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Familia hospitalaria

Parador de Lorca, entre las murallas de un castillo árabe del siglo IX

El parador de Lorca se encuentra dentro del castillo de la ciudad, un recinto amurallado en el que se conservan restos islámicos, judíos y cristianos.
El parador de Lorca se encuentra dentro del castillo de la ciudad, un recinto amurallado en el que se conservan restos islámicos, judíos y cristianos.

Bastión islámico durante la Reconquista, el castillo de Lorca delimitó la frontera entre los reinos nazarí y cristiano durante casi tres siglos. Es uno de los conjuntos históricos artísticos más grandes de España, dentro de cuyo recinto se ha edificado un parador turístico que puede presumir de figurar entre los 10 mejores de la red.

El spa del Parador de Lorca, en Murcia.
El spa del Parador de Lorca, en Murcia.

Inaugurado en 2012, su construcción se vio afectada por el terremoto acaecido el año anterior, lo que obligó a cinchar su estructura con unos alineamientos de acero corten antisísmicos que dan hoy personalidad a su fachada. Las planchas se ordenan según la serie de Fibonacci, la proporción áurea.

Puntuación: 8,5
Arquitectura7
Decoración7
Estado de conservación9
Confortabilidad habitaciones8
Aseos8
Ambiente8
Desayuno8
Atención10
Tranquilidad10
Instalaciones8

Otros paramentos de acero corten microperforado envuelven las ruinas de la antigua judería que rodeaba al castillo, rescatadas durante las obras de acondicionamiento a mayor gloria del parador y sus inquilinos temporales. Juan José Asensio, el actual director, se desvive tanto por ellos que acaba oficiando también de cicerone por toda la alcazaba. Es interesante escuchar sus glosas sobre la sinagoga del siglo XIV y la exposición permanente Luces de Sefarad.

Parador de Lorca

  • Categoría oficial: 4 estrellas.
  • Dirección: Castillo de Lorca, s/n. 30800 Lorca (Murcia).
  • Teléfono: 968 40 60 47.
  • Fax: 968 46 13 57.
  • Internet: www.parador.es.
  • Instalaciones: spa con piscina interior-exterior, ocho salas de reuniones.
  • Habitaciones: 57 dobles, nueve suites; wifi gratuita.
  • Servicios: dos habitaciones adaptadas para discapacitados; animales domésticos prohibidos.
  • Precios: desde 70 euros la habitación doble, IVA incluido; desayuno, 16 euros, IVA incluido.

Empatía y simpatía

No está solo en el empeño. Marisol Miravete, Antonio González y José María Hernández, entre otros trabajadores provenientes del extinto parador de Puerto Lumbreras, cumplen en el comedor los preceptos también áureos de la hospitalidad: empatía y simpatía con el huésped, los cimientos de la confianza que proporciona el conocimiento de cada uno a través de un trato personal y una generosidad desinteresada.

Otros nombres se suman al equipo litúrgico, los de los cocineros Pedro Moreno y Ginés Navarro, capaces de conquistar los paladares con unos desayunos esmerados. El aceite del bufé es de buena calidad, pero a poco que uno le haga ojitos a Hernández aparecerá a la mañana siguiente con un prensado único procedente de su almazara familiar.

Por lo que respecta a las instalaciones, en su amplitud quizá destilen un aire desabrido, intrincado, de largos corredores y espacios enormes franqueados por interminables cristaleras. Los muros de piedra desnuda, prolongados por el amurallamiento de la propia fortaleza, acrecientan esta impresión. Solo el spa, abierto a una terraza exterior en panavisión sobre el valle del Guadalentín y las sierras del Gigante, la Culebrina y el Cambrón, atempera la frialdad de los interiores.

Espacios igualmente desahogados ofrecen las habitaciones. Amplias, luminosas, decoradas con mucho oficio, aunque quizá se echen en falta unos toques más personales. Y la pátina humana que siempre otorga el tiempo, cuando el parador esté más vivido.

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