Polenta: qué es, cómo se usa y dónde comprarla
De origen italiano, este tradicional plato de sémola de maíz es tan versátil como saludable. Descubre todos sus secretos y aprende las mejores maneras de incorporarla a tu dieta
La polenta, ese humilde y reconfortante plato hecho de sémola de maíz que ha sido, durante siglos, parte integral de la dieta italiana, está experimentando un auténtico renacimiento internacional. Su origen, en la Grecia clásica y el Imperio Romano, le otorga una mística especial, mientras que hoy trasciende fronteras para convertirse en un lienzo versátil de sabores y platos creativos. Aquí exploraremos qué es exactamente la polenta, cómo se elabora y qué deliciosas recetas puedes preparar, incluida una original base de pizza.
¿Qué usos tiene la polenta?
La polenta es similar en textura al puré de papas o al couscous, pero con un distintivo sabor a maíz que le confiere una personalidad única. Tradicionalmente, la polenta se servía como acompañamiento para platos de carne, aves o pescado, pero en la actualidad se ha reinventado de diversas maneras para adaptarse a los gustos contemporáneos.
No dejes que sus orígenes clásicos te confundan, porque su alta dignidad radica más en la importancia que tuvo para alimentar a los trabajadores y campesinos de regiones como Lombardía, Véneto y Friuli-Venecia Julia, en el norte de Italia, para los que este plato se convirtió en un alimento básico. Tiene, además, numerosos beneficios para la salud: no solo es rica en fibra y baja en calorías, sino que también es fuente de vitamina A, vitaminas del grupo B, minerales y antioxidantes.
Aunque la más consumida es la polenta amarilla (de maíz), también existen otros tipos, como la polenta blanca (que se prepara con harinas como la de castaña o con una variedad específica de maíz) y la polenta oscura (con alforfón o trigo sarraceno, solo o mezclado con maíz).
Dónde comprar polenta
Hoy en día se puede encontrar en la mayoría de supermercados e hipermercados, pero desde Escaparate Gastro hemos querido sugerirte varias opciones para que la compres cómodamente sin tener que salir de casa.
Polenta instantánea integral La Finestra Sul Cielo, 500g
Polenta instantánea Doña Petrona, 500 gramos
Polenta sin gluten Pronta, lista para usar (pack de 6)
Polenta de maíz Mimasa, 500 gramos
Cómo preparar polenta
Preparar polenta es un proceso sencillo con unos pequeños trucos, ya que requiere paciencia y atención para lograr la textura perfecta. Los ingredientes básicos son sémola de maíz, agua y sal, aunque se pueden personalizar con otros sabores como queso, hierbas o especias, según tus gustos. Para prepararla, solo necesitarás una cazuela grande y una cuchara de madera para dar vueltas.
Este es el proceso, paso a paso:
- Hierve agua en una cacerola grande y agrega sal al gusto.
- Vierte poco a poco la sémola de maíz en el agua hirviendo. Remueve constantemente para evitar que se formen grumos.
- Baja el fuego y continúa cocinando la polenta, revolviendo ocasionalmente, hasta que espese y se desprenda de los lados de la cacerola. Esto puede llevar de 30 a 45 minutos.
Retira la polenta del fuego y sirve caliente, como guarnición, o extiéndela en una bandeja de horno para que se enfríe y solidifique antes de emplearla en recetas posteriores. Una posibilidad, por ejemplo, es hacerla frita: una vez fría, se corta en trozos que se fríen en aceite caliente (a unos 180 grados), durante tres minutos por cada lado o hasta que estén dorados y crujientes. Asegúrate de no sobrecargar la sartén, escurre el exceso de aceite y sírvelos calientes.
Recetas con polenta
¡Tu imaginación manda! Desde carnes a verduras e incluso pizza, la polenta puede servirte para platos de todo tipo. Aquí tienes algunas sugerencias:
Polenta con ragú de carne: sirve la polenta caliente con un abundante ragú de carne de res o cerdo, cocido lentamente en salsa de tomate y vino tinto.
Polenta asada con verduras: extiende la polenta enfriada en una bandeja para hornear y ásala hasta que esté dorada y crujiente. Sirve con verduras asadas como pimientos, calabacines y champiñones.
Bolas de polenta rellenas de queso: forma pequeñas bolas con la polenta cocida y rellénalas con queso mozzarella. Fríelas hasta que estén doradas y crujientes por fuera, con un corazón de queso derretido.
Base de pizza de polenta: en lugar de utilizar una masa de pizza tradicional, extiende la polenta cocida en una bandeja para hornear, agregando encima salsa de tomate, mozzarella y tus ingredientes favoritos: pepperoni, pollo, verduras... Hornea hasta que la polenta esté dorada y los toppings estén bien hechos.
*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 1 de marzo de 2024.
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