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Qué hacer 24 horas en Salzburgo, la gema barroca de Austria

Del castillo Hohensalzburg al moderno Hangar-7, una ruta por la antigua ciudad-estado que en el pasado dirigieron y disfrutaron príncipes-arzobispos y hoy lo hacen con más disimulo miembros de las dinastías Porsche y Red Bull

Fortaleza de Hohensalzburg y la ciudad de Salzburgo en Austria
La fortaleza de Hohensalzburg y la ciudad de Salzburgo, en Austria.Alamy / Cordon Press

Dos montículos pétreos a uno y otro lado del río Salzach rodean Salzburgo. El Mönchsberg, al sur, y el Kapuzinerberg, al norte, ambos cubiertos por bosques y atravesados por senderos que dan a parar a villas. En la cima del primero toma asiento el castillo Hohensalzburg. La fortaleza que garantizó la seguridad de la ciudad-estado y de sus excéntricos y vividores dirigentes. Entre la Edad Media y el siglo XIX cobró vida la ciudad-estado de Salzburgo gobernada por el príncipe-arzobispo de turno. Entre todos ellos destacó Wolf Dietrich von Raitenau (1587-1612), quien hizo que Salzburgo pasara de ser una ciudad medieval a convertirse en una gema barroca de inspiración y diseño italiano, construida con piedras de la zona y con los beneficios obtenidos de los impuestos de la sal que se extraía de una mina cercana y que se transportaba en barcazas por el Salzach.

Salzburgo fue una especie de sede de Ciudad del Vaticano en la que hay una catedral, muchas iglesias que parecen catedrales, capillas, monasterios, cementerios y los suficientes palacios de placer para que sus poderosos y ricos príncipes-arzobispos y acólitos no se aburrieran. Algo que no hicieron hasta el siglo XIX, cuando Viena les cerró el grifo de los excesos. Antes y después de que eso pasara, aquí nacieron, y encontraron acomodo e inspiración, el compositor Wolfgang Amadeus Mozart, cuyo nombre e imagen se han explotado hasta límites casi desconocidos en la manida industria de la mercadotecnia turística; el físico Christian Andreas Doppler; y el director de orquesta Herbert von Karajan. El escritor Stefan Zweig ni nació ni murió aquí, pero esta fue su ciudad de adopción. Murió en Brasil, donde se refugió ante el avance del ejército nazi y las ideas totalitarias y deshumanas de Adolf Hitler, quien se construyó, no muy lejos de Salzburgo, en los Alpes Bávaros, una residencia conocida como El Nido de Águila.

Hoy Salzburgo ha pasado de ser patrimonio de los príncipes-arzobispos a serlo de las dinastías Siemens, Porsche y Red Bull. De haber coincidido en el tiempo unos y otros, no es descabellado imaginarse al príncipe-arzobispo Wolf Dietrich von Raitenau conduciendo un Porsche Cayenne por las calles de la ciudad austriaca y las carreteras montañosas de los alrededores.

10.00 Llegada en tren y subida en funicular

Llegar en tren a Salzburgo desde Viena o Graz es cómodo y práctico. En una zona tranquila, pero muy cerca de la céntrica plaza Mozart, se encuentra el Jufa Hotel (1), ideal para alojarse una familia con niños. Desde varias de sus habitaciones se ve el castillo Hohensalzburg (2), fortaleza que queda cerca y que es un buen punto de partida desde el que comenzar la ruta por la ciudad.

En la cima de la montaña Festungsberg se encuentra el castillo. Una fortaleza blanca que sobresale en el paisaje urbano y desde la que se puede contemplar Salzburgo, sus cúpulas, torres y tejados, así como sus alrededores alpinos. A la misma se puede subir en un tren cremallera y, después, bajar a pie. Es una de las mayores construcciones defensivas medievales del norte de los Alpes. Sus orígenes defensivos se remontan al siglo XI, aunque hasta el siglo XVIII fue ampliándose hasta convertirse en una lujosa y confortable residencia para los príncipes-arzobispos, quienes nunca sufrieron ni el ataque ni la ocupación por parte del ejército de otro Estado. En la bajada a pie desde la fortaleza, residencia que hoy alberga varios museos, casi sin querer, uno se topa con la cervecería Stiegl-Keller (3), donde merece la pena comer.

13.30 El barroco por listón

A los pies del castillo Hohensalzburg se despliega el bello casco antiguo de la ciudad. En la orilla sur del río Salzach se concentra el grueso de los edificios barrocos, aunque en la del norte también hay algunos, pero despiertan menos interés (salvo excepciones). En esta parte vieja de la ciudad se suceden por sus calles edificios de elegantes fachadas —no es el caso de la Casa Natal de Mozart (4)— y otros, en la calle comercial Getreidegasse, en los que sobresalen de las fachadas figuras y herramientas hechas con hierro forjado y que servían para que la gente que no sabía leer ni escribir supiera el tipo de trabajo que se hacía en dicho negocio. Ayuda que se hubiera agradecido para diferenciar su catedral, la Dom (5), del resto de magníficas e imponentes iglesias que hay repartidas por todo Salzburgo.

