_
_
_
_

Alsacia y Baden-Baden: por el corazón de los mejores mercados navideños de Europa

Sus costumbres y gastronomías comunes recuerdan la histórica unión de estas regiones de Francia y Alemania, destinos ideales para disfrutar de la Navidad, despedir el año y para el resto de estaciones

Mercados navideños de Europa
El centro histórico de Colmar, en la Alsacia francesa, se ilumina con motivo de las fiestas navideñas.Sami Sert (Getty Images)
Héctor Llanos Martínez

Los carteles de la céntrica Place Kléber lo dejan claro: “Estrasburgo, la capital de la Navidad”. La ciudad europea por antonomasia, como sede del Parlamento y del Consejo de Europa, es también centro neurálgico de algunos de los mejores mercados navideños de Europa. En muy pocos kilómetros se concentran una buena cantidad de ellos, de primera calidad. Y no solo son una de las principales atracciones en esta época en la región francesa de Alsacia a la que pertenece Estrasburgo, también lo son en Alemania, país con el que comparte una arraigada historia y cuya frontera se encuentra a muy pocos kilómetros de distancia de la ciudad.

Comenzamos en la capital alsaciana esta ruta que, además de proveer a los amantes del shopping de compras navideñas para las próximas tres vidas, puede adaptarse a cualquier momento del año. Es en la misma Place Kléber donde Estrasburgo reclama su poderío, con el considerado árbol de navidad natural más grande de Europa. No es una estructura metálica con bombillas como en tantas otras ciudades, sino que está compuesto de ramas de abeto reales.

Al caer la noche se convierte en todo un espectáculo lumínico. Las casetas cercanas a tamaño monumento ofrecen una sopa caliente muy especial. Chefs de la región con estrella Michelin elaboran una receta de forma específica para ellas, que venden a 3 euros la ración —algo más barato que el resto de sopas que pueden encontrarse en estos mercados— y que sirve para recaudar fondos con fines solidarios. Participan, entre otros, Alexis Albrecht, del restaurante Au Vieux Couvent de Rhinau, y Éric Westermann, con una opción vegetariana de Le Buerehiesel, en el romántico parque de L’Orangerie de Estrasburgo.

Imagen del mercadillo navideño de Baden-Baden, en Alemania.
Imagen del mercadillo navideño de Baden-Baden, en Alemania.Alamy Stock Photo

La alta concentración de mercados en el centro de la ciudad hace que las plazas se conecten unas con otras. No hacen falta mapas, solo seguir las luces. La Place de Broglie, con el mercado con más historia de Estrasburgo, está delimitada por dos importantes flancos. En el lado este se encuentra la Ópera Nacional del Rhin, que reserva estas fechas señaladas para representar La flauta mágica de Mozart. En el flanco sur, el Ayuntamiento presta su lustrosa fachada a ilustraciones e iluminación nocturna que recrea un cuento navideño infantil.

Boletín

Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
RECÍBELAS

También hay un mercado en torno a la impresionante catedral. Está tan bien iluminada que luce mucho mejor cuando ha caído el sol. Estos mercados, además de tiendas de pequeños abetos, concentran objetos de decoración con miniaturas de las casas típicas alsacianas, que pueden dar un toque diferente a cualquier belén, infinidad de bolas decorativas y dulces propios de la época y la región.

Gastronomía navideña

No hay mercadillo navideño sin dulces típicos. El mannele de San Nicolás es un brioche con forma humana, como el monigote del Día de los Inocentes, aunque ahora se emplea esa misma imagen en galletas y bombones de todos los sabores. El christolle es un pan dulce con mazapán, licor o fruta que se sirve como postre. Y el omnipresente kugelhopf, cuyo nombre también anuncia la conexión de la zona con el mundo germanohablante, es otro pan dulce que hace referencia al gugelhut, un sombrero típico de los tiempos de María Antonieta, cuando se popularizó este dulce. También hay alcohol especial para estas fechas. Uno de los detalles que diferencian a los mercados alsacianos es su vino caliente. Esta bebida invernal tan popular en la parte fría de Europa suele hacerse con vino tinto, pero en esta región puede encontrarse una amplia carta dedicada al blanco. También es muy popular la bière de Noël, una cerveza navideña especiada y cítrica que nos recuerda de nuevo su conexión germana.

Todo ello puede encontrarse también en los mercados de la Alsacia rural, que tienen el aliciente de parecer un decorado de La Bella y la Bestia, precisamente por esas típicas casas que, en su caso, no son precisamente en miniatura. A Colmar, a unos 70 kilómetros al sur de Estrasburgo, le atraviesa el canal Lauch, donde un par de veces por semana se celebra un espectáculo de niños cantores que interpretan villancicos sobre barcas. Y en su Place des Six Montagnes Noires se ubica un gigante buzón de correos amarillo que tiene vía directa con Papá Noel, aunque las referencias a los Reyes Magos también son muy comunes. El pintoresco entorno de la fuente Schwendi y la pista de patinaje de la Place Rapp, rodeada de atracciones, hace que sea un destino de lo más familiar.

