Bienvenidos a Canberra
De los bosques de Black Mountain a sus edificios emblemáticos, recorrido básico por la capital australiana
Lejos de parecerse a otras ciudades más conocidas del país como Sídney o Melbourne, Canberra, la capital australiana, se mueve a un ritmo más tranquilo y relajado, pero con mucho que ofrecer, como el llamativo contraste que supone pasar, en cuestión de unos minutos, de los modernos edificios del centro de la ciudad a los frondosos bosques de Black Mountain (montaña negra).
Entre las muchas rutas se pueden hacer en esta ciudad, proponemos una especialmente indicada para aquellos días en los que el sol brilla demasiado y resulta recomendable conocer Canberra a través de los edificios más emblemáticos.
Aspen Island
Esta isla artificial situada en la parte sur del lago Burley Griffin pertenece al triángulo del Parlamento, llamado así por albergar algunos de los edificios más importantes del país. A la isla se puede acceder fácilmente tanto en coche como caminando. Nada más llegar se vislumbra el carillón nacional, regalo del gobierno británico al país para celebrar el 50 aniversario de la capital australiana, cuya música es el mejor acompañamiento para recorrer Aspen Island, descubriendo su fauna y su flora. Además, es un excelente lugar para hacer un pic-nic.
Weston Park
Atravesando el triángulo del Parlamento para poder tener una panorámica de los edificios más importantes, como el museo nacional o el viejo y el nuevo parlamento, alcanzamos Weston Park. Aquí campan a sus anchas los símbolos de identidad por excelencia de este país, los famosos canguros. Resulta bastante fácil encontrarlos, pues viven en libertad y no suponen ningún riesgo para el paseante. Normalmente, son ellos mismos los que suelen alejarse si algún turista se acerca demasiado.
Siev X Memorial
Sin salir de Weston Park, una de las paradas obligatorias es el Siev X Memorial, uno de los espacios más bonitos y emotivos que se puede visitar en Canberra; es uno de esos lugares que tienen alma. Fue creado en 2001, con motivo del hundimiento de un barco pesquero de Indonesia que provocó la muerte de más de 350 personas -entre ellas, un centenar de niños- que intentaban llegar a Australia en busca de nuevas oportunidades.
El monumento se extiende a lo largo de un kilómetro por el parque y a orillas del lago. Cada uno de sus cilindros representa a una de las personas fallecidas –los grandes para los adultos y los pequeños por cada uno de los niños–, y en su decoración participaron más de 300 escuelas y comunidades. El accidente supuso un punto de inflexión para este país, que decidió no convertirse en un estado definido por el miedo y la codicia, sino por otro tipo de sentimientos, como el amor.
Black Mountain
Esta ruta básica por Canberra no puede dejar de visitar la torre de Black Mountain, de 195 metros, ya que ofrece una de las mejores panorámicas de la ciudad. Un buen punto para hacerse un ‘selfie’ que demuestre que hemos llegado a la capital de Australia.
¿Vas a viajar a Australia? Pincha aquí
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.