Noches en plena Cava Baja
POSADA DEL DRAGÓN, una corrala evocadora en el centro de Madrid
Al final de la Cava Baja, casi en su confluencia con Puerta Cerrada, existió una fábrica de jabones cuyo perfume distinguió durante mucho tiempo a los madrileños más castizos: La Antoñita. El emprendimiento, hoy transformado en restaurante, era contiguo a una corrala edificada por el marqués de Cubas en 1868 sobre los restos de la muralla árabe y cristiana de Madrid. A partir de 1910, tras una severa reconstrucción, hospedó a los comerciantes del Rastro y detallistas del cercano mercado de la Cebada, además de alojar una parada de postas con destino a San Martín de Valdeiglesias. No había, pues, mejor lugar ni ocasión para que el empresario Lars von der Wetten y la familia Pérez Fuentes lo transformaran, un siglo después, en el atractivo hotel con encanto que es ahora.
Puntuación: 7 | |
Arquitectura | 8 |
Decoración | 7 |
Estado de conservación | 8 |
Confortabilidad habitaciones | 7 |
Aseos | 6 |
Ambiente | 9 |
Desayuno | 5 |
Atención | 9 |
Tranquilildad | 7 |
Instalaciones | 6 |
Da gusto entrar en el patio de comidas y que mucho recuerde a la antigua jabonería, no solamente en sus aspectos decorativos. De postre aquí se sirven pastillas de La Antoñita, con su espuma alrededor que sabe a jabón, aunque sea una composición de jazmín. Inexcusable probarlo. Y por si alguien manifestara algún repelús, el servicio se encarga amablemente de convencerle con algo más que palabras. Una sonrisa sin imposturas es lema obligado en este local.
La historia nos conduce a través de sus vigas coloradas por la corrala que distribuye las 27 habitaciones, cada una de un tono y con una personalidad diferentes. Las hay neobarrocas o con ese perfil vintage que ha sido moda en los últimos años. Las hay también de estructura minimalista y geometrismo psicodélico. Está la corrala individual, con apenas sitio para una cama y dos lamparitas de guarnición. Y están también los dormitorios con balcones a la Cava Baja, desde cuyos pisos superiores se contemplan los tejados y buhardillas de la ciudad. Sin excepciones, los colchones y almohadas son viscoelásticos, que aportan sobre el envoltorio un plus de modernidad. Los cuartos de baño juegan a sutiles transparencias con las alcobas. Y siempre, siempre, algún detalle fotográfico o pictórico recordatorio de vivo madrileñismo.
Todo es evocador, todo es onírico. Soportablemente cañí. E insólitamente tranquilo de noche, ya que esta calle estrella del Madrid de los Austrias tiene en realidad poco tráfico.
Posada del Dragón
- Categoría: tres estrellas.
- Dirección: Cava Baja, 14. Madrid.
- Teléfono: 911 19 14 24.
- Internet: www.posadadeldragon.com.
- Instalaciones: salón de estar, restaurante.
- Habitaciones: 1 individual, 26 dobles.
- Servicios: no hay habitaciones adaptadas para discapacitados, animales domésticos prohibidos. Precios:desde 75,65 euros la habitación doble, IVA incluido; desayuno, 12 euros, IVA incluido.
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