Un siglo después de su fundación, La Legión se ha convertido en una unidad militar que convive con luces y sombras. A pesar de su pasado, las legionarias y los legionarios miran hacia el futuro
El caballero legionario Ventura, natural de Pilas (Sevilla), tiene 33 años. “Tenía el gusanillo de la Legión”, asegura.James RajotteLa legionaria Míriam Torres Baena, en un circuito de entrenamiento en Ceuta.James RajotteLegionarios del tercio Duque de Alba 2º, en los bosques de Ceuta.James RajotteCarteles e imágenes en la base Álvarez de Sotomayor, en Almería.James RajotteEl coronel Francisco Javier Bartolomé García.James RajotteLegionarios de la décima compañía de la VIII Bandera Colón de la brigada en Almería limpian sus armas.James RajotteLa sargento Auxiliadora Retamero, rondeña de 30 años.James RajotteDos legionarios pasan por el cuartel de Viator con un muflón de mascota.James RajotteEl cabo primero Mohamed Nardín, de 45 años.James RajotteDetalle de las instalaciones del cuartel de esa unidadJames RajotteUn legionario del tercio Duque de Alba 2º de la Legión, durante una maniobra en los bosques de Ceuta.James RajotteLegionarios, durante un entrenamiento de combate urbano en la base de Viator (Almería).James Rajotte
