Mario Casas, un actor en cuerpo y alma en la portada de ICON

Cualquiera que haya seguido un poco de cerca la carrera de Mario Casas seguro que está convencido de que esta se rige por un calculado plan, por un sendero que, en pocos años, le ha hecho dejar muy atrás esa imagen de ídolo de quinceañeras labrada gracias a series como Los hombres de Paco y películas como 3 metros sobre el cielo, para convertirse en uno de los actores más respetados del panorama español y, de ahí, a la portada del número de agosto de ICON. Error. Si atendemos a lo que dice en la extensa entrevista que publicamos, todos sus proyectos los elige con las tripas y el corazón. “Cuando leo un guion que me gusta me da igual el dinero, lo haría gratis”, asegura. Es lo que ha sucedido con El practicante, película que Netflix estrenará el próximo mes de septiembre y en la que una vez más ha llevado su cuerpo al límite.

En esta ocasión, no solo ha vuelto a adelgazar, sino que además se ha pasado tres meses prácticamente sentado en una silla de ruedas para entrar dentro de la mente y el cuerpo de su personaje. “Iba por Barcelona y me daba cuenta de que es terrible lo poco preparadas que están las ciudades para la gente en silla de ruedas, hay millones de sitios por los que no puedes pasar o en los que no puedes entrar. Y con el tiempo te afecta emocionalmente”, reconoce el actor madrileño a ICON. Las consecuencias de este esfuerzo saltan a la vista en la pantalla. “Apenas comía. Perdí ocho kilos para el personaje, pero después dejé de cenar porque estaba en un lugar oscuro”. Un lugar que, asegura, está deseando dejar atrás. “Me apetece hacer ese tipo de cine que lleva a la gente a las salas y que al público le encanta, sea drama o comedia”.

Mucho más tranquilo es el momento que atraviesa Jarvis Cocker, otro de los protagonistas de nuestro número agosteño. El exlíder de la mítica banda Pulp se mantiene en la música como una forma de supervivencia. “Tras el final de Pulp pude haberme retirado, pero seguí componiendo. Era importante. Así llegué a darme cuenta de que escribir canciones es mi forma de encontrarle un sentido al mundo”, señala. De ahí que, sin las alaracas de antaño el inglés lance nuevo disco casi en solitario, Beyond the pale, bajo el nombre de Jarv Is..., según él, su nuevo grupo. “El nombre confunde, pero al mismo tiempo es apropiado, porque la banda está basada en ideas que yo tenía, pero sus miembros han definido los temas instrumentalmente”, asegura.

También vive un gran momento Miguel Herrán, el joven actor malagueño que ha saltado al estrellato gracias a su participación en los dos mayores fenómenos de la televisión española, La casa de papel y Élite. Hace apenas unos años, ni él mismo hubiera dado dos duros por su futuro, pero en 2014 se cruzó en su camino el cineasta Daniel Guzmán, que lo arrastró casi a regañadientes para que protagonizara A cambio de nada. Y ahí cambió todo. Hasta ese momento, se sincera en las páginas de la revista, “odiaba la vida, odiaba el mundo. Tuve una forma de ser bastante cabrona y aún me da miedo contarlo, porque hice cosas de las que no me siento orgulloso. Me levantaba, me miraba al espejo y no me gustaba ni cómo era, ni lo que hacía, ni cómo trataba a la gente, ni cómo me trataba a mí mismo”.

Y más música. El número incluye entrevistas con Flaca, Liz Phair y Víctor Coyote, aunque no se olvida ni de la actualidad de la moda y la belleza masculina, ni de la cultura ni de la gastronomía. Tampoco de la actualidad. Analizamos los recientes intentos de crear ciudades libres de autoridad, como el recientemente sofocado en Capitol City, en Seattle; la situación actual de La Manga del Mar Menor, que agoniza a causa de los excesos de la agricultura y los desmanes inmobiliarios, y recorremos las calles de Nueva York, desiertas a causa de la pandemia, acompañados por algunos de los últimos vecinos que se han resistido a abandonar la ciudad. Todo esto, gratis el sábado 1 de agosto con EL PAÍS y a la venta por 3,5 € el resto del mes.