Perdido en las calles de 'Millennium'
Un paseo sin rumbo por Estocolmo recorriendo los escenarios de la famosa trilogía de Stieg Larsson
Södermalm, sur de Estocolmo. Es invierno. Acaba de anochecer. El termómetro apenas marca los cero grados y sigue bajando. Nos encontramos en la salida del metro de Hornstull, primera parada de un imprudente recorrido por los escenarios que ambientan la trilogía Millennium, de Stieg Larsson. Ésta es la primera y única pista que centra en el mapa el paseo que durante las dos próximas horas haremos por el barrio más bohemio de la capital sueca. En este momento no sabemos nada más.
Antes de empezar a caminar merece la pena pararse para hacer una confesión. El que escribe no ha leído ninguno de los tres libros del popular autor sueco, ni siquiera la contraportada. No se asuste, puede que usted tampoco lo haya hecho. En realidad, no tiene ninguna importancia. La idea (de ahí su riesgo) es ir descubriendo la zona con la ayuda de los vecinos y, tal vez, un poco de intuición.
Si Larsson ha vendido tres millones de ejemplares en Suecia y Suecia tiene 9 millones de habitantes, es bastante probable que la gente de Södermalm nos pueda ayudar. Probemos. Empecemos, ahora sí, a caminar. A ver qué pasa.
Comienza el paseo
La primera referencia es que cerca de donde nos encontramos está la casa que Lisbeth Salander, la protagonista, compartía con Miriam Wu. Con esta información, y después de un par de preguntas no demasiado productivas, damos con una vecina dispuesta a guiarnos en la primera parte del paseo.
Greta (así se llama la vecina) vive en la intersección entre las calles Varvsgatan y Lundagatan, en una opulenta distribución de edificios que oculta un patio privado en su interior. "La mayoría de las casa de esta zona se construyeron con ayuda gubernamental", nos cuenta. La sobria construcción en hormigón de los edificios le da la razón. "Aquí", y señala una ventana cualquiera, "debería haber vivido la madre de Lisbeth. En el piso que luego la hija le regala a Mimmy Wu".
Giramos 180 grados sobre nuestros pies y la mirada se centra en la iglesia de Högalids, en el parque de Hogalidsgatan, testigo de la brutal paliza que Miriam Wu recibe a manos del esbirro de Alexander Zalachenko en el segundo tomo. Greta, que describe la escena con una enfermiza pasión, parece no tener demasiada prisa y decide acompañarnos un poco más. Por el camino, bajando por la calle Lundagatan, nos pone al día del gran cotilleo nacional: el tejemaneje de la herencia Larsson.
Hablando, apenas nos damos cuenta de que hemos llegado al final de la Lundagatan. Ahora giramos a la derecha por Ringvägen. "En esta calle está el club de boxeo donde entrenaba Paolo Roberto", personaje también de la segunda entrega. Cuando llegamos a la calle Hornsgatan, poco antes del centro deportivo de Zinkensdamm, Greta se despide amablemente. Antes, nos instruye sobre los próximos destinos. Si todo va bien, el camino no parece complicado.
Tras los pasos de Mikael Blomkvist
Ha pasado como media hora desde que salimos de la parada de Hornstull. El termómetro ahora marca cinco grados bajo cero. Con el frío metido en el cuerpo hacemos una pausa. Seguimos en Hornsgatan y el Mellqvist Kaffebar, en el número 78, parece un buen lugar para entrar en calor. Sólo después de dos cafés nos enteramos: Mikael Blomkvist y Lisbeth Salander se citaban aquí. No sólo eso, nos explica el camarero, Larsson también era un buen cliente, "solía venir por las mañanas a desayunar".
La localización de la casa en la que vivía Larsson no ha trascendido, pero seguramente no esté demasiado lejos de donde nos encontramos ahora mismo. La dirección del apartamento de soltero de Mikael Blomkvist, en cambio, es de dominio público. El camarero del Kaffebar, que ya ha abandonado la barra, nos indica cómo llegar. Siguiendo por Hornsgatan, debemos tomar la primera calle a la izquierda, Torkel Knutssonsgatan, y después, la segunda a la derecha, Tavastgatan. "No tiene pérdida".
Söder, que es como se conoce a Södermalm, era en su origen un barrio obrero. Sólo en su origen. De las casas de protección oficial que hemos visto al principio de este paseo poco va quedando según avanzamos hacia el norte. Ahora, en la calle Tavastgatan, sólo vemos viviendas recuperadas, quizás del siglo XVIII o XIX. Sorprendemos a un atrevido ciclista, única alma que se ve por la calle, preguntándole si es caro vivir aquí. "Muy, muy caro", responde, sin apenas tocar el freno.
