El refugio campestre de dos arquitectos en el valle de Arán
Una casa y una cabaña. Un jardín y vistas. Colores claros y madera. Y el sabor de la arquitectura y los materiales locales. Los arquitectos Carla Navas y Víctor Molina han creado en el valle de Aran un refugio donde desconectar de la vorágine cotidiana.
El espacio común de la planta baja tiene como eje una gran chimenea abierta de obra.Raúl CandalesEl espacio abierto de la cocina. Las lámparas de suspensión son el modelo Switch, diseño de Klijn & Klijn para Serax.Raúl CandalesEl interior de la cabaña anexa se ha revestido en madera de pino. La cama, diseño de los arquitectos, también está hecha en madera de pino. La ropa de cama es de Teixidors.Raúl CandalesTaburete comprado en los mercados de antigüedades de Montpellier. Sobre el taburete, tetera de cerámica diseño de Época Ceramic, vaso de cerámica de Leticia Feduchi.Raúl CandalesLas cerámicas, junto con la textura de las mesas, evocan un lenguaje de otra época. La tetera y el bol son diseños de los artesanos Época Ceramic. El plato de cerámica es realizado por la artista Leticia Feduchi. La mesa de comedor y las sillas se han comprado en rastros de Aviñón. Raúl CandalesEn el baño destacan las griferías de tubo de cobre.Raúl CandalesLas literas con cajones de la habitación infantil son un diseño de los arquitectos, están realizadas por un carpintero local en madera de pino macizo listonado pintado de blanco.Raúl Candales (EL PAÍS)El abrevadero sirve a la vez como zona para refrescarse en verano y como bebedero para las reses que pastan en el campo.Raúl CandalesLos arquitectos Carla Navas y Víctor Molina, del estudio WIT, junto a sus hijos.Raúl CandalesJunto a la vivienda central se ha construido una cabaña que alberga una habitación de invitados y un baño.Raúl Candales