Malestar entre los diplomáticos por el bloqueo en la adjudicación de puestos clave

Los diplomáticos, principales ejecutores de la política exterior del Estado, están molestos por la parálisis que vive el ministerio en la designación de puestos clave. Las asociaciones más representativas de este colectivo se han dirigido a la ministra Arancha González Laya para reclamarle celeridad en los nombramientos que dependen directamente de ella para poder desbloquear el resto. Más de un centenar de puestos en misiones exteriores —además de la Subsecretaría del ministerio, de la que depende todo el servicio exterior— están a la espera. Exteriores argumenta que la excepcionalidad impuesta por el coronavirus ha impedido hasta ahora resolver estos asuntos y augura una solución en los próximos días.

Los encargados directos de la representación exterior de España han unido fuerzas para agilizar unas decisiones congeladas desde principios de año. A mediados de febrero, el Boletín Oficial del Estado publicó 118 puestos en embajadas y consulados que debían renovarse. La adjudicación de esas plazas altera otras, por lo que ese movimiento agita a una parte importante del cuerpo diplomático, compuesto por un millar de funcionarios, y a las familias que se desplazan con los designados.

La emergencia del coronavirus estalló en pleno proceso de decisión y ha dilatado un procedimiento que, en circunstancias normales, debería estar ya bastante avanzado. Aunque el grueso se resuelve con criterios técnicos, hay un paso político primordial para iniciarlo. Se trata de los llamados puestos de asterisco, los que decide directamente la ministra por su especial sensibilidad. En el caso de esta lista de 118, son cuatro: Segunda Jefatura en Washington, Cónsul General en La Habana, Segunda Jefatura en La Habana y Segunda Jefatura en Caracas. Una vez despejados, la Junta de la Carrera Diplomática, que evalúa las peticiones y asesora al ministerio en esta materia, propone el resto en función de baremos como la antigüedad.

Todos esos profesionales deberían estar incorporados a sus nuevos destinos el próximo 1 de agosto, aunque la fecha dependerá de que se vayan levantando las restricciones a la movilidad derivadas de la pandemia. Las organizaciones que han enviado cartas a la ministra (la Asociación de Diplomáticos Españoles, que agrupa al 64% de la carrera, la Asociación de Mujeres Diplomáticas Españolas, el sindicato UGT, Fedeca, que representa a los cuerpos superiores de la Administración del Estado, y la Junta de la Carrera) argumentan que este freno “afecta a muchas personas y a la prestación del servicio”, según los escritos avanzados por la publicación The Diplomat.

Fuentes de Exteriores admiten la demora, pero la atribuyen a que durante este periodo excepcional el ministerio solo ha gestionado asuntos esenciales. “No tiene sentido resolver cuestiones propias de la normalidad en una situación de emergencia. Parecía una frivolidad hacerlo. Ahora, con la desescalada, será el momento”, aseguran las fuentes consultadas, que vaticinan que la ministra despejará esos cuatro puestos sensibles en los próximos días y que a partir de ahí se empezará a adjudicar el resto.

Más allá de los puestos diplomáticos, está por renovar la Subsecretaría del ministerio, de la que depende precisamente el cuerpo diplomático y que sigue a cargo de Ángeles Moreno, nombrada secretaria de Estado de Cooperación cuando González Laya accedió al puesto. También la dirección de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

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