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"En nuestro restaurante sí podían entrar los negros"

Brian Shalkof y Eduan Naude abrieron hace 40 años Gramadoelas, en el efervescente barrio de Newtown de Johannesburgo

"Ya sabes, en aquellos tiempos, Suráfrica estaba partida en dos. También los restaurantes. Había restaurantes para blancos y restaurantes para negros". Brian Shalkof bebe un trago de su refresco y lo posa con cierto orgullo sobre una bandeja con motivos árabes. "Y nosotros fuimos los primeros que permitimos la entrada de negros en nuestro local." Shalkof y su socio Eduan Naude abrieron a finales de los sesenta el Gramadoelas , en un "Johannesburgo difícil, en un país roto".

El local pasó por varios barrios de la ciudad hasta instalarse, hace ya más de una década, en Newtown, una de las zonas más vivas de Joburg. En la plaza Mary Fitzgerald y sus alrededores se concentran varias galerías de arte, el famoso Market Theather, el Museo de África, el centro científico Sci -Bono, clubs de jazz, cafeterías, restaurantes y bares de copas. En el mismo Market Theater de la peatonal Bree Street, por la que se despliega un pequeño mercadillo, se encuentra este peculiar local.

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Gramadoelas huele a madera y pimienta. Es un establecimiento loco. Los objetos se amontonan como en un desván. Es un restaurante pero también una suerte de almoneda africana salpicada de recuerdos británicos, holandeses y franceses. Retratos de la famosa cantante local Miriam Macheba, lámparas Tiffany, cachivaches de rattan, arañas de bronce, vasijas de wengé llenas de arcos y flechas, calderas de cobre, largos candelabros sobre tapices de colores imposibles... Todo este caos conforma una extraña elegancia.

"Nosotros ya éramos famosos antes de permitir la entrada de gente negra al local.", explica Naude. Y decidieron que podría entrar todo el mundo, porque "muchos eran amigos nuestros. Otros, venían de lejos a comer aquí. ¿Qué ibas a decir? ¿Quédese usted en la puerta, aquí sólo entran blancos?"

Se plantaron, "aún a sabiendas de que nos podían quitar la licencia para vender alcohol". Y lo más curioso es que no pasó nada. Paradójicamente, aquella decisión les dio una repercusión que aún colea. "Pues no sé el porqué no nos multaron, ni nos quitaron la licencia... El país empezaba a cambiar, supongo. Nosotros no éramos más que un restaurante".

El libro de visitas del Gramadoelas brilla. Por aquí han pasado Mandela, la reina de Inglaterra, los Clinton, medio Hollywood o David Rockefeller, entre otros. De todos, Naude se queda con Catherine Deneuve. "Vino a Joburg a inaugurar un nuevo edificio de la Alianza Francesa que está justo al lado de nosotros. Y le encantó nuestro restaurante. Venía todos los días, en ocasiones, incluso dos veces. Bellísima. Una señora fascinante."

Curris, pastel de carne, calabaza asada, sopa de cordero, langosta, dados de cocodrilo, abadejo con salsa de coco, aguacate con biltong (carne seca muy especiada), filetes de avestruz... "Nuestra cocina abraza toda la tradición surafricana, platos holandeses, de los hugonotes, ingleses o zulús. Es la cocina negra. Y también la de los blancos".

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J. M.
J. M.
J. M.
JUAN MUNGUÍA

GUÍA PRÁCTICA

Restaurante Gramadoelas, Bree street, Newtown, Johannesburgo

Tel: 0027 838 6960

Fax: 0027 838 6729

Móvil: 082 880 5555

Email: gramrest@global.co.za

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