Turistas con retraso

España "se les ha quedado ya pequeña", asegura Antonio Távora, vicepresidente de la Federación Española de Agencias de Viajes, y los españoles cada vez tienen miras más lejanas a la hora de irse de vacaciones. Eso sí, sus (malos) hábitos a la hora de reservar parecen no cambiar tanto: siempre a última hora. De hecho, junio es todavía el mes en el que la mayoría decide su destino, y no precisamente durante los primeros días.

Las discusiones, calcular y recalcular el presupuesto y algún que otro amago antes de decidirse definitivamente, hacen que vuelen los días en el calendario y la visita a la agencia de viajes se retrase más de la cuenta. Una falta de previsión que diferencia al turista español del de otros países europeos, y evidentemente, encarece su viaje.

Como en todo, hay excepciones, reconoce Távora, y en este caso son los más afortunados. Los viajeros más previsores que se desmarcan de esta tendencia suelen llevarse las mejores ofertas, de las que sin embargo no hay que fiarse del todo. Según el vicepresidente de las agencias nacionales "a veces tienen más de cuentos que de descuentos".

La mejor recomendación posible cuando encontremos ese gran chollo del verano es leer siempre, y detenidamente, la letra pequeña. Al regresar a casa pesará más la calidad de nuestro viaje, que cuanto nos costó exactamente. En definitiva, volver con mejores o peores recuerdos, aunque el bolsillo se haya resentido un poco más. Sobre todo en una época en la que viajar se ha abaratado bastante gracias al incremento del turismo en la actualidad a lo largo y ancho del globo.

Un auge que está lejos de haber tocado techo, según las cifras que manejan las agencias españolas. Los 80 millones de turistas que circularon en 2006 alrededor del mundo llegarán a los 1.500 millones en 2010 según sus previsiones.

El tirón gastronómico

Por "gastronomía monumentos, cultura, ciudades y paisajes", España sigue siendo el principal destino de los viajeros españoles, aunque no siempre. En los tiempos que corren "la gente lo mismo hace un crucero por el Mediterráneo que se va a Estados Unidos, ya que gracias al dólar es un destino barato para los europeos", comenta Távora.

Algo que explica por qué los turistas hispanos cada vez tienen miras más internacionales cuando llega el verano, pues al final, "cualquier parte del mundo es un destino apropiado".