Por la Carretera Austral: bosques, lagos y glaciares en la ruta más bella y salvaje de la Patagonia chilena
También conocida como la Ruta 7, este es uno de los territorios más complejos del planeta. Aquí van unas claves prácticas para animarse a recorrer sus 1.240 kilómetros
Pusimos a un hombre en la Luna hace 54 años. Sin embargo, todavía quedan en el planeta Tierra lugares inaccesibles para el ser humano. En eso pienso mientras conduzco los últimos kilómetros de una carretera de tierra rodeada de enormes montañas nevadas, bosques de lenguas y glaciares por uno de los territorios más bellos, salvajes y complejos de la superficie del globo: la Patagonia chilena. Llevo varios días y varios cientos de kilómetros conduciendo, siempre hacia el sur, por esta estrecha pista de tierra y sé que dentro de muy poco, cuando llegue a Villa O’Higgins, la carretera acabará porque el envoltorio salvaje se convierte en más salvaje aún. El Campo de Hielo Sur impide toda posibilidad de progresión a partir de ese punto. Sería más fácil llegar a la Luna.
Desde que Chile consiguió su independencia, una de las prioridades de todos sus gobiernos fue facilitar el acceso a ese remoto extremo patagónico para consolidar la soberanía del país. Pero chocaron siempre contra la misma y cruda realidad: la brutalidad de un territorio donde se sucedían ríos, lagos, montañas y glaciares con unos inviernos durísimos, lo que sobrepasaba a los medios técnicos y el presupuesto de cualquier ministerio.
En los años cincuenta del siglo pasado se hicieron los primeros estudios para construir una carretera que uniese el centro del país con las regiones de la Patagonia: Los Lagos, Aysén y Magallanes y de la Antártica Chilena, a las que entonces solo se podía llegar en barco, en avioneta o por tierra entrando desde Argentina. Pero no fue hasta 1976, durante la dictadura de Pinochet, cuando se pudieron empezar por fin los trabajos. En poco más de 13 años, y bajo la dirección técnica del Ejército chileno, que uso más de 10.000 soldados, y la colaboración de contratistas externos, se logró el mayor hito de la ingeniería civil chilena del siglo XX: la Ruta 7, más conocida como Carretera Austral.
Esta es una de las travesías más bellas y más fotogénicas que se puede hacer hoy en Sudamérica. Acabo de estar allí y estas son las claves prácticas que debes saber si quieres repetir la experiencia.
De dónde a dónde va la Carretera Austral
El kilómetro cero de la Carretera Austral está en Puerto Montt, la capital de la región de Los Lagos. Y el final, en Villa O’Higgins, en el extremo sur de la región de Aysén, donde la complejidad de la orografía hace infundada cualquier posibilidad de seguir los trabajos hacia la región de Magallanes y de la Antártica Chilena. En total son 1.240 kilómetros, aunque en años posteriores se fueron añadiendo algunos ramales laterales que casi han duplicado esta distancia. Pero no son continuos; la carretera se ve obstaculizada en muchos puntos por la presencia de lagos y ríos que hay que salvar en transbordadores. Por ejemplo, en la primera parte, entre Puerto Montt y Chaitén, hay tres interrupciones que se salvan con ferris. El tramo final, entre Puerto Yungay y Villa O’Higgins, también requiere de un trasbordador para salvar el río Bravo. Esto obliga a adaptarse a los horarios de esos ferris, que en general funcionan a diario.
¿Está asfaltada? ¿Cómo puedo hacer la Carretera Austral?
La Carretera Austral está asfaltada solo en su primera mitad, desde Puerto Montt hasta 18 kilómetros al sur de Cerro Castillo (kilómetro 720). Desde ahí hasta el final, la carretera es de tierra o de ripio, como se dice en Chile. Pero, en general, está muy bien compactada y se puede circular sin problemas a una media de 70 kilómetros por hora en la mayoría de los tramos.
