
Vencer la depresión y la ansiedad con talleres, terapia e información
Uno de cada cinco jóvenes de entre 15 y 24 años asegura que a menudo se siente deprimido o tiene poco interés en realizar algún tipo de actividad desde que comenzara la pandemia, según el informe sobre el Estado Mundial de la Infancia 2021 de Unicef. Educadores, psicólogos y los propios adolescentes hablan de cómo luchan contra estas dolencias

![Andre [nombre ficticio], de 14 años, posa en las gradas de un estadio deportivo remodelado en Carabayllo, un distrito en el norte de Lima (Perú), mientras espera la hora de su cita programada en el Centro Comunitario de Salud Mental que ahora ocupa uno de los edificios del terreno. A los 14 años, el chico se considera de mente abierta y capaz de adaptarse a nuevas circunstancias. Sin embargo, hace unos dos años, su madre, Roxana, recibió una llamada telefónica angustiada de la escuela: el chico decía que no quería seguir viviendo. En el centro comunitario, los profesionales diagnosticaron a Andre con ansiedad y depresión, relacionadas en parte con la separación de sus padres. Le recetaron un antidepresivo y lo derivaron a un psicólogo, psiquiatra y trabajador social para recibir terapia. Según una encuesta en línea realizada por el Ministerio de Salud y Unicef en 2020, un tercio de los niños y adolescentes en Perú experimentó dificultades socioemocionales durante la pandemia.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/CTZU5GULYJOPDEE5NV6CCHA4AI.jpg?auth=bd56048609c2e1647db8f4a7c6c28677bebcdc2332c845e4f426835edc1a2f1d&width=414)








![Dina (nombre ficticio), de 14 años, se sienta en un banco del parque y mira algo en su teléfono, en Kyzylorda, Kazajstán. Unos minutos más tarde, caminando hacia adelante, se da cuenta de un árbol familiar. Se detiene a recoger moras y dice que también hay una morera en su jardín. En casa, la joven planta árboles, cuida el jardín y baila con videos de K-pop en la sala de estar. Recientemente, sin embargo, ha abordado sus sentimientos de estrés y ansiedad con la ayuda de Bakhytkul Seitkhanova, un psicólogo educativo. “[Seitkhanova] me enseñó a expresar mis pensamientos abiertamente”, explica. "Ahora siento que nunca debería rendirme". Dina fue emparejada con Seitkhanova en 2020 después de una evaluación realizada como parte del Programa de Prevención del Suicidio y Promoción de la Salud Mental de los Adolescentes (AMHSP), un programa fundamental de concienciación sobre la salud mental y prevención del suicidio para adolescentes en la escuela y la atención médica en Kazajstán.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/5LNIUG6H25KDJD2PC3ZA3GYHEU.jpg?auth=28aa9c5c62019ce3a87cc4e4a2f087c654c0f39173c8afb66809043355ed873f&width=414)