10 fotosDECORACIÓNUn hogar en la fábrica de lápicesEn este antiguo espacio industrial junto al puerto de Copenhague se combinan tuberías vistas y suelos de hormigón con lo mejor del diseño nórdico. En ella viven y trabajan una pareja de artistas y sus hijos.El País Semanal05 feb 2021 - 00:01CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceExterior de una antigua fábrica de lápices reconvertida en la vivienda y estudio donde residen y trabajan la artista textil Hanne G (Gaard); su marido, Nicolay Gronlund, que hace canciones publicitarias, y sus hijos, Tara y Theo.Con la nueva Ópera de Henning Larsen como reclamo arquitectónico y el agua limpia como razón de peso, la reconversión del puerto de Copenhague en barrio residencial ha hecho crecer la ciudad y ha cambiado la vida de muchos de sus habitantes. No lejos del centro es posible zambullirse —en verano— y compaginar vida y trabajo en alguno de los antiguos almacenes transformados en viviendas.Mads MogensenLa mesa de centro es a la vez una lámpara. Se llama Illumesa, fue diseñada por Verner Panton y la produce Louis Poulsen. Junto al sofá, de Bolia, una de las elaboraciones textiles de la dueña de la casa y la lámpara Arco, un clásico de Achille Castiglioni que produce Flos. La mesa del comedor la diseñó el padre de Hanne. Las sillas son de Hans Wegner y las fabrica Carl Hansen. La lámpara de cobre es una creación de Arne Jacobsen.La diseñadora Hanne G construye sus esculturas de croché, mientras su marido, Nicolay Gronlund, compone canciones publicitarias en este espacio que no hace tanto era una fábrica de lápices. Con esas profesiones y dos hijos, mucho antes del confinamiento, los Gronlund apostaron por el aire fresco de un nuevo barrio en el que tener más espacio, más luz y acceso directo a la naturaleza. Mads MogensenJunto al comedor, un clásico de la cálida modernidad danesa, la cocina de acero inoxidable y sobre ruedas de estilo industrial. La columna roja de nevera y horno es de Ikea.La fama a Hanne G le llegó tras presentar una colección de fusiles tejidos en croché. “Fue la yuxtaposición entre algo aparentemente masculino y algo aparentemente femenino, pero también entre lo hecho a mano y lo industrial, entre lo divertido y lo peligroso o entre lo blando y lo rígido, lo que popularizó la serie”, explica. De las armas pasó a las plantas, y de estas, a intentar tejer personajes enteros con el aire naif del punto coloreado. La casa donde viven y trabajan ha conservado las ventanas, los suelos de hormigón pulido, las tuberías vistas y los muros de pavés de la antigua factoría.Mads MogensenLos muebles del rincón de lectura provienen de la casa familiar de Hanne. La mesilla de madera es un diseño de Nanna Ditzel, y la biblioteca, de Hans Wegner.Los muebles de Ikea conviven con lo mejor del diseño nórdico y con las colecciones de Hanne G pintadas sobre papeles y lienzos o tejidas con un ganchillo cargado de futuro.Mads MogensenUn fusil AK-47 en croché, especialidad de la artista.Mads MogensenHanne G también firma los lienzos.Mads MogensenLas sillas turquesa tienen la tapicería original de la serie 7 que Arne Jacobsen ideó para el hotel SAS. Las fabrica Fritz Hansen, al igual que la butaca giratoria. La dueña de la casa también decoró la cajonera. Mads MogensenEl pavés de la parte superior de las paredes deja pasar la luz sin restar intimidad y recuerda el origen industrial de la casa. En esta página, el patchwork en la cabecera de la cama es una obra de Hanne y la mesilla es de Ikea.Mads MogensenEl baño es esencial, con un lavamanos circular de Ikea y con el pavimento y el plato de ducha pintados de color rojo.Mads MogensenEl estudio donde trabaja el matrimonio ocupa la mitad de la vivienda.Mads Mogensen