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AIRE LIBRE

Diez pulmones para el planeta

Montañas azules, cañones de tres mil metros de profundidad y jardines de coral sumergidos en un recorrido fascinante por diez parques nacionales de medio mundo

Montañas azules en Australia; jardines de coral sumergidos en aguas turquesas de Tailandia; paisaje lunares y cielos inabarcables a lo largo de 500 kilómetros en la costa atlántica de África; o el verdor de 650 kilómetros de extensión boscosa en la Sierra Nevada californiana. Ruta por diez grandes parques nacionales para recorrer el mundo y airear los pulmones.

01 Tres en uno en California

La verde extensión de la californiana Sierra Nevada conforma, en realidad, un auténtico festival de reservas naturales a lo largo de sus 650 kilómetros de superficie. A tiro de coche desde las cinematográficas cuestas de San Francisco, se puede realizar en pocos días una trilogía de lujo: perderse en los frondosos bosques de Sequoia National Park (www.nps.gov/seki), donde se estiran los árboles más voluminosos del planeta (83 metros alcanza el General Sherman Tree), conducir por la panorámica Highway 180 junto al potente y serpenteante cauce que ruge en King's Canyon, o visitar el plácido y transitado Valle de Yosemite.

Aunque atestado de turistas, resulta sencillo abstraerse de la masa al otear el valle desde lo alto de Yosemite Falls, o situarse bajo las moles graníticas del Half Dome o El Capitán, la meca para escaladores de medio mundo, pues siempre hay cordadas en The Nose, su ruta más emblemática (un kilómetro de roca vertical).El deleite paisajístico debe completarse conduciendo hacia el norte, donde se extienden las verdes praderas de Tuolumne Meadows y la cristalina superficie del Tenaya Lake, para abandonar el parque por el Tioga Pass (solo abierto en verano) y dirigirse por la highway 395 hacia la California desértica del Valle de la Muerte.

» www.nps.gov/yose

02 Reino del cóndor

Los más tres mil metros de caída casi vertical desde su punto más alto lo dicen todo. El cañón del Colca, protagonista (casi) absoluto del homónimo parque nacional situado en el sur de Perú (a cuatro horas de Arequipa, en autobús de línea), resulta un paraíso, además, para quienes buscan liberar una buena dosis de adrenalina, con actividades de rafting, senderismo y bici de montaña rondando los cuatro mil metros de altitud.

En este brutal desfiladero hay especies de todo tipo. Desde lugareños que remontan bajo un ardiente sol las cuatro horas de subida hasta Cabanaconde, tras una noche de fiestas patronales en uno de los pueblos hundidos en el interior de esta descomunal garganta, hasta los señoriales cóndores, auténticos reyes del cañón. Su elegante porte cuando planean a primera hora de la mañana sobre el inmenso vació del Colca, se puede divisar desde el mirador de la Cruz del Condor, y merece absolutamente el madrugón.

» www.turismoperu.info

03 En el filo de la inmensidad

De los cinco parques naturales que integran las Montañas Rocosas canadienses, Banff es el más antiguo, desde 1885. Abarca 6.641 kilómetros cuadrados de terreno montañoso y paisajes alpinos privilegiados, jardines de amapolas durante el verano y extensiones glaciares en invierno. Su joya más codiciada es Lake Louise, un lago inmenso famoso por su belleza, aunque también tiene otros lugares de interés como las Cataratas del Arco. El complemento perfecto son las reservas vecinas de Jasper y Yoho, para una ruta que exige atención y mil ojos, pues los osos pardos campan a sus anchas por la zona.

» www.pc.gc.ca

» www.banfflakelouise.com

04 En plena sabana, como Obama

La Reserva Masai Mara, en Kenia, se popularizó especialmente a raíz de la visita del actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que pasó un día en la zona, entre fieras y leyendas masais. Pero para los amantes de los safaris, siempre ha sido un destino marcado como favorito en el mapa para observar leopardos, cebras, hipopótamos, elefantes y hienas. Establecida como reserva protegida en 1961, la sabana discurre a lo largo del suroeste de Kenia, cruzada por un río principal, el Mara. No hay vallas ni multitudes, por lo que las mejores fechas para los safaris a pie y las excursiones en todoterreno son en verano, cuando el ñu y la cebra se encuentran en mayor número.

» www.maasaimara.com

05 Un parque nacional sumergido

La estampa idílica de playas exóticas se plasma en el Parque Nacional Mu Ko Similan, en Tailandia, formado por nueve islas deshabitadas, a 50 kilómetros de la costa oeste de Phangnga. Las playas de arena blanca se abren entre formaciones de roca que en ocasiones parecen inexplicables. La zona es muy popular también por sus fondos marinos, indispensables para los aficionados al submarinismo y la naturaleza, donde disfrutar de abundantes y coloridos jardines de coral, además de ver especies como tiburones ballena y tortugas.

