13 fotosDECORACIÓNEn esta casa se practica el reciclaje totalDe la arquitectura a los muebles, pasando por los materiales y la profesión de la dueña de la casa, todo en este almacén a las afueras de San Francisco tiene ahora una nueva vida.El País Semanal24 ene 2021 - 00:26CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEl salón es la parte más alta del antiguo almacén, con cerca de 12 metros. Las persianas de librillo, las lámparas industriales y la cajonera provienen de la tienda Big Daddy, en San Francisco.En el barrio de Lower Mission, a las afueras de San Francisco, está sucediendo lo que ya se dio en vecindarios como Tribeca en Nueva York, Ruzafa en Valencia o El Poblenou en Barcelona: la reconversión de almacenes industriales y fábricas en viviendas para emprendedores desprejuiciados capaces de pagar los nuevos precios. Hasta allí se trasladó la familia de Carin Luna-Ostaseski, una joven que hace unos años cambió el diseño gráfico por la producción de un whisky escocés que ha conseguido varios premios internacionales.Mads MogensenCarin Luna-Ostaseski estudió diseño y fue grafista y piloto antes de comenzar a destilar y vender whisky bajo el nombre de SIA. Hoy es una reputada coctelera.Como la propia Carin —que estudió diseño, se convirtió en piloto, decidió probar como coctelera y terminó ideando su propio destilado—, esta vivienda es un ejemplo de reciclaje total. La casa es un antiguo almacén y también un lugar en el que probar la bebida que produce. Lo que comenzó como una afición se convirtió en negocio cuando Luna-Ostaseski, nacida en Florida y de origen cubano, viajó a Escocia para que expertos en whisky la aconsejaran cómo mejorarlo.Mads MogensenEn blanco y negro, dibujo del neoyorquino William Buchina. La mesa y el banco de roble decapado provienen de un antiguo monasterio de la zona de Mission. Las botellas de limonada en cajas de madera fueron el regalo de boda de unos amigos. Cada una contiene un mensaje que la pareja debe leer en su aniversario a medida que van pasando los años.El resultado fue SIA, seis en escocés, el número favorito de la empresaria. Como en su trayectoria profesional, todo en su casa ha sido reutilizado: contraventanas convertidas en cabeceros, tablones que se usan para levantar un altillo y hasta las páginas de un ejemplar de la Odisea, que empapelan el techo de su dormitorio. El resultado es un ambiente vintage y desenfadado, pero cálido y del color del ámbar, como el licor que ha cambiado su vida.Mads MogensenTodos los elementos de la vivienda han sido reciclados y reinventados. Sobre estas líneas, un antiguo pilar sirve ahora de pedestal para plantas y la carpintería de la puerta se ha convertido en espejo.Mads MogensenUna colección de máquinas de escribir convive con otra de fotografía histórica sobre la cajonera, adquirida en Big Daddy. Mads MogensenLa barra de la cocina construida con tablones del suelo del salón.Mads MogensenRecogido bajo un altillo del piso superior, el salón es uno de los espacios más cálidos de la casa. El sofá es un Chesterfield adquirido en Big Daddy y los sillones de piel son del estilo wild west norteamericano. El resto de mesas y cofres de apoyo han sido tuneados con ruedas y provienen de anticuarios locales.Mads MogensenCóctel ideado por Carin con SIA, el whisky escocés que destila, produce y vende.Mads MogensenCóctel ideado por Carin con SIA, el whisky escocés que destila, produce y vende.Mads MogensenMás allá de reciclar puertas para el cabecero de la cama y de tener el suelo forrado con una moqueta de algodón crudo, lo más curioso del dormitorio es el techo, empapelado con páginas de la Odisea, de Homero. Mads MogensenEl altillo del antiguo almacén sirve como habitación de invitados. La cama se apoya sobre palés entre los que se esconden cinco cajones.Bajo los tablones de madera del altillo se encuentra el baño.La familia al completo, con Carin, Gabe y el pequeño Nico Danger, en brazos de su padre.