Sabemos, porque nos lo había dicho Greta, que en esta calle está el restaurante sirio en el que la redacción de la revista Millennium solía ir a cenar según los libros. Se trata del Samirs Gryta, y está en el número 28. Abarrotado de gente, seguimos caminando hacia la casa de Mikael. Al llegar a la intersección con Bellmansgatan buscamos el número 1. No resulta demasiado complicado. En la puerta, una pareja gasta la batería de su cámara de fotos. Son unos turistas italianos. Ella (Manuela) ha leído los dos primeros libros y acaba de empezar el tercero. Él (Marco) aún está arrancando con la primera parte.
"El mejor lugar para contemplar la casa que Mikael Blomkvist es desde la parte superior de la calle", apunta Manuela. Se refiere a la calle que da acceso al antiguo ascensor urbano de Maria Hissen. Desde esta posición se averigua el mar a través de los tejados de las casas colindantes. Marco y Manuela han parado aquí después de visitar el edificio de viviendas de lujo al que se muda Lisbeth Salander en la segunda entrega.
Acaban de tomar algo aquí al lado, en el pub The Bishop Arms (Bellmansgatan, 12) y ya vuelven hacia el hotel. Nos dan la dirección del piso de Salander y nos recomiendan bajar por Brännkyrkagatan hasta llegar al Slussen, la esclusa, en la plaza de Södermalmstonkg.
Espiando a Lisbeth Salander
La plaza de Södermalmstonkg une Söder con Gamla Stan, la zona más antigua de la ciudad. En este lugar tiene su sede Milton Security, la empresa para la que empieza a trabajar Lisbeth Salander en la primera entrega. La plaza también es el punto de partida de Götgatan, la arteria principal de toda la isla.
Copada de tiendas, restaurantes y cafeterías, esta calle es el epicentro nocturno de Söder y una de las zonas más jóvenes de Estocolmo. Seguimos nuestro recorrido a pie hasta llegar a Hökensgata. En esta intersección, justo encima de los carteles de la oficina de Greenpeace, estaría situada la redacción de Millennium, la revista para la que trabaja Mikael Blomkvist.
En la puerta hay una chica que nos confirma la situación. "Y ¿quieres ver algo más curioso aún?", dice. Afirmamos y nos lleva sólo unos metros más arriba hasta la puerta (cerrada) de un Seven Eleven. "¿Ves eso de ahí?", y señala el armario de refrigerados, "pues de eso es de lo que se alimenta Lisbeth". Se refiere, al parecer, a la obsesiva manía de la protagonista de Millennium de comer 'comida basura'. Básicamente pizzas congeladas que, en las novelas, adquiere en este establecimiento.
Volviendo los pasos andados y tomando Hökensgata (el camino a la inversa que Salander hacía todos los días para ir a trabajar) llegamos a la plaza de Mosebacke, uno de los rincones más íntimos de la ciudad. A la derecha dejamos el Södra Teatern, el teatro más antiguo de Estocolmo, con más de 100 años. A la izquierda rodeamos una impactante torre de agua, ahora convertida en apartamentos.
La casa de Lisbeth se sitúa en el ático del número 9 de Fiskargatan. Un lugar que, en la vida real, resultó bastante polémico tras su construcción, pues la altura del edificio tapaba las vistas de la iglesia luterana de Katarina Bangata, situada justo detrás. El apartamento de Salander se distingue del resto por el revestimiento metálico verde que lo cubre. Desde sus ventanas es posible contemplar una espectacular vista del Báltico y de las islas de Gamla Stan, Östermalm y Djurgarden, en este orden, de izquierda a derecha.
El paseo empieza a llegar a su fin y casi por casualidad, bordeando la plaza de Mosebacke y cruzando el puente de Borgmastantrappan, llegamos al Katarinahissen, el ascensor urbano más antiguo de la ciudad. Bajando sus 38 metros de altura acabamos de nuevo en la plaza de Södermalmstorg.
Hacemos el último esfuerzo de preguntar, por si acaso se nos escapa algo. "¿De Larsson, por aquí?", nos comenta un policía, "ni idea. Pero sí quiere puede preguntar por la gira por los escenarios de sus novelas que organiza el Museo de la Ciudad. Es justo ahí enfrente y creo que salen todos los días". Señala la imponente fachada del Stads Museum. El policía tiene razón. La casa de Lisbeth, la de Mikael, los bares y el restaurante sirio que hemos visto, son algunos de los lugares que recorre este circuito organizado. No nos importa enterarnos de este atajo al final. Recorrerlos por nuestra cuenta, en realidad, tampoco ha sido tan difícil.
Más información en www.stadsmuseum.stockholm.se y en la Guía de Estocolmo de EL VIAJERO
La editorial Destino acaba de publicar en España 'La reina en el palacio de las corrientes de aire', última parte de la trilogía 'Millennium', de Stieg Larsson.
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