De grafitis por Tenerife
Recorrido por el arte urbano de la isla, donde las paradas de bus están decoradas por grafiteros
Hace tiempo que el arte del grafiti, muy a su pesar, ha ido perdiendo algunos de sus atributos: marginal, alternativo, independiente… para ir revistiéndose de la misma respetabilidad que se atribuye a la pintura encerrada en los museos. En Tenerife esto resultará obvio para quien viaje en autobús, cuyas marquesinas desde Santa Cruz hasta la Candelaria o Güimar están decoradas con trabajos, bajo encargo del Cabildo de Tenerife, del autor conocido como Sabotaje al Montaje, uno de los grandes precursores del arte urbano en la isla. Señalado por las nuevas generaciones como el introductor en Tenerife del muralismo más serio y elaborado, es también autor de la fachada del Teatro Victoria, junto al parque García Sanabria. Sus más recientes trabajos se encuentran en el valle de la Orotava, puerto de la Cruz y los Realejos.
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Pero el grafiti en Tenerife es mucho y muy variado, como demuestra el El Wall of Fame Tour de Santa Cruz, un recorrido por los principales muros de grafitis de la ciudad. Arranca en la Plaza de Europa, cuadrilátero de pintadas junto al edificio de Hacienda, cerca de la bonita zona de la Noria, con trabajos, entre otros, del artista conocido como Muro. Sigue por las canchas de Tío Pino, en el camino del Hierro y junto al túnel de Somosierra, con importantes piezas del grupo de grafiteros (crew, en el argot grafitero) STB, una de las más importantes de la isla. Continúa por las chapas del parque Viera y Clavijo, frente al estadio de fútbol Heliodoro Rodríguez López, con pintadas de Acon, y termina en las canchas de Casa Pisaca, en el bonito y verdadero barrio del Toscal, donde el ayuntamiento estudia crear un catálogo de viviendas abandonadas para grafitear sus muros y fachadas. El pasado 23 de junio se celebró aquí el primer Campeonato de Grafitis de Canarias, en el que triunfaron Pesi-Flip, Akon-Ups y Oki. Uno de los más conocidos grafiteros de la isla, el mencionado Iker Muro, firmó el logrado mural Shake Well, y una de las crews más activas de Tenerife, Air Works, la pieza Keep the attitude.
Hay otros puntos, no tan emblemáticos, pero sí muy interesantes, como la antigua fábrica de la autovía de San Andrés, con firmas de Pez, o el mural del mirador de las Teresitas, de los primeros de la isla. Sin olvidar lugares tan insólitos como la zona de las chicas de la calle Miraflores, pequeño y tradicional barrio rojo de la capital, con toda una cuadra cubierta de murales y grafitis, algunos bastante subiditos de tono, y con firmas como las de Pesi y Sk, leyendas vivas del arte urbano de Tenerife. Otro punto, más difícil de encontrar, se encuentra en el barranco de los Lavaderos, detrás del Hotel Mencey, con pintadas de la joven crew ILK. Uno de sus integrantes, Koyak, es autor de divertidos murales como el del pasaje Sitja, curtido callejón de la capital con dos bares de mucha solera. Más al norte, en la parada del tranvía de Gracia, hay otra pieza emblemática: El brujo, del grupo STB. En el barrio de Ofra también hay pintadas del trío BDC, formado por East, Stone y Rest. En este barrio surgió, años después, Sehn, al que se considera como uno de los pioneros del realismo en la isla. En el trayecto del tranvía hacia la Paz, la crew SP (Somos Payasos), tiene platas en las cristaleras del puente Zurita.
La Laguna, vibrante y bellísima ciudad, tiene su propia zona de experimentación: el carril bici detrás de la plaza del Adelantado, donde desfogan los grafiteros a base de tags (firmas), suelos incluidos, y donde se pueden ver pintadas de Nost y Gore.
En esta ciudad encontramos, además, el mejor lugar para empaparse de movida grafitera, la tienda FBG. Está ubicada en el edificio Galaxia y se ha convertido en importante punto de encuentro de grafiteros. Aquí, los escritores repasan la historia local del arte urbano, un recorrido que nace con los tags de Yor y Ton, los primeros de Tenerife, y concluye, por el momento, con lo último de Ilo, un chico de 12 años que tiene la isla, como dicen sus compañeros, reventada con sus pintadas.
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