» www.dnp.go.th

06 Montañas azules en Australia

Australia fue el primer país en declarar una paraje natural como Parque Nacional en 1879. No tan conocido como la Gran Barrera de Coral o los valles del sudeste de Tasmania, pero con la misma riqueza natural intacta, Blue Mountain es una cordillera que debe su nombre al color azul que se desprende sus montañas cuando son vistas desde lejos. Cercano a una de las localidades más turísticas de Sydney, sus gargantas y barrancos están cubiertos de vegetación. La zona más espectacular es la llamada Tree Sisters, con tres columnas rocosas idénticas. En Nueva Zelanda, y más transitada por los turistas, está la Bahía Milford, la joya del Parque Nacional de Fiordland, en la Isla del Sur. Permite adentrarse en barco entre algunos de los fiordos más asombrosos del país, y pasar ante algunos de los iconos más famosos de Nueva Zelanda, como Milford Sound, Mitre Peak, y Great Walks.

» www.bluemts.com.au

» www.fiordland.org.nz

07 Los cielos de otras vidas

Con el Atlántico de fondo, el paisaje lunar de la Costa de los Esqueletos descubre, en Namibia, cielos de amplitud inabarcable y más de un centenar de especies observables en un terreno que se extiende desde el río Kunene, en el norte, a lo largo de unos 500 kilómetros, protegiendo alrededor de un tercio de la costa. Un desierto de arena blanca, dunas y cañones, salpicado de esqueletos de barcos varados tiempo atrás. Todo con un clima nada extremo, pues la brisa del mar suaviza el calor del desierto. Y, sorprendentemente, todo un paraíso para los deportes de riesgo: quads entre dunas, karts, paracaidismo, caída libre...

» www.namibian.org

08 El cambio climático desde el móvil

El Parque Nacional Suizo, en la Engadina, fue uno de los primeros que adquirieron esta mención en Europa y el primero de los Alpes. Es uno de los lugares perfectos para practicar el ecoturismo de aventura, ya que sus refugios de montaña están rodeados de flora, fauna y vida salvaje, como el quebrantahuesos, el águila real, el rebeco y el ciervo. Sin salir del país, la región de Jungfrau, conocida por su oferta de deportes de invierno ante la imponente cara norte del Eiger, está especialmente involucrada en luchar contra el cambio climático. Existen siete rutas de senderismo bien señalizadas en las que, según los expertos de la Universidad de Berna, se puede comproba sobre el terreno el avance del deshielo en los Alpes. Además, se puede descargar en el movil una completa guía para realizar cada uno de los itinerarios con el iPhone como guía.

» www.jungfrau-klimaguide.ch

09 Once años de 'Carros de foc'

Uno de los recorridos senderistas más estéticos del Pirineo catalán es el que atraviesa, circularmente, el Parque Nacional de Aigües Tortes i Estany de Sant Maurici. La travesía, pensada para patear entre cinco y siete días, conecta las comarcas del Pallars, Alta Ribagorça y Val d'Arán Aran. Fue bautizada como Carros de Foc hace ahora once años y recorre el parque de punta a punta parando en los nueves refugios que alberga. También merece la pena incluir la ascensión a alguna de las puntas pirenaicas que jalonan el recorrido, para comprobar desde arriba por qué el agua es protagonista en esta reserva, que acumula cerca de 200 lagos, o estanys, de montaña.

» www.carrosdefoc.com

10 El pionero

Camino de su centenario, el Parque Nacional de Picos de Europa fue declarado como tal un 22 de julio de 1918, en su iniciática nomenclatura de Parque Nacional de la Montaña de Covadonga. El empuje de don Pedro de Pidal, marqués de Villaviciosa, senador y apasionado por la naturaleza y las actividades que se realizan en ella (suya es la primera escalada al Naranjo de Bulnes junto al lugareño Gregorio Pérez El Cainejo en agosto de 1904), fraguó en la primera nueva ley de Parques Nacionales en 1914, que cuatro años más tarde daría su primer fruto. Actualmente, el parque integra 64.600 hectáreas repartidas en tres grandes macizos con vertientes a tres comunidades diferentes (Asturias, Cantabria y Castilla y León), y una valiosísima riqueza medioambiental.

» http://reddeparquesnacionales.mma.es/parques/picos

Escalada en Tuolumne Meadows, sector granítico del Parque Nacional de Yosemite (California)
Escalada en Tuolumne Meadows, sector granítico del Parque Nacional de Yosemite (California)
Una pareja de Cóndores vuelan junto al mirador de la Cruz del Cóndor, en pleno Cañón del Colca
Una pareja de Cóndores vuelan junto al mirador de la Cruz del Cóndor, en pleno Cañón del ColcaGONZALO AZUMENDI
Árbol petrificado en el desierto de Namib, Namibia
Árbol petrificado en el desierto de Namib, NamibiaGABRIEL ORGAZ
Panorámica del Sant Maurici, en el parque nacional de Aigüestortes, Lleida
Panorámica del Sant Maurici, en el parque nacional de Aigüestortes, Lleida

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