10 fotosLa ruta del chocolate suizoConfiterías legendarias, museos, talleres de elaboración y hasta un terapéutico spa en un recorrido para los verdaderos amantes del cacaoLonely Planet10 sept 2015 - 00:09CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceUna prueba del valor del chocolate como atractivo turístico en Suiza es que existe hasta un tren del chocolate que recorre la llamada Riviera suiza, desde Montreux hasta la fábrica Cailler-Nestlé, en Broc; ida y vuelta en un vagón coche-cama de la 'belle époque'.Lugano propone un recorrido por la historia del chocolate, con degustación incluida, en el Museo del Cioccolato Alprose, imprescindible para viajeros adictos al cacao, especialmente si se viaja con niños. Para viajar al ambiente de otros tiempos hay que entrar en el Grand Café Al Porto, en activo desde 1803, con paneles de madera pulida y lámparas con forma de piña.En Broc, pueblo de la zona de Gruyères, conocida por sus quesos, también se realiza una de las elaboraciones chocolateras más famosas y con más tradición de Suiza. Aquí se encuentra la fábrica de Cailler, fundada en 1825, que se puede visitar (con degustación incluida, por supuesto).Friburgo es famoso por dos productos: la cerveza y el chocolate. La fábrica de cerveza Cardinal, la más típica de la ciudad, cerró hace unos años –su museo permanece abierto al público– pero el chocolate sigue produciéndose con toda su cremosidad. Un edificio de ladrillos rojos y color caramelo es la sede de la fábrica de chocolate Villars, en activo desde 1901.cotesebastienEl Café Sprüngli es el epicentro de la Suiza más dulce. Está en Zúrich, muy céntrico, cerca de la estación central, y desde 1836 los clientes se sientan en sus mesas a tomar pasteles, chocolate y café. Si hay algo imprescindible en esta ruta es no resistirse a sus míticos 'macarons' Luxemburgerli.En la ciudad de Interlaken, el café de estilo vienés Schuh nos propone aprender a hacer chocolate en los talleres que organiza varias veces por semana. Famoso por su repostería, sus pralinés y la terraza que da al parque, en la carta de Schuh están todos los básicos, desde rösti hasta curry amarillo.La Chocolaterie, en St. Gallen, es famosa por su chocolate a la taza, sus pralinés y sus irresistibles trufas. Ocupa una casa con entramados de madera enfrente de la catedral y ofrece un chocolate exquisito, tanto en tableta como para beber (frío o caliente). Además, el taller de la planta baja permite ver, en directo, el trabajo del maestro chocolatero e incluso crear obras propias.Bodensee TourismusNeuchatel, la ciudad donde nació la compañía Suchard, cuenta con tres referencias que no se pueden obviar, las tres en la Rue du Seyon: Walder, Schmid y Wodey Suchard, con creaciones tan sorprendentes como las de la foto.En la ciudad suiza de Buschs encontramos Chocolates Frey, fábrica que cuenta con centro de visitantes, talleres para niños y, aseguran, la receta original para la fabricación del verdadero chocolate suizo.