Arte geométrico en Guadalajara

Colores primarios, geometría, obras con volúmenes que al mirarlas cobran vida, entre otras muchas experiencias sensoriales, es lo que el visitante encuentra nada más atravesar la puerta del museo Francisco Sobrino en la capital alcarreña. Pero tan relevante es el contenido del centro como el continente: un edificio proyectado por el arquitecto Pablo Moreno García Mansilla sobre las antiguas naves del Matadero municipal, cuya rehabilitación conserva la estructura original, en la que se pueden ver un amplio patio central y sólidas vigas de madera, que unidas al minimalismo del resto de la obra arquitectónica hacen de este espacio expositivo un lugar singular dedicado a uno de los artistas más importantes de la ciudad.

Nacido en 1932, Francisco Sobrino estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid. Vivió y se formó en Buenos Aires y París, donde fue cofundador del Recherche d'Art Visuel, un grupo de arte visual que buscaba la participación activa del espectador. Su arte óptico cinético se evidencia en cada una de sus obras expuestas ahora en el centro alcarreño.

Abierto al público el pasado mes de marzo, el museo nace con un doble objetivo: dar a conocer la obra del famoso escultor y “contar con un espacio cultural y expositivo para las gentes de Guadalajara, en el que realizar exposiciones temporales y otras actividades”, señala Pedro José Pradillo, del Patronato de Cultura de Guadalajara, organismo perteneciente al ayuntamiento alcarreño.

La inmediatez y proximidad con el público son dos peculiaridades que hacen de este espacio un foco de atracción para el visitante, que se siente partícipe de la obra del artista. La exposición permanente cuenta con 40 obras de Sobrino que permiten realizar un recorrido por su trayectoria profesional y vital muy cerca del lugar donde nació, situado apenas a unos metros de donde hoy se ubica este museo.

El edificio se organiza, principalmente, en tres espacios: una nave dedicada a la exposición permanente, otra que alberga exposiciones temporales y, finalmente, el laboratorio Graf, “porque la idea es que, como todo museo, el centro incorpore a la ciudadanía a través de talleres y visitas guiadas”, señala Pradillo.

El diseño del edificio juega con la incorporación de la luz. “Las zonas nuevas tienen grandes pantallas de cristal por donde entra la luz al edificio y las naves de exposición están cerradas e iluminadas artificialmente. Es un juego de luz que también se acerca a la obra de Francisco Sobrino que jugó con la luz y la sombra”, explica Pradillo.

El objetivo del Patronato es incrementar el número de obras de su fondo para ampliar la colección según el acuerdo suscrito en su día con el artista ya fallecido: el centro contaría con cerca de un centenar de piezas, un tercio donadas por el artista, otro de obras en depósito y otro adquiridas por el Consistorio.

Muestras temporales

A lo largo de este trimestre se han organizado varias exposiciones temporales, como Desde Pórtico hasta el Centro de Cálculo, dedicada a la Abstracción en España, que se podrá visitar del 11 de diciembre al 6 de febrero. Obras originales, esculturas y lienzos de los artistas más representativos del arte español del siglo XX, en colaboración con la prestigiosa galería madrileña Guillermo de Osma, y que se expondrá en 2016 en Arco.

Por último, cabe destacar que los nuevos talleres familiares organizados en el museo que, en este cuarto trimestre, se suman a las visitas guiadas que pueden concertarse llamando a través del Patronato de Cultura de Guadalajara.

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