La calle comercial Getreidegasse, en Salzburgo (Austria).
La calle comercial Getreidegasse, en Salzburgo (Austria).Alamy / Cordon Press

A los edificios, iglesias y la catedral hay que sumar jardines y plazas flanqueadas por casas burguesas y con fuentes barrocas en el centro. En la orilla norte, en lo que se conoce como la Ciudad Nueva, se encuentra el palacio Mirabell (6). Se trata de un conjunto palaciego compuesto por una residencia y un jardín construido en 1606 por orden del príncipe-arzobispo Wolf Dietrich von Raitenau como regalo para su amante Salomé Alt, con la que tenía varios hijos.

Los jardines del palacio de Mirabell, en Salzburgo (Austria).
Los jardines del palacio de Mirabell, en Salzburgo (Austria).Alamy / Cordon Press

15.00 Stefan Zweig Zentrum

El escritor Stefan Zweig se instaló en la ciudad antes de la Segunda Guerra Mundial, contienda que le impulsó a irse a Brasil. En el monte Kapuzinerberg (7) compró un caserón señorial con jardín en el que escribió y atendió visitas de otros intelectuales. Hoy esa casa es propiedad del octogenario presidente del Consejo de Supervisión de Porsche AG, Wolfgang Porsche. Lo único que queda de Zweig en ese lado de Salzburgo es un camino que trepa el monte. Al otro lado del Salzach, en el casco antiguo, en la imponente Residenzplatz (8), se encuentra el Stefan Zweig Zentrum: un espacio en el que se muestran sus diarios, galeradas y manuscritos originales de Zweig.

Plaza Residenzplatz y fuente Residenzbrunnen en Salzburgo, Austria.
Plaza Residenzplatz y fuente Residenzbrunnen en Salzburgo, Austria.Alamy / Cordon Press

16.00 Aparcamientos donde hubo refugios antiaéreos

Mönchsberg (9) y Kapuzinerberg son las montañas que rodean Salzburgo, cubiertas de bosques, miradores, zonas de recreo, villas y una fortaleza. Los interiores de dichas montañas han sido almacenes y refugios para los habitantes de la ciudad. Los refugios antiaéreos, en forma de corredores más que de búnkeres, que se construyeron para proteger a la población civil de los bombardeos aliados, una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial se plantearon las autoridades competentes convertirlos en aparcamientos subterráneos. Garajes a los que se puede acceder y ver algunas de las puertas de gran grosor de acero que se conservan, así como cruzar el túnel que atraviesa el monte Mönchsberg desde la parte vieja de la ciudad en dirección oeste, donde se encuentra el denominado Hangar-7.

En el extremo norte de Mönchsberg, después de un paseo por la cresta de dicho monte, se puede descansar tomando una cerveza en Augustiner Bräu (10) o en Bärenwirt (11), cervecería en la que se puede pedir un Backhendl, pollo empanado y condimentado.

17.00 En Hangar-7

La dinastía Red Bull tiene su feudo en Salzburgo. En concreto en un hangar junto al aeropuerto, al oeste de la misma. El sitio se llama Hangar-7 (12) y en su interior atesora y exhibe coches de la Fórmula 1, aviones, helicópteros y otros vehículos, con los que la marca del toro alado lleno de energía ha conseguido logros insospechados. Todos los vehículos y aeronaves expuestos funcionan y así se puede ver de vez en cuando. Durante la visita a este espacio amplio y de vidrio es posible que coincida con el despegue de alguna aeronave. Espectáculo que se puede contemplar desde su café.

El hangar de Red Bull en Salzburgo, Austria.
El hangar de Red Bull en Salzburgo, Austria.Alamy / Cordon Press

19.00 Cenar en una cervecería

Muy cerca de la comercial calle de Getreidegasse y de la Casa Natal de Mozart se encuentra Stenbräu (13). Esta es una cervecería histórica con terraza en un patio interior muy agradable en la que sirven comida tradicional austriaca y algunos platos internacionales. Una experiencia muy agradable si el tiempo acompaña.

21.00 Paseo nocturno

La vuelta al Jufa Hotel desde la cervecería Stenbräu se puede hacer caminando. Una manera de recorrer el casco antiguo de Salzburgo tranquilamente. La menor afluencia de gente en las calles iluminadas hace que la ciudad muestre otra cara difícil de imaginar unas horas antes, cuando estaban atestadas de visitantes que no hacen noche y que se concentran en los lugares que muestran la mayoría de las postales turísticas.

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