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El Ejército suspende un acto protocolario con 200 militares en pleno confinamiento

La Agrupación Logística de Zaragoza planeaba celebrar con una parada su 33 aniversario

Dos militares del Ejérciro de Tierra proceden a descontaminarse tras desinfectar un centro de mayores en Vigo (Pontevedra).
Dos militares del Ejérciro de Tierra proceden a descontaminarse tras desinfectar un centro de mayores en Vigo (Pontevedra).OSCAR CORRAL (EL PAÍS)
Miguel González

El Ejército de Tierra ha suspendido un acto protocolario con participación de al menos 200 militares que la Agrupación de Apoyo Logístico número 41 planeaba celebrar en pleno confinamiento y que había causado malestar entre los afectados y críticas de asociaciones profesionales. Se trataba de la conmemoración del Día de la Unidad, que estaba programada para el próximo día 13 en la base San Jorge, en Zaragoza.

Aunque el Ejército ha paralizado ejercicios y maniobras para volcarse en la Operación Balmis, de lucha contra la pandemia, algunas unidades siguen celebrando actos protocolarios, aunque no tan masivos. La ceremonia, según el programa al que ha tenido acceso EL PAÍS, estaba previsto que se prolongara toda la mañana, con un ensayo previo, e incluiría honores, revista a las tropas, lectura de efemérides, felicitaciones y condecoraciones, entrega de un premio, alocución del coronel jefe de la unidad y homenaje a los caídos.

El acto se preparó tras la declaración del estado de alarma, por lo que se programó en formato “reducido” y con la indicación que se respetase una distancia de dos a tres metros tanto para el personal en formación como en los acotados para el público. Pese a ello, no se podían usar mascarillas ni guantes, pues los militares debían llevar “uniformidad de instrucción" y cantar el himno de la Brigada Logística, entre otros.

Al acto debían asistir todos los militares que no estuvieran de servicio, con un máximo de 45 mandos y otros 45 soldados; así como los participantes en el desfile: tres pelotones de 21 efectivos cada uno, además de Escuadra de Gastadores, Banda, Cornetín, Guiones y Banderines.

La convocatoria causó malestar entre los afectados, no solo por el riesgo de contagio que entrañaba, sino también por el plus de trabajo en un momento en que la lucha contra el coronovaris debe absorber todas las energías. La propia agrupación AALOG 41 se ha ocupado de la instalación y mantenimiento de un centro de acogida para personas sin hogar en La Fira de Barcelona, así como la fabricación en sus bases de San Jorge (Zaragoza) y Santa Eulalia (Sant Boi de Llobregat, Barcelona), de mascarillas (400 diarias), pantallas protectoras (15 días), limpiador de pantallas y gel hidroalcoholico.

Para Jorge Bravo, secretario de Organización de la AUME (Asociación Unificada de Militares Españoles), se trataba de “un desafío a la seguridad de las personas y a la propia operatividad de la unidad, poniendo en grave riesgo ambas”; además de “una carga de trabajo añadida para los militares y para las unidades que ya están participando en tareas de apoyo a la población”. En su opinión, “la seguridad de los militares y de sus familias han de estar por encima de actos protocolarios”.

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Un portavoz del Ejército de Tierra reconoció a EL PAÍS que el acto estaba programado, pero aseguró que se había decidido suspenderlo. Ayer, la noticia de la suspensión no era conocida aún por los afectados.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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