Kaitlin Prest: “La gente no quiere escuchar, quiere distraerse”
Charlamos con la creadora de famosos 'podcasts' como 'The Heart' o 'The Shadows'
Es una de las voces más prestigiosas del mundo del audio. Algunas de sus creaciones superan los millones de descargas en todo el mundo y lo hacen con un contenido exquisito. Kaitlin Prest es una artista —pronunciará muchas veces esta palabra durante la entrevista— dedicada al mundo del audio. Sus podcasts The Heart o The Shadows, realizados en colaboración con CBC Podcast (la división de podcasts de la radio pública canadiense) abordan la sexualidad, la intimidad y el amor de un modo elegante pero tremendamente adictivo. Prest esculpe cada pieza de audio como si pretendiera extraer de ellas un elixir único. Y, ciertamente, lo consigue. Acaba de montar su propia compañía de podcasts con otros artistas amigos como Mooj Zadie, Sharon Mashihi, Mo Laborde, Phoebe Unter, Nicole Kelly, Dylan Gauche y Jen Ng. Se dedican a hacer audioficciones y documentales sonoros, entre otras muchas cosas. Mantenemos esta entrevista, como no podía ser de otro modo, a través del audio y en plena pandemia. La voz de Prest tiene más matices y recovecos que la mejor de las imágenes.
- P. ¿Qué es Mermaid Palace?
- R. Es más una compañía de teatro o una compañía de danza en lugar de una compañía de producción de audio. Hacemos arte a través del podcast, pero también en la radio, en escenarios en vivo o en espacios de arte. Somos una empresa formada por artistas que están en los medios, es decir, todos tenemos una especie de práctica artística diversa, pero lo que nos une es el audio. De hecho, todo el trabajo que hacemos sucede dentro de los auriculares, pero también queremos hacer shows de podcasts en vivo, performance de audio, caminatas sonoras y muchas cosas más.
- P. The Heart (Radiotopía) es uno de los podcasts narrativos más importantes del mundo. Es la inspiración para muchos creadores. ¿Cuándo surge en usted la necesidad de contar las emociones al oído?
- R. Creo que siempre he sido artista. Cuando era niña tenía un sentido innato con el que soñaba: el oído. Esto es muy extraño, en verdad, pero cuando tenía cuatro años fantaseaba con que mi vida era un libro de cuentos que leían gigantes extraños y creo que escuchar historias como esas de diferentes personas me hizo querer crear a través del audio. A menudo, me he preguntado si era mi destino, pero también soy consciente de cuán elitista es la palabra artista y cuán elitista es el mundo del arte, así que me da vergüenza nombrarme a mí misma así pero, a la vez, siempre ha habido este tipo de fuerza inmortal dentro de mí. Yo quería metabolizar mi experiencia del mundo y expresarla en sí misma a través de la belleza y del deseo de crear belleza. Y la otra cosa que siempre me ha interesado es el sentido de justicia, la igualdad, el cuestionamiento del poder. Así que mi empuje y atracción nacen de estas obsesiones. La radio fue la respuesta a la pregunta de si debería ser una persona dedicada a la justicia social o debería ser una artista. Me di cuenta de que la radio pública lo tenía todo. Hace 10 años, cuando comencé mi carrera, todo el mundo era muy crítico con cualquier cosa que oliera a activismo en la radio porque la radio, por supuesto, tenía que ser neutral, pero el espíritu de la radio pública es político. Se trata de ofrecer algo al público. Es decir, no tiene un fin lucrativo, no quiere entretener, no es capitalista. Sirve para educar. Así que cuando comencé en la radio pública me di cuenta de que la industria también tenía mucho espacio para crecer en términos de su ingenio. Y para mí es un privilegio. Es algo por lo que estar agradecida, es decir, tener un propósito y saber cuál es algo maravilloso.
- P. Lanzó Asking for it en febrero junto con CBC, un drama contemporáneo y queer que habla sobre el amor, la música, la violencia y el abuso. ¿Qué vamos a encontrar en este nuevo podcast?
