La zapatilla clave de 2020 es un homenaje a los años setenta
Reebok se inspira en modelos legendarios para crear sus Classic Leather Legacy, un diseño concebido pensando tanto en ‘runners’ como en artistas
Para el aficionado a las sneakers, los años setenta son una especie de paraíso sibarita. En aquella época ninguna marca dominaba completamente el mercado y las grandes firmas ensayaron las innovaciones tecnológicas y las formas que desembocarían, en los ochenta y los noventa, en las siluetas legendarias del sector. Vistas con el tiempo, las zapatillas de finales de los setenta tienen algo de vanguardista y de genuinamente innovador: un brote de genialidad minutos antes de la explosión de la fiebre global por el calzado deportivo.
Reebok sabe mucho de ello. No en vano fue en 1979 cuando esta firma de origen inglés comenzó a distribuirse en Estados Unidos y, con ello, a ampliar sus horizontes y su público. Ese mismo año lanzó Aztec, una silueta de atletismo. Y, cuatro años después, la Classic Leather, una zapatilla de running. Ambos son modelos clásicos e indiscutibles en la historia de las sneakers, y la estética de ambos planea sobre la Classic Leather Legacy, la nueva zapatilla de Reebok que acaba de salir a la venta.
El diseño de este nuevo modelo es una síntesis perfecta de los rasgos de las zapatillas de running clásicas como la mezcla de piel, nailon y ante, la suela de caucho o las combinaciones de colores. Pero también es un alarde de tecnología actual: muestra de ello da su mediasuela moldeada, sus detalles en 3D o materiales reflectantes y su sistema de cordones elásticos.
El resultado demuestra que el espíritu de aquella era fundacional de la sneaker culture no solo es un reclamo retro y nostálgico, sino también un guiño a las nuevas generaciones de consumidores. Aquellas zapatillas de los setenta a los que rinde homenaje la nueva Classic Leather Legacy no solo eran ejercicios honestos de innovación y diseño, sino también un recuerdo de una época en que las sneakers no eran un objeto de lujo, sino un elemento esencial en la imagen personal de jóvenes de todo el mundo.
Por eso la firma estadounidense –aunque nació en Reino Unido, tiene su sede de operaciones en Boston desde hace décadas– ha decidido que su lanzamiento no vaya asociado a celebridades, sino a creativos innovadores de hoy en día. Durante la pandemia, toda una generación de diseñadores, artistas, fotógrafos e influencers ha visto mermadas sus posibilidades de expresión –y muchos de sus encargos– debido a las medidas de confinamiento y a la paralización de la actividad cultural. Y la frase que acompañaba al par de Reebok Classic Leather Legacy que recibieron, “tu legado no es lo que dejas atrás, es lo que creas ahora", era toda una invitación a la acción.
El resultado de esta convocatoria se puede consultar ya en la web de Reebok y deja trabajos tan interesantes como el del pintor de Manchester Davo Hogarth, el fotógrafo parisino Achille Laplante o el artista textil bostoniano Thorpe, que ha creado una colcha de patchwork que evoca la silueta de las Classic Leather Legacy. Un ejercicio de creatividad que demuestra que, en la moda como en el arte (y en las sneakers), la libertad es el ingrediente que lo cambia todo.
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