'Bossa nova' en Salvador de Bahía con Martina Klein
La modelo argentina propone un musical recorrido por la ciudad brasileña, sin perder el ritmo
Playas, cocoteros, aguas azul turquesa, islas y un bello faro hacen de Salvador de Bahía un "destino indispensable para cualquier viajero", señala Martina Klein. La modelo reconoce que pasear por las calles de Pelourinho, el centro histórico de la ciudad, así como por las diferentes playas "te hace sentir que todo se mueve a ritmo de bossa nova".
Sin perder el ritmo de tan sugerente y brasileira música, Martina Klein recomienda adentrarse en el casco antiguo de la ciudad, para empaparse de su pasado como capital del Brasil colonial al observar iglesias como la de San Francisco o el Terreiro de Jesús. Pero Martina lo tiene claro: el gran atractivo de Salvador son playas como la de Itapuan, con sus chiringuitos sobre la arena, todo tipo de bebidas tropicales y buen marisco.
Hay también opciones más íntimas y tranquilas, que Martina sugiere abordar en barco, como la isla de Itaparica. "Además de disfrutar del paseo marítimo, podrás ver la costa de Salvador de Bahía y sus numerosas playas, observar los sugerentes colores que se desprenden de la misma". Para rematar esta primera impresión del escenario, la top model aclara que Bahía "no es un destino familiar para ir con niños y eso...".
Evitando por un instante la inevitable atracción que el Pelourinho ejerce sobre el viajero, Martina aconseja acercarse hasta otros dos puntos estratégicos de la ciudad: el Faro de la Barra, situado en la antigua punta del Padrão, sobre el litoral de la capital bahiana, así como el Fuerte de San Marcelo, construido sobre un pequeño banco de arrecifes a pocos metros de la costa.
Sin perder el mar de vista, la próxima parada que sugiere la argentina es el Mercado Modelo donde, entre sus más de doscientos locales, el viajero podrá comprar una gran variedad de objetos de artesanía y recuerdos de Salvador de Bahía. Una excelente distracción para, además, abrir el apetito.
"Las mejores langostas se pueden degustar en Tía María, un restaurante de buena comida casera donde además se debe probar la feijoada" recomienda Martina. Se trata de un guiso puramente brasileño, cuyos ingredientes principales son la carne de res y las judías negras.
Y como alternativa, comida japonesa. Aunque parezca sorprendente, Martina aclara que "existen muchos locales en Brasil, ya que en este país se aloja una de las mayores colonias niponas". Una conexión más allá de los gastronómico, pues fue en Bahía donde le contaron que "la palabra arigato, gracias en japonés, viene de obrigado, gracias en portugués".
Llegado el momento del noctambulismo, Martina nos prepara un plan típico en Salvador de Bahía: "a la hora de salir de marcha, esta ciudad no es tanto de ir a discotecas o bares como de disfrutar de una verdadera fiesta en sus playas o calles, y tomar algo en sus restaurantes".
Con o sin resaca en el recuerdo, y más allá de sus increíbles playas, Martina tiene claro cuál es el principal tesoro de Salvador de Bahía... "su gente, que despide felicidad, espontaneidad y amabilidad, a pesar de las condiciones en las que muchos de ellos viven".
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