Vestir el intelecto
Si regalar un libro parece un riesgo, mejor un jersey a juego con la biblioteca.
No siempre resulta fácil regalar al amante de la cultura. Si están muy claros sus gustos, es muy posible que ya tenga todas las novelas negras de última hornada o las entradas a los conciertos más esperados de 2023. Según una encuesta del INE hecha entre marzo de 2021 y febrero de 2022, el 85,7% de los españoles declaran haber escuchado música en ese tiempo, el 77,7% han visto películas o series y el 61,7% han leído algún libro. El 25,5% visitaron una exposición en algún museo o una galería, y el 19,9% asistieron a algún espectáculo en directo. Como no queremos ser la persona que se equivocó y regaló al melómano ese disco apaleado por la crítica ni esa novela que es la más floja de aquel autor sueco, podemos utilizar una maniobra envolvente y optar por una vela para aromatizar ese tiempo de lectura, unas gafas de ver o, incluso, prendas y accesorios que en el imaginario popular se asocian a los ávidos consumidores de cultura y que ellos, como se lo gastan todo en libros y discos, no consideran prioridad.