La justicia fija la salida de prisión del coautor de la matanza de Atocha para el próximo 19 de noviembre

Carlos García Juliá, coautor de la matanza de los abogados de Atocha, ya echa cuentas para salir de prisión. Tras ingresar en Soto del Real (Madrid) el pasado 7 de febrero después de permanecer huido de la justicia española durante 25 años, la Audiencia Provincial de Ciudad Real ha recalculado el tiempo que le queda entre rejas y ha fijado el próximo 19 de noviembre de 2020 como la fecha para que abandone la cárcel, según confirman fuentes del órgano judicial. Cuando aterrizó hace tres meses en Barajas aún tenía pendientes más de 10 años (3.854 días) de los 193 años a los que fue condenado, aunque en ese cómputo no se incluían los beneficios que podría haber consolidado antes de fugarse. Y, de hecho, Prisiones tenía prevista su salida para enero de 2022, según explican fuentes penitenciarias.

Pero ese periodo estimado inicialmente se acortará ahora de forma definitiva si se declara firme la decisión provisional adoptada este jueves por el letrado de la Administración de Justicia de la Audiencia Provincial. Según explican fuentes jurídicas, la Fiscalía aún puede presentar un recurso contra ella —que entonces deberá estudiar un tribunal—. El Ministerio Público, que ya está estudiando el caso, tiene tres días para enviar sus alegaciones, aunque ese tiempo no empezará a contar hasta que finalice la suspensión de plazos aprobada por el estado de alarma.

El abogado de García Juliá, Ignacio Menéndez González Palenzuela, explica cómo cambió de estrategia procesal. Decidió trasladar el debate al órgano judicial de Ciudad Real, evitando así la Audiencia Nacional, que fue la instancia que lo condenó en 1980 y que reclamó su extradición a Brasil después de que fuese localizado y detenido en diciembre de 2018 en São Paulo. “Creía que en las resoluciones de la Audiencia Nacional pesaría más la política”, argumenta el letrado. Según explican fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, la defensa del asesino tenía esta posibilidad porque la última sentencia penal que consta contra él fue dictada, precisamente, por esta Audiencia Provincial.

Pero, ¿cuáles han sido las razones para rebajar la condena que le queda por cumplir a García Juliá? Según avanzó La Sexta, consta en la resolución provisional del letrado de la Administración de Justicia y detalla el abogado, se ha beneficiado de las rebajas por trabajos y estudios que había consolidado antes de convertirse en prófugo. También de los 429 días que pasó encarcelado en Brasil a la espera de que fuera entregado a España. Y se ha contabilizado, a su vez, el periodo de casi cinco años que permaneció activo su permiso de libertad condicional, entre 1991 y 1996, antes de huir de la justicia. Aunque realmente se le había perdido la pista en 1994, cuando se esfumó en Paraguay, adonde se trasladó con permiso del juez.

Antes del 20-N

García Juliá —habitual de los actos de Blas Piñar, antiguo líder de Fuerza Nueva— irrumpió en la noche del 24 de enero de 1977 en el despacho laboralista de Atocha, vinculado a Comisiones Obreras (CC OO). Iba con dos compañeros, José Fernández Cerrá y Fernando Lerdo de Tejada. Mataron a tiros a los abogados Enrique Valdevira, Luis Javier Benavides y Francisco Javier Sauquillo; al estudiante de derecho Serafín Holgado; y al administrativo Ángel Rodríguez Leal. Otras cuatro personas sufrieron gravísimas heridas: Alejandro Ruiz-Huerta, Luis Ramos, Miguel Sarabia y María Dolores González.

La Audiencia Nacional condenó a 193 años de cárcel a los dos primeros. Lerdo de Tejada logró escapar en 1979 a Latinoamérica, aprovechando un permiso penitenciario, y su delito prescribió en 1997. Hoy podría pasearse libremente por España, según fuentes jurídicas. A partir del 19 de noviembre, si no se recurre la decisión de la Audiencia Provincial, también podrá hacerlo García Juliá. Saldrá justo un día antes del 20-N.