Qué hacer 24 horas en Le Havre, el ave fénix de Normandía
Esta villa portuaria se reconstruyó tras los bombardeos que sufrió durante la II Guerra Mundial siguiendo el proyecto de Auguste Perret. Su trazado, reconocido por la Unesco, sorprende con el colorido interior de la iglesia de San José o Les Bains des Docks, la piscina obra del arquitecto Jean Nouvel
![Le Havre](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/CFDILB73BVDBXLXOB4YJLGXZCY.jpg?auth=af8a0e7b729cb373f13a8cd7d028267582649b9a54c3fed65426ada66c214498&width=414)
A Le Havre se puede llegar en barco, procedente de Inglaterra; en tren desde la Gare Saint-Lazare de París —como lo hacían los parisinos a principios del siglo XX—; o en coche, después de recorrer 210 kilómetros desde la capital francesa y de cruzar el puente de Tancarville, una obra de ingeniería civil que se eleva sobre el Sena. Río al sur de Le Havre y punto en el que arrancan los cruceros fluviales que lo navegan en dirección este. Hacia el oeste ponen rumbo los barcos que cruzan el canal de la Mancha.
Esta ciudad en la región de Normandía se encuentra en el estuario en el que se mezclan las aguas del Sena y del canal de la Mancha. Esa ubicación geográfica y su puerto le dieron una posición estratégica para los objetivos de los ejércitos nazi y aliado. Estos últimos la bombardearon y liberaron de los primeros tres meses después del desembarco de Normandía. Y, a partir de ese momento, comenzaron unas obras de reconstrucción que se prolongaron 20 años y que dirigió el arquitecto y urbanista Auguste Perret, influido por el trabajo del barón Haussmann. Antes de la II Guerra Mundial a Le Havre iban los parisinos a disfrutar de los baños de ola y del turismo de balneario. Después de la contienda, la ciudad se convirtió en un laboratorio en el que se ensayó con nuevas tecnologías de la construcción, como la estandarización y la prefabricación. Métodos que Perret llevó a cabo con el uso del hormigón, un material accesible y económico. La practicidad y la armonía con la que levantó el centro urbano de sus cenizas hizo que la Unesco lo declarase patrimonio mundial en 2005. Una de las excusas para venir a verla, es su puerto. Más presente que visible y la otra fuente de ingresos local.
![Vista del puerto de Le Havre (Normandía) desde lo alto de la torre del Ayuntamiento.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/LO6WM5ZR75EGVL2ZKXPOCCW6UI.jpg?auth=b81bcdebb2d43c8cc1aaba6fff15b629127a6d9acace396f8686daae6e19518b&width=414)
10.00 Paseo por el reconstruido centro urbano
El centro urbano actual (1) es la reconstrucción que se hizo, conservando la ubicación original de cada edificio, durante los 20 años posteriores a la II Guerra Mundial bajo la dirección de Perret. Una de esas viviendas modulares que construyó, el Appartement témoin Perret (181, Rue de Paris), se puede ver gracias a la compra de uno de los apartamentos por parte del municipio. Se trata de una residencia lujosa, amplia —las hay de 90 y 150 metros cuadrados— y luminosa. Además, gracias al arquitecto, los propietarios ganaron en confort, puesto que está provista de agua caliente y electricidad.
![Interior del piso piloto diseñado por el urbanista y arquitecto Auguste Perret.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/JGTP7YWLNVGI3C4FYHKPEMSICU.jpg?auth=1ee4168101a5953385b56b0bbba51d59882906acb555609a148ee2c979a6c72a&width=414)
La azotea del Ayuntamiento (2) es un sitio con la altura idónea para ver y entender cómo es el trazado urbano de Le Havre posterior a la guerra. A los pies del mismo se encuentra una plaza ajardinada desde la que arrancan tres arterias: la Avenue Foch hacia el oeste, el Boulevard de Strasbourg hacia el este y la Rue de Paris hacia el sur.
11.00 La versión local de los Campos Elíseos
La avenida Foch (3) es larga y su aspecto tipo paseo recuerda a los Campos Elíseos de París. Aquí hay espacio para los coches, los peatones, el tranvía y los edificios. En estos últimos, las viviendas son modulares y están articuladas en torno a vigas. En el exterior, las columnas infunden un estilo clasicista a los inmuebles. En la planta baja están los comercios y en la entreplanta se encuentran las oficinas y/o espacios para las tiendas de los bajos. Todo ello a la sombra del balcón corrido del primer piso, que separa las viviendas de los negocios. La distancia entre cada columna, cada poste, cada viga, es siempre la misma: 6,24 metros. Es la representación de la carga óptima de la viga. Además, 6,24 se divide bien entre 2 o 3, lo que se usa para calcular distancias dentro de las viviendas. 12 o 13 metros es la distancia ideal de profundidad para que la luz natural ilumine el interior de un piso en los que, además, no hay obstáculo para el paso de la luz.
