Ángeles Caso: "Jamás haría un viaje organizado. ¡Qué horror!"

Cuando viaja a un país sobre el que más tarde escribirá, Ángeles Caso, último Premio Planeta por su obra Contra el viento, prefiere viajar sola y así empaparse más de la cultura. A pesar de haber viajado a muchos lugares,la escritora asturiana asegura que nunca olvidará el mes que vivió en París gracias a una beca universitaria cuando estudiaba Historia del Arte.

¿Viajó a Cabo Verde mientras escribía su libro 'Contra el viento'?

La verdad es que no llegué a viajar a Cabo Verde. Fue una decisión que tomé a conciencia: mis amigas caboverdianas me han hablado mucho del país, y estaba segura de que la potencia del paisaje y la energía de la gente me iban a dominar. Como no quería hacer una novela antropológica o folklórica, pensé que era mejor no hacer ese viaje. Las descripciones de paisajes que hago son fruto de los recuerdos y las fotos de mis amigas, los datos de un par de guías que me compré y un montón de viajes virtuales gracias a Google Earth, que es una herramienta extraordinaria.

¿Qué lugares o delicias gastronómicas caboverdianos recomendaría?

Por lo que sé del país, todo él es maravilloso, con sus islas volcánicas y resecas y otras mucho más tropicales, con su gente alegre y maravillosa y su música fantástica. En cuanto a las comidas, hay un plato riquísimo que mis amigas han hecho para mí alguna vez, la cachupa, un guiso a base de maíz, frijoles, carne y verduras. Exquisito.

En 'Contra el viento' su protagonista, Sao, planea unas vacaciones cuando ya vive en Portugal. ¿Cómo es el concepto de turismo para las mujeres caboverdianas?

Lo cierto es que los inmigrantes en general hacen muy poco turismo: no pueden permitírselo. A veces viajan a algún país o alguna ciudad española donde tienen algún familiar y, muy de cuando en cuando, consiguen ahorrar lo suficiente para volver por unas semanas a su casa. Eso es todo. La propia Sao no se ha tomado nunca unas vacaciones. Para ellos todo eso es un lujo que vivimos nosotros, los ricos.

¿Qué países ha visitado para escribir sus anteriores libros?

He hecho varios viajes para documentarme para otros libros. He estado en Austria, Hungría, Baviera, Normandía, Grecia... En ese tipo de viajes de trabajo me suele gustar ir sola, para poder madurar lentamente todo lo que voy viendo.

Un viaje que le haya marcado...

Tal vez me quedaría con la primera vez que fui a París, a los 18 años, con una beca, y durante un mes descubrí a fondo esa ciudad que para mí, que estudiaba Historia del Arte, era tan importante. O cuando me vi en medio del Monte Olimpo, yo que he admirado siempre tanto la cultura griega y que creo firmemente que sus dioses están sentados allá en lo alto, en medio de las nubes.

¿Es lectora de literatura de viajes?

Lo cierto es que no soy lectora habitual de libros de viajes, aunque he disfrutado mucho de los que he leído, Paul Theroux, André Gide, Laurence Sterne, la condesa d'Aulnoy, Kapuscinski...

¿Le dan ganas de viajar cuando lee este tipo de libros?

Claro que me dan ganas de conocer otros lugares, pero eso me pasa con un libro, una foto, un artículo de periódico... Siempre estoy dispuesta a descubrir lugares nuevos. Hay pocas cosas que me gusten más que viajar.

¿Cómo organiza sus viajes?

Lo organizo yo o alguien que viaje conmigo. Si es viaje es corto, suelo llevar los hoteles reservados. Cuando es un poco más largo, prefiero viajar a la aventura, con un coche de alquiler y sin cerrar nada. Para los que viajamos de esta manera, Internet es maravilloso. Antes era mucho más difícil organizarte tus propias rutas. A veces incluso imposible, y quisieras o no acababas pasando por una agencia de viajes.

¿Ha contratado algún paquete vacacional con todo incluido y organizado?

Jamás haría un viaje organizado. ¡Qué horror! Es lo contrario de la idea que yo tengo del viaje.

El viaje que tiene pendiente de realizar...

Hay infinidad de sitios a los que me gustaría ir: las islas de los Mares del Sur, la Antártida, la India...

Una mala experiencia durante un viaje...

Puede que sea una persona afortunada, pero lo cierto es que no tengo malos recuerdos de ningún viaje. Siempre disfruto muchísimo y lamento un montón tener que volver, incluso cuando las condiciones no son las mejores.