Que las madres se relajen
Un manantial romano junto a Mérida o un oasis termal en plena llanura manchega. Cinco balnearios para que puedan desconectar durante el próximo fin de semana, que celebra el Día de la Madre
Radiactividad natural para quitarse estrés, molestias reumáticas o, por qué no, unos años de encima. Las propiedades curativas y relajantes de los manantiales que salpican la Península Ibérica se convierten en una excelente terapia para el próximo Día de la Madre. Que ellas se relajen con una selección de balnearios donde sumergirse en un tradicional jacuzzi, o probar masajes subacuáticos, duchas escocesas, parafangos y vaporáriums.
01 Terma romana con vaporárium
Caldes de Montbui es tierra de aguas termales. Esta localidad de sabor romano, situada a poco más de 20 km de Barcelona, a mediados del siglo XIX llegó a contar con hasta ocho balnearios. El de Vila de Caldes es moderno, confortable, con todos los servicios necesarios para intentar sepultar el estrés, el agotamiento, las afecciones reumáticas... Cuenta con jacuzzi, piscina termal, vaporárium, ducha circular, solárium, rayos UVA, masajes y un completo hotel de cuatro estrellas.
02 Bueno para el riñón
Gran parte de este pueblo de Granada hace su vida en torno al agua, un agua que alimenta el Balneario de Lanjarón, y la embotelladora. El balneario no tiene hotel, pero el pueblo ofrece variedad de alojamientos de diferentes precios. Capuchina, San Vicente, Salud, Capilla y el Salado son los cinco manantiales de Lanjarón. De sus aguas beben aquellos con afecciones renales, sinusitis, anemia o colesterol, por ejemplo. Además, técnicas de tratamiento que van desde el baño de burbujas, el masaje subacuático, inhalaciones, pulverizaciones o fango. Y todo esto, con Las Alpujarras, Sierra Nevada o Granada capital a un paso.
03 Villa termal junto al Arnoia
Famoso por sus aguas sanadoras, el pueblo orensano de Baños de Molgas se puede considerar como una villa termal. Los tres manantiales que brotan en los márgenes del río Arnoia, el Caliente, La Charca y La Burga (cuyas aguas sulfurosas se ingerían para aliviar males antes de los antibióticos) son su razón de existir, conocidos ya en época romana y de fama creciente en la Edad Media. La peculiaridad de sus aguas (hipertermales, silicatadas, oligometálicas y radiactivas) multiplican sus indicaciones terapéuticas, que alivian reumatismos, artrosis, secuelas quirúrgicas y hasta trastornos del sistema nervioso. Envuelto en un paisaje rural y tranquilo, el balneario Baños de Molgas combina sus tratamientos con excursiones a lugares cercanos, como el Santuario de los Milagros o la villa monumental Allariz.
04 Balneario al aire libre
De corte tradicional, el Balneario de Alange, en Badajoz, propone un viaje en el tiempo, además de un delirio termal, pues sus termas romanas están declaradas como monumento histórico artístico. El manantial de Alange se encuentra muy próximo a Mérida, importante enclave en la Hispania Romana, cercanía que ya aprovechaban los habitantes de la otrora Emérita Augusta para sus ratos de ocio. Un balneario prácticamente al aire libre, y a la que se accede por hermosos patios repletos de plantas, que se ha especializado en tratar problemas relacionados con el sistema nervioso, al combinar las propiedades sedantes que proporciona la radiactividad natural de sus aguas, y la cura de relajación del abate alemán Kneip. Piscinas y pilas de agua termal a diferentes temperaturas, masajes subacuáticos, ducha escocesa, aerosoles y parafangos completan el circuito curativo.
05 Un oasis en La Mancha
Varios pozos de agua en plena llanura manchega, descubiertos por azar en el siglo XVIII, dieron origen a la tradición termal en Santa Cruz de Mudela, Ciudad Real. Actualmente, las aguas del Balneario de Cervantes, heredero de aquella usanza decimonónica de tomar baños, se nutre todavía de estos manantiales, Villa Rosa y Baños, cuyas propiedades permiten tratar desde problemas gástricos a molestias de artrosis, reúma y alergias. El centro, construcción castellana con motivos mozárabes rehabilitada a fondo en 1995, cuenta con un hotel propio para alojarse, y, quizá pensando en la proximidad del verano, añade técnicas antiestrés y de adelgazamiento entre los tratamientos corporales y termales.
www.balneariocervantes.com
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