11.45 La iglesia que guía como un faro
![El exterior de la iglesia de San José, en Le Havre.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HJXU366MQVFC7BHXHMK436WULY.jpg?auth=95cd904e2d543e3e51965ea79ca403e11dc38b0ed073f815f7ada5f43c1be9c9&width=414)
La ciudad se identifica tanto con su puerto que incluso la iglesia de San José (4) parece un faro, si bien uno espiritual. De 107 metros de altura y con un estilo clasicismo estructural, es obra del maestro Perret y fue construida a partir de 1951. También ejerce de monumento en memoria de las víctimas de la guerra. Más bonita por dentro que por fuera, en su interior apenas hay símbolos católicos y sí unas vidrieras de casi 13.000 vidrios de colores que adquieren diferentes tonos y significados en función del punto cardinal. Por ejemplo, en el norte predomina el azul, color que simboliza el cielo y a la Virgen. La iglesia es un templo religioso neutro que combina fuerza, poder y elegancia; y cuya fachada de hormigón desnudo habla de una economía de gastos reducida. Este templo es lo primero y lo último que se ve al llegar e irse de Le Havre.
![Residencia universitaria hecha con contenedores de barco, en Le Havre.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/NO6A4UENRRBYFJ7CSBR5DD6OPU.jpg?auth=4ff3af36f075e2a61aaf2469865a145e30ba57e5e899e92768d6bef0b168dfb2&width=414)
12.30 La playa
La playa de Le Havre (5) se encuentra al oeste. Es un arenal urbano de agua fría, de guijarros y en la que se habilitan cabañas como vestuarios y unos contenedores de barco hacen las veces de restaurante en la temporada de verano. En invierno se desmontan, contribuyendo a crear un paisaje diferente según la estación del año. En el paseo que discurre junto a la playa, en dirección sur al puerto, se encuentra el Museo de Arte Moderno André Malraux (MuMa) (6). Este alberga una importante colección de pintura impresionista y, por dentro, es una especie de caja de luz desde la que hay muy buena vista al puerto por el que entran los barcos de carga. Cabe destacar que Le Havre está muy cerca de Honfleur, cuna de este estilo pictórico.
A la hora de comer, una buena idea es ir a la vecina localidad costera de Sainte-Adresse y tomar asiento en una mesa frente al mar en la Brasserie Eugénie (7).
16.00 En los barrios de San Francisco y San Nicolás
Al sur se encuentran el puerto (8) y los barrios de San Francisco y San Nicolás. El primero es una presencia que se siente más de lo que se puede ver. Y el barrio de San Francisco es la cuna de la ciudad. La antigua casa del armador es hoy Le Grand Quai Musées, un museo sobre las exploraciones que zarparon desde aquí y sobre el rol de este puerto en el comercio de esclavos. Además, su referencia visual es un gran arco hecho con contendores de carga de colores.
Al sur de las vías del tren se encuentra el barrio de San Nicolás, un lugar en el que antes del año 2000 no había nada. Hoy es una zona de trabajo, de estudio y residencial. Hay viviendas para estudiantes hechas con contenedores de barco de nueve metros de largo por seis de ancho, por 320 euros al mes. Allí también se puede nadar en unos largos en Les Bains des Docks (9), la piscina olímpica obra del arquitecto Jean Nouvel, quien la concibió como un baño romano. Muy cerca se encuentra Le Hangar Zero (10), un antiguo almacén convertido en un espacio polivalente.
19.30 Un volcán urbano
![Le Volcan, sede de la Scène Nationale du Havre proyectada por el arquitecto Oscar Niemeyer.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/AJM2TP2EFNCY5NP3WULAV62RZI.jpg?auth=9a6296fb273a16c564dfb362699dfff54a9fa8c09ebc5b8274387fb0d8e00e6e&width=414)
Muy cerca del Ayuntamiento se encuentra Le Volcan (11), sede de la Scène Nationale du Havre, un espacio para la representación de manifestaciones artísticas en directo. Su diseño tiene el nombre de otro reconocido arquitecto: el brasileño Oscar Niemeyer. Junto a este tranquilo volcán se encuentra el restaurante Bouchon Normand (12), una buena opción en la que cenar, cerca del Art Hôtel (13), donde terminar la jornada.
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