El trayecto se puede hacer de muchas maneras: alquilando un coche 4x4 para recorrerla a tu aire; en moto; en autocaravana; en bicicleta, por supuesto; e incluso en transporte público, porque hay un servicio de autobuses entre las diversas poblaciones, no es muy frecuente, pero suficiente para recorrerla en su totalidad, siempre que uno no lleve mucha prisa.
La siempre complicada logística
Si alquilas un vehículo en el inicio, Puerto Montt, ya sea un vehículo 4x4 o una autocaravana, y quieres hacer la ruta completa hasta Villa O’Higgins te enfrentas al problema de que habrás de desandar los mismos kilómetros porque no puedes dejar el vehículo en el destino. Esto siempre genera problemas de logística si tu interés es hacer la ruta entera y con un coche alquilado. Cosa que no ocurre si lo haces en transporte público.
Otra opción es valorar qué quieres ver y elegir tramos en vez de hacer la ruta completa. La salida desde Puerto Montt hasta Chaitén atravesando el parque nacional Pumalín Douglas Tompkins es espectacular, con sus dos volcanes activos, sus bosques interminables que acaban en fiordos y sus ríos y lagos. Una de las zonas de naturaleza más espectacular de la ruta.
De Chaitén a Coyhaique viene un tramo de carretera asfaltada y algo más monótono, aunque pasa por otras zonas espectaculares, como el parque nacional Queulat. Pero quizá sea la zona más prescindible en caso de no tener tiempo para todo. A 50 minutos al sureste de Coyhaique está el único aeropuerto de la zona, Balmaceda, donde hay vuelos diarios desde Santiago, desde Puerto Montt y desde Concepción. Ahí hay servicio de alquiler de coches (Europcar).
Puesto que, al menos en mi opinión, la parte más espectacular de la Carretera Austral es de Coyhaique hacia abajo, es decir, toda la parte aún sin asfaltar, una opción interesante es alquilar un coche en Puerto Montt, recorrer el parque Pumalín Douglas Tompkins hasta Chaitén y volver a Puerto Montt para dejar el vehículo. Y luego, volar desde Puerto Montt a Balmaceda, donde puedes alquilar otro vehículo y hacer ida y vuelta toda la mitad sur. En este caso, te recomiendo regresar por la variante que va de Puerto Guadal a Chile Chico, la carretera 265, también de tierra. Son 110 kilómetros por la orilla del lago General Carrera de una belleza y una soledad extrema. Crees que estás en otro planeta. Desde Chile Chico se cruza el lago en un ferri, que tarda dos horas y media hasta Puerto Ibáñez, donde se empalma con la Ruta 7, la Carretera Austral, al norte de Cerro Castillo.
Comer y dormir en la carretera austral
En vehículo a motor o en transporte público no vas a encontrar ningún problema para comer y dormir a lo largo de la ruta, porque hay muchos pueblos y en todos ellos hay todo tipo de servicios.
La zona de la región de Aysén es muy turística y muy visitada por los chilenos en verano, por lo que hay multitud de cabañas y alojamientos rurales de todo tipo y precio y muchos restaurantes donde probar la gastronomía local, que como puedes imaginar está basada en la carne. En bicicleta sí que se tiene que planificar un poco mejor la ruta, porque puede haber tramos muy largos. Por ejemplo, entre Villa Cerro Castillo y el siguiente pueblo, que es Bahía Murta, hay 102 kilómetros. Entre Cochrane y Caleta Tortel hay 117 kilómetros sin apenas otro vestigio de vida que algunos ranchos.
Mejor época
Sin duda, el otoño austral (finales de marzo, abril y primeros del mes de mayo) es la mejor época para recorrerla, por los intensos colores rojos y ocres de los bosques. También la primavera tardía (octubre y noviembre). El verano es bastante seco y temporada alta, por lo que suben los precios y hay que reservar con antelación, sobre todo en febrero, el mes de vacaciones por excelencia en Chile. Hay que evitar a toda costa el invierno austral (julio y agosto).
