Al Algarve con tu ‘amore’

Cuentista, ilustradora y bloguera, Lucía Be publica ahora un libro-guía, La vida es una verbena (Lunwerg). Hace cuatro años hizo un viaje a Portugal con su marido, al que sus lectores conocen como “el amore”, del que guarda un recuerdo especial.

¿Adónde se llevó al amore?

Al Algarve. No teníamos hijos ni dinero, así que nos subimos a nuestro Skoda sin aire acondicionado y recorrimos toda la zona, desde Cacela Velha hasta el Alentejo. La autopista era gratis. De hecho, estaban montando entonces las cabinas de peaje, ya que cuatro meses después la hicieron de pago. Dormíamos en casas de extranjeros, suelen ser ingleses adinerados que tienen casoplones y alquilan una parte.

Suena bien. ¿Todo relax?

No, también hicimos surf en Amado, y en las playas de Faro perdimos nuestros anillos de casados en el mar haciendo snorkel y visitando cuevas.

Vaya. ¿Qué es lo que más le sorprendió?

Las islas de Armona y Culatra. Llegamos hasta allí en ferri y tienen un paisaje completamente distinto al resto. Parece África, con sus casas bajitas, sus barcas… Es la ventaja de esa zona, que te permite hacer varios viajes en uno. Hay playas interminables que parecen del Caribe; otras de Capri, con cuevitas en las que estás solo.

¿Pero no eran vacaciones bajo coste?

Sí, la clave son las fechas. Como fuimos a finales de septiembre, no había mucha gente, nos gastamos cuatro duros y nos lo pasamos en grande.