Budapest en solo cinco días

A orillas del majestuoso río Danubio, Budapest se erige como una de las ciudades más bellas y fascinantes de Europa. Formada por la unión de Buda y Pest en 1873, esta capital ofrece un exquisito equilibrio entre su herencia histórica y una vibrante modernidad. Conocida como la Perla del Danubio, Budapest no solo encanta por su arquitectura monumental y sus legendarios baños termales, sino también por las historias y leyendas que se esconden tras sus calles adoquinadas y su energía cultural.

Por todo ello, desde Escaparate Viajes hemos querido proponerte un itinerario de cinco días para explorar cómodamente esta ciudad, y a la vez te sugerimos hoteles de calidad, bien ubicados y a muy buen precio donde poder descansar de las emociones de cada día.

Día 1: Puente de las Cadenas, el Bastión de los Pescadores y el Castillo de Buda

Comienza tu aventura cruzando el icónico Puente de las Cadenas, el primero que unía Buda y Pest: al caminar por él, es imposible no imaginar cómo debió ser la vida en el siglo XIX, cuando este puente representaba la modernidad y la unión entre dos mundos. A continuación, acércate hasta el Castillo de Buda, residencia histórica de los reyes húngaros. Esta joya arquitectónica, que ha sido testigo de invasiones y reconstrucciones a lo largo de los siglos, alberga actualmente la Galería Nacional de Hungría y el Museo de Historia de Budapest. No olvides perderte por sus jardines y disfrutar de la espectacular vista panorámica de la ciudad.

A pocos pasos, el Bastión de los Pescadores te espera con sus torres blancas de cuento de hadas. Este lugar debe su nombre a los pescadores que defendían esta sección de la muralla en tiempos medievales. Cuenta la leyenda que un pez gigante, atrapado en las redes de estos hombres, les advirtió de una inminente inundación, salvando a la ciudad de un desastre.

Una buena opción para alojarte durante tu visita a Budapest es, sin duda, el Áurea Ana Palace, un hotel de cinco estrellas que sin embargo está disponible a muy buen precio gracias a sus promociones de inicios de año, y que se encuentra a solo 11 minutos a pie del Puente de las Cadenas. O, si prefieres una opción más económica, puedes reservar tu habitación en el Park Plaza Budapest (cuatro estrellas), también céntrico.

Día 2: Parlamento, Basílica de San Esteban y un paseo en barco por el Danubio

El Parlamento de Budapest es uno de los edificios más reconocibles del mundo, con su fachada neogótica reflejándose en las aguas del Danubio. Reserva una visita guiada para maravillarte con su interior, donde se guarda la Santa Corona de Hungría, un símbolo de la unidad nacional.

De ahí, dirígete a la Basílica de San Esteban, el edificio religioso más grande de Hungría. Sube a su cúpula para disfrutar de una vista espectacular de Budapest y, si has tenido la suerte de que tu visita coincida con alguno de los conciertos de órgano que se realizan en su interior, asegúrate una entrada; no te arrepentirás.

Por la tarde, imprescindible realizar un paseo en barco por el Danubio. Durante el recorrido, podrás admirar el perfil de la ciudad iluminada, con monumentos como los puentes de Isabel y de la Libertad brillando bajo el cielo nocturno. Algunos cruceros ofrecen cenas a bordo, permitiéndote degustar la gastronomía local mientras disfrutas de las vistas. Y, a la hora de dormir, otra opción muy económica es el hotel Vagabond Downtown.

Día 3: Baños termales y el Mercado Central

Budapest es conocida por sus baños termales, así que dedica el tercer día a relajarte. Los baños Széchenyi, con sus piscinas al aire libre y saunas, son los más famosos, aunque si prefieres algo más íntimo, también puedes probar los baños Gellért, conocidos por su arquitectura Art Nouveau.

Recuperado el cuerpo y el alma, dedica la tarde a explorar el Mercado Central. Este edificio histórico es un festín para los sentidos: el olor a embutidos, quesos, frutas y el icónico paprika (pimentón) llenan los puestos. De paso, prueba un lángos, una especie de pan frito que puedes cubrir con queso, crema ácida o ajo. ¿Otra opción para alojarte? Echa un vistazo al Charm Hotel Budapest, que acumula una valoración de 8,7 en Booking.

Día 4: Barrio judío y la gastronomía local

El cuarto día te lleva al barrio judío, una zona llena de historia y cultura. Visita la Gran Sinagoga, la segunda más grande del mundo, y el conmovedor Memorial del Holocausto, donde en cada una de las hojas del Sauce Llorón se puede leer el nombre de uno de los 60.000 judíos húngaros que murieron en el holocausto.

Tras empaparte de historia, explora los ruin pubs, bares creados en edificios abandonados que se han convertido en un icono de la vida nocturna de Budapest. Szimpla Kert es el más famoso y un excelente lugar para probar el pálinka, un aguardiente húngaro.

Tampoco puedes marcharte sin degustar un goulash tradicional, un guiso de carne y verduras especiado con paprika, o unos dulces como el kurtőskalács (pastel de chimenea), que podrás encontrar en los puestos callejeros, antes de dirigirte de vuelta a tu hotel. Otra sugerencia de bajo coste y verdaderamente especial es el Bohem Art Hotel.

Día 5: Parque de la Ciudad y la Plaza de los Héroes

Dedica el último día a explorar el Parque de la Ciudad, un oasis verde ideal para un paseo relajado. En él se encuentra el Castillo Vajdahunyad, un lugar de cuento que combina diferentes estilos arquitectónicos. Según una leyenda, un caballero que habitaba este castillo vendió su alma al diablo para conservar su fortuna, y su sombra aún se aparece en las noches de luna llena.

Antes de despedirte de Budapest, no te olvides de visitar la Plaza de los Héroes, donde están representados los fundadores de Hungría: un lugar ideal para reflexionar sobre todo lo vivido en tu visita a esta ciudad única y pensar, cómo no, en el siguiente destino. Una última sugerencia de alojamiento puede ser el Roombach Hotel, con buenos precios y desayuno incluido.