Los imprescindibles de ver
- El parque nacional Pumalín: más de 400.000 hectáreas de bosques templados lluviosos de los Andes Australes, de gran importancia por su biodiversidad. Muchos senderos para caminar. Y dos volcanes activos, el Chaitén y el Michinmahuida
- El parque nacional Queulat: su mayor atractivo es el Ventisquero Colgante, un glaciar de montaña del que surgen numerosas cascadas y ríos en un entorno de vegetación exuberante.
- Puerto Chacabuco: el principal puerto de la región de Aysén y desde donde salen los barcos para la laguna de San Rafael, la zona de glaciares visitable del Campo de Hielo Norte. Es también una buena base para hacer kayak y excursiones en barco por toda la zona de islas y fiordos.
- Villa Cerro Castillo: esta es una pintoresca villa con las típicas casitas de madera y de colores chillones de esta zona de Aysén y al pie del Cerro Castillo, una de las montañas más bonitas y fotogénicas de la Patagonia chilena. Hay muchos servicios, posibilidad de hacer rutas a caballo y senderistas por el parque nacional del mismo nombre y visita a la antigua escuela, hoy convertida en un museo, y a abrigos con pinturas rupestres.
- Capillas de Mármol: una zona de cavernas y túneles de mármol erosionado durante millones de años en la ribera del lago General Carrera, cerca de Puerto Río Tranquilo, que es una de las mayores atracciones de la región. Se visitan en kayak o en bote a motor.
- Parque Exploradores: una zona del gran parque nacional laguna de San Rafael a la que se accede desde Puerto Río Tranquilo por carretera de tierra. Se visita el glaciar Exploradores y el ventisquero Leones. Hay varios senderos señalizados para caminar por el bosque nativo.
- Parque Nacional Patagonia: en las cercanías de Cochrane y en la ribera norte del lago del mismo nombre, esta zona protegida acoge un ecosistema bien distinto. Aquí no hay bosques de lenguas y de ñirres —árbol caducifolio, nativo de la Patagonia, especialmente en áreas de los Andes— sino enormes estepas patagónicas con pastizales y humedales que forman un paisaje duro y sorprendente.
- Puerto Bertrand: una pequeña comunidad de apenas 70 habitantes con las habituales casitas de madera, desde donde se inicia el rafting por el río Baker, uno de los más caudalosos de Chile, que desemboca en Caleta Tortel. El rafting dura un par de horas por rápidos de dificultad tres, por lo que es apto para todos los públicos.
- Caleta Tortel: el pueblo más bonito de la Carretera Austral. Es una antigua villa de madereros en la que, por la dificultad del terreno, en vez de calles se han construido pasarelas de madera. Más de 10 kilómetros de pasarelas permiten moverse entre las casas del pueblo, el puerto y las laderas de la montaña en un entorno de lo más bello. Se pueden hacer excursiones por el río Baker, al ventisquero Steffen y a la isla de los Muertos.
- Villa O’Higgins: en ella viven unas 600 personas. El pueblo no tiene nada de particular frente a otros de la ruta, pero es un lugar mítico porque aquí acaba la Carretera Austral y empieza el Campo de Hielo Sur. El confín de la Patagonia chilena domesticada y el inicio de la parte más salvaje de este extremo sur del continente americano.
Más información
Algunos hoteles que me gustaron y recomendaría:
- Hotel Valle Exploradores, Villa Puerto Tranquilo
- Mallin Colorado Ecolodge, Puerto Guadal
- Cabañas Dragón de la Patagonia, Cochrane
- Hostería de la Patagonia, Chile Chico
- Nómades Hotel Boutique, Coyhaique
Actividades en la Carretera Austral:
Más información sobre la Carretera Austral: chile.travel/donde-ir/destino/carretera-austral
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