Sobre el canal Lauch, un par de veces por semana, se celebra un espectáculo de niños cantores que interpretan villancicos sobre barcas.
Sobre el canal Lauch, un par de veces por semana, se celebra un espectáculo de niños cantores que interpretan villancicos sobre barcas.B. Salmanski

En la localidad de Turckheim, muy cerca de Colmar y conectada por líneas de autobuses especiales para estas fechas navideñas, hay un calendario de Adviento de tamaño natural: las ventanas de una estructura de madera gigantesca se van abriendo a medida que van pasando los días de diciembre. Y su mejor guía turístico es el sereno, que ofrece recorridos nocturnos de lo más interesantes. El mercado de Ribeauvillé, aunque no abre todos los días de la semana, también es un lugar a tener en cuenta, porque se diferencia del resto al ser medieval.

Un gigantesco templo del relax

De Alemania, suele hablarse del mercado navideño de Frankfurt, pero Baden-Baden, mucho más cercano a nuestra ruta, cuenta con uno muy especial que se beneficia del relajante y señorial entorno de esta ciudad balneario que transporta a la belle époque de finales del siglo XIX en la ladera de la Selva Negra.

Algunos embutidos y los flammkuchen (en francés tartes flambées, que viene a ser una pizza carbonara con una masa finísima) que pueden encontrarse en sus puestos de comida conectan su gastronomía con la de Alsacia. Su cuadriculado orden no impide que sea uno de los mercados más creativos de esta zona de Europa. Y también uno de los más musicales, con actuaciones en directo gratuitas cada noche en el pequeño anfiteatro que lleva incorporado. Rodea el casino del lugar, un edificio histórico que acoge visitas guiadas para descubrir su pasado y su arquitectura.

Los tonos dorados de las hojas de los árboles que componen el paseo de Lichtentaler Allee, en torno al río Oos, son, en cierto modo, luces navideñas que regala la imponente naturaleza de Baden-Baden. A parte de este entorno natural, solo se puede acceder a través de Brenners Park, un impecable y gigantesco complejo de más de 5.000 metros cuadrados divididos en varias villas que alojan un spa (con sauna, enorme piscina y jardín con rosaleda privado), varios bares y restaurantes abiertos al público, además de un hotel. A sus puertas, no es extraño encontrar coches de caballos, como los de los relatos navideños clásicos.

En el Oleander Bar y el Kaminhallee, ambos de cálidos tonos ocres, al igual que en la Minerva Terrace, pensada para cuando llega el buen tiempo, y en el restaurante Wintergarten del alojamiento se puede disfrutar de un afternoon tea diseñado por un pastelero estrella parisino, Pierre Hermé. Experto en macarons, ha creado uno delicioso exclusivamente para el lugar, llamado Selva Negra, que no puede encontrarse en ninguna de sus tiendas y que encaja con la dieta navideña de esta ruta. El Wintergarten abre en Nochebuena, Navidad y el 26 de diciembre (día también festivo en Alemania), además de en Nochevieja, con menús especiales programados hasta fin de año que incluyen gans / canard (ganso) y los panes dulces christstollen, dos puntos en común con la gastronomía de Alsacia.

La degustación de esta carta especial puede complementar una visita al Museo Fabergé, dedicado al famoso joyero que trabajaba al servicio de los zares rusos, y a la impresionante Festspielhaus de Baden-Baden, que estas fiestas acoge a dos estrellas conocidas en España: la mezzosoprano letona afincada en Madrid Elīna Garanča interpretará la Tercera Sinfonía de Mahler y el tenor mexicano Rolando Villazón se hará cargo del concierto de Nochevieja. El tenor alemán Jonas Kaufmann y el barítono francés Ludovic Tézier llegarán juntos al gran escenario de la ciudad a principios de enero.

El restaurante Fritz & Felix, de tono informal, también abrirá en los días navideños. Aborda platos de carne, pescados y recetas vegetarianas en su parrilla gallega de carbón, reina de su cocina. Su oferta va de una noche de hamburguesas con menús a 15 euros a un maratón de alta cocina compuesto de seis platos elaborado por el chef Farid Fasel, por 99 euros.

En el centro de Baden-Baden y en su pastelería cercana al mercado navideño, el Café König, el más antiguo de la ciudad, ofrece repostería de primera clase, incluido un clásico alemán, el baumkuchen, llamado así por su forma arbórea. Después de tal trajín, como para no intentar recuperarse en un spa.

Suscríbete aquí a la newsletter de El Viajero y encuentra inspiración para tus próximos viajes en nuestras cuentas de Facebook, Twitter e Instagram.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Héctor Llanos Martínez
Redactor especializado en nuevas narrativas audiovisuales (streaming, pódcast, redes sociales) y en el género documental, con varios años como autor del blog 'Doc&Roll'. Formado en Agencia Efe y elmundo.es, antes de llegar a Verne y la sección de Madrid de El País, escribió desde Berlín para BBC, Deutsche Welle, Cineuropa, Esquire o Yorokobu.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_