciones del orden público” también pueden generarse por “el incumplimiento de normas de conducta” y “las medidas de autoprotección”, así como por la prohibición de celebrar las fiestas patronales de las localidades o si “el Ejecutivo no autoriza desplazamientos en fines de semana o vacaciones”.
Para combatirlo todo ello, los expertos de la Guardia Civil plantean mantener “la observación de la actividad en redes sociales, foros etc” para detectar posibles convocatorias, así como prevenir el empleo de Internet “para la generación de episodios de desinformación (bulos), así como la apología del quebramiento de las normas”. Esta actividad de cibervigilancia provocó una tormenta política el pasado abril después de que el general de la Guardia Civil José Manuel Santiago afirmase durante una rueda de prensa que el instituto armado rastreaba la red para "evitar el estrés social que producen estos bulos, y por otro, minimizar el clima contrario a la gestión de crisis por parte del Gobierno”.
En este escenario de crisis, la Guardia Civil también previene ante un posible incremento de la criminalidad, después de que durante el confinamiento esta descendiera de manera brusca (cerca de un 73% menos de delitos denunciados durante las dos primeras semanas del estado de alarma). “No se puede descartar que se incrementen las cifras de delincuencia tanto habitual como organizada, debido a la necesidad de ingresos de los delincuentes”, señalan los autores, que advierten de que el aumento de la movilidad en las próximas semanas, según avancen las provincias en las distintas fases de la desescalada, ayude a “enmascarar los desplazamientos de los delincuentes”.
Por ello, augura que podrían aumentar los robos en vivienda, especialmente en segundas residencias, así como “en establecimientos comerciales e instalaciones agrícolas o ganaderas”. También un aumento de los delitos de violencia de género y aquellos que sufren colectivos vulnerables como menores y ancianos. Respecto a la ciberdelincuencia, que se ha mantenido en cifras elevadas durante el confinamiento, apunta que se mantendrá en “unos niveles altos”, sobre todo las estafas.
En el ámbito del terrorismo, apunta que “hasta el momento no se conoce ninguna amenaza concreta”, pero insiste en que no hay que desdeñar “que la intención y capacidad del terrorismo yihadista en Europa se mantiene elevada y que cualquier acción que pudieran cometer en las circunstancias actuales podría causar una importante alarma social". En las últimas semanas, las Fuerzas de Seguridad han detenido a varios presuntos yihadistas. Uno de ellos, arrestado en Barcelona el pasado 8 de mayo, fue detectado saltándose el confinamiento para buscar posibles objetivos para perpetrar un atentado.
El informe forma parte de los documentos que las diferentes Fuerzas de Seguridad del Estado están elaborando a petición del Ministerio del Interior para elaborar un plan conjunto de actuación para los próximos meses, tanto mientras este en vigor el estado de alarma como en los meses posteriores. Los responsables de la Guardia Civil destacan que la población en general ha aceptado “las restricciones impuestas, siendo probable que esta sea la tónica que se siga a lo largo de todo el proceso hacia la nueva normalidad”, pero contemplan que la desescalada puede alargarse “varios meses” y se produzca una vuelta atrás si hay nuevos contagios e, incluso, hay “rebrotes de la enfermedad con la llegada del invierno”.
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