Hotel del Juguete, una noche en la habitación de Pin y Pon

Erase una vez una dama de alto copete que quiso celebrar un cumpleaños con sus nietos y se los llevó a pasar unos días a un hotel familiar. Advertida la señora de que el lugar en cuestión era el Hotel del Juguete porque se encontraba en la localidad alicantina de Ibi, la capital española del juguete, manifestó su intención de registrarse en la habitación de la muñeca Nancy. Al traspasar el portón de entrada, junto a una representación en tamaño ­real de Mazinger Z, reparó en un mechón de pelo rubio que apenas asomaba desde el otro lado del mostrador. Cuando el mechón se elevó sobre la gentil figura de Lucía, hija de la propietaria, exclamó con estupefacción: “¡Anda, este sí que es un hotel para niños, hasta la recepcionista es una niña!”.

Dolores Pérez, la madre de Sara, salió enseguida para aclararle a la sorprendida señora que la niña estaba en realidad haciendo sus deberes del cole en aquel improvisado pupitre, pero que, efectivamente, el Hotel del Juguete había sido un invento suyo para reflotar la vieja pensión que la abuela de la niña regentaba desde un tiempo imposible hoy de recordar. Todo lo demás, mandil del cocinero incluido, refleja hoy la imaginería infantil que había dado brillo industrial y literario a su localidad natal. El photocall de Instagram, la ludoteca colorista, la cama elástica al aire libre, el salón de Arcade, las piezas de Lego hechas mueble, las alzas para peques junto a los inodoros, el tablero de a bordo de Regreso al futuro. Todas las habitaciones se distinguen por una temática recreativa diferente: Playmobil, Lego, Super Wins, Invizimals, Barriguitas, Pin y Pon, Nancy, Nenuco, Juegaterapia, Dulces Sueños, Gaspar, Melchor, Baltasar…

Hospedarse aquí es un viaje nostálgico para muchos. Sí, el desayuno es esmirriado, pero ¿quién no se lo ha saltado un Día de Reyes? En cierta manera, cabría afirmar que a primera hora de la mañana el parque de trebejos invita a omitir el café y la bollería.

Por la noche se cena bien. La carta es simple, variada y de sabores ricos. Especialmente en lo tocante a los postres. Porque ¿quién entre la clientela menuda renunciaría a un helado de turrón elaborado en los obradores de la vecina Xixona? Mayores y pequeños compartirán luego el fotomatón para concelebrar el gran instante del tiempo que vivimos: #thepicoftheday. El momento Instagram.

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Todas las habitaciones incluyen: minibar, caja fuerte, TV de pantalla plana por cable y baño privado con bañera o ducha.

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