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Cómo los ‘fans’ de Chris Evans se movilizaron para evitar que una foto comprometida viese la luz en Twitter

Este fin de semana el intérpret de 'Capitán América' fue noticia después de que por un descuido se filtrase una foto íntima en su cuenta de Instagram. En Twitter, sus fans se pusieron manos a la obra para llenar la red de imágenes de Chris sin que ninguna sea esa que algunos buscaban

El actor Chris Evans durante la promocion de 'Puñales por la espalda', uno de sus últimos éxitos cinematográficos.
El actor Chris Evans durante la promocion de 'Puñales por la espalda', uno de sus últimos éxitos cinematográficos.Getty Images

El pasado fin de semana, mientras España dormía, cierto sector de las redes sociales se encendía ante lo que pareció un descuido en la cuenta de Instagram de Chris Evans (Massachusetts, 1981). El hombre que da vida al Capitán América es uno de esos actores de físico canónicamente perfectos que Hollywood entrona cada cinco o diez años para calmar los males del mundo con una dosis de belleza incontestable. Además, es un actor de conversación agradable, ideales justos y que ha hablado abiertamente de sus problemas de ansiedad, lo que lo ha convertido en una de las estrellas de Hollywood favoritas de las redes sociales.

Precisamente por todo esto, la comunidad de fans se sorprendió cuando su camino se cruzó con otro concepto mucho más ordinario y actual: el de la "dick pic", o sea, el de la fotografía de un pene. Esto es lo que sucedió: el actor subió a sus stories un vídeo en que se le podía ver durante un juego de mesa con sus amigos. Este vídeo no era grabado con su propia cámara y subido al instante, sino una captura de un vídeo. ¿Qué significa esto? Que al final del story se podía ver como ese vídeo se cerraba y el teléfono móvil desde el que se había hecho volvía al carrete, o sea, el lugar donde se almacenan todos los vídeos y fotografías y que ofrece una miniatura de cada uno de ellos. Y una de esas miniaturas era una fotografía de un pene. Eso que tienen casi todos los hombres y algunas mujeres pero, cada vez que cabe la posibilidad de que permanezca a un famoso, se eleva casi a cuestión de estado.

Para dificultar la propagación de esa imagen íntima, los seguidores de Chris Evans llenaron Twitter de retratos de él visitando a enfermos en hospitales vestido del Capitán América, él posando con su perro, él sonriendo, él en los Oscar...

Bien, no sabemos si ese pene era el de Chris Evans, del mismo modo que no sabemos ni si ese móvil desde el que estaba hecha la captura del vídeo era el de Chris Evans. Solo sabemos que en ese móvil desde el que se grabó el vídeo de Chris Evans había una fotografía de un pene, pero quién es su propietario no está claro. Y pese a que hay foros de Internet donde en dos días se han montado estudios al respecto que harían las delicias del FBI, esa no es la cuestión de este artículo porque pertenece a su intimidad. Lo interesante de todo este asunto es cómo reaccionaron los seguidores del actor en redes sociales, especialmente en Twitter, lanzándose al trabajo para que, si alguien decidía filtrar esa imagen y enseñar algo que pertenece a la intimidad del actor o de quien tomase esa fotografía, se encontrase con un ejército dispuesto a evitarlo.

Para aclarar un poco las cosas: es habitual que, cuando corre la noticia de que la foto íntima de tal o cual famoso se ha filtrado, uno se enfrente al dilema de ir a buscarla para saciar su curiosidad malsana o seguir con su vida y no ver esas imágenes. Son, al fin y al cabo, producto de una sociedad obsesionada por la intimidad ajena y que no duda en compartir contenidos íntimos que deberían seguir siendo íntimos. Cuando le ocurrió a Jennifer Lawrence, la actriz creó un necesario debate al declarar que se sintió "violada por el mundo entero" al saber que millones de personas estaban buscando imágenes íntimas suyas que se habían conseguido de forma ilícita (en el caso de Evans, aunque fuese un descuido, tampoco se legitima). O sea, puso sobre la mesa una cuestión capital: el culpable de esta invasión a su privacidad es quien comparte la foto con el mundo, pero también de quien la mira, sabiendo que es una foto privada.

Bien, pongamos que una vez enfrentado a este dilema usted ha decidido tirar por la vida amoral: quiere ver esa imagen. Acude, entonces, a la red más amoral que existe: Twitter, donde al contrario que en Facebook, Instagram o Tumblr, el desnudo no está censurado. Ese es el camino que muchos tomaron el domingo por la mañana, pero no contaban con que el ejército de fans del actor ya se había adelantado a este movimiento. En lo que es una de las reacciones más ejemplares y bonitas de una comunidad de fans de todo el año, lo que hicieron los seguidores del Capitán América fue llenar Twitter de fotos del actor, sí, pero no esas fotos, sino retratos de él visitando a enfermos en hospitales vestido del Capitán América, él posando con su perro, él sonriendo, él en los Oscar. "Esto es lo que debes ver de Chris Evans", explicaban.

Los seguidores de Evans demuestran, con esta táctica, que los mismos medios cuya inmediatez y rapidez propagan fotos que no deberían ser públicas pueden ser la mejor arma para detenerlas. El actor, que tiene tres películas pendientes de estreno, no se ha pronunciado al respecto en Instagram, la red del desliz, pero sus últimas fotos cuentan con miles de comentarios de apoyo y solidaridad. "No te preocupes, Chris. Nadie te juzga, nadie te quiere menos que ayer. Los accidentes ocurren". El mundo parece hoy más justo y cálido. Todo porque, accidentalmente, hemos visto un pene. Y ni siquiera sabemos de quién era. Un instinto bajo que nos lleva hacia un instinto noble: no deja de ser poético y cómico a la vez.

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