- R. Tengo una creencia política en este momento sobre el documental de ficción: creo que cada vez que tomas todas las perspectivas de lo que sucedido y tratas de contar una historia al respecto, eso es solo una ficción. Creo que todos los documentales son ficción porque sus historias no son la forma más precisa de representar la verdad de lo que sucedió. Es un único punto de vista la mayor parte del tiempo. Incluso cuando cuentas una historia desde múltiples puntos de vista, todavía no estás captando realmente la naturaleza de lo que realmente ocurrió. No creo que tengamos un medio de arte que pueda hacer eso todavía. La verdad es relacional y está cambiando constantemente. Entonces, ¿cómo crees que puedes capturar eso con una historia? Así que ahora llamo a todo ficción. Asking for it aborda la violencia de una pareja de forma íntima pero en lugar de entrevistar a personas reales y ponerlas en una posición vulnerable como esa, hicimos una gran investigación y lo ficcionamos. Lo hicimos junto a Drew Denny, directora y guionista de este show, una artista increíble que tiene un sentido exquisito del sonido y usa sus grandes habilidades para contar esta historia inmersiva e increíble. Asking for it cuenta la historia de una joven, Goldie, que quiere ser cantante y conoce a un músico que se convierte en su mejor amigo y montan una banda que se vuelve muy popular y exitosa. Ella se enamora pero la relación es realmente tóxica y sexual al mismo tiempo. Es abusiva, pero con el tipo de abuso que puede parecer sutil, como si su pareja fuera manipuladora y controladora e hiper celosa. Es una gran historia, la verdad, y tiene una banda sonora original simplemente increíble realizada por Hips, la verdadera banda de Christina Gaillard y Drew Denny y ellas actúan como personajes en el show. Es realmente muy especial este trabajo. Lo recomiendo mucho.
- P. ¿Por qué cree que las obras de sonido están ausentes en el mundo del arte?
- R. Bueno, los medios visuales son mucho más llamativos y son un gran negocio. Además, para convertirte en un maestro del sonido tienes que escuchar y la gente no quiere escuchar, quiere distraerse. Entonces esa podría ser una razón. Tienes que prestar mucha atención cuando estás trabajando con el sonido y vivimos en un mundo muy superficial y acelerado.
- P. Es cierto y en el mundo del podcast las cosas van muy rápido. Se auguran cifras desorbitadas en inversión, pero, ¿cómo de sostenible cree que es el negocio del audio ahora mismo? ¿Le preocupa que el dinero o la fama de ciertas celebridades lleguen a la industria del podcasting para pervertir un formato que usted considera tan artístico?
- R. No sé, es una pregunta difícil para mí porque soy una mujer de negocios y también una artista. Yo tengo un podcast popular que me permite hacer más cosas. Puedo ganar dinero con eso y luego tomar ese dinero y hacer cosas más experimentales. Bueno, no estoy preocupada por esta gente, la verdad. Parece que todos están preocupados por esto, ¿no? ¿El éxito del podcasting lo arruinará todo y se volverá algo bruto y sucio? La verdad es que no lo sé. Quiero decir, no importa en qué industria te encuentres, es difícil ser artista porque, como artista, lo que intentas hacer es convencer a la gente de que te pague para que hagas algo que, en última instancia, no será rentable. Tú sabes que no puedes prometer que será rentable. Además, tan pronto como se promete que será rentable, el objetivo ya es que sea rentable, en lugar de que el objetivo sea hacer algo que se sienta la necesidad de hacer. No sé, pienso en David Lynch haciendo los nuevos episodios Twin Peaks. ¿Él sabía que la televisión es perversa? Por supuesto, pero de alguna manera descubrió cómo llegar a un acuerdo que le permitiera hacer lo que hace, que algunos episodios sean piezas de videoarte. Ese fue un gran triunfo pero creo que logros así serán difíciles en el mundo del podcast. Yo, personalmente, estoy más feliz en la industria del audio ahora porque hay más dinero y espacio para la experimentación. Hace 10 o 12 años, cuando empecé, había tanta escasez en términos de buenos trabajos que era imposible tener luz verde para abordar los proyectos. Simplemente creo que si realmente queremos que la industria tenga éxito, eso significa que habrá más basura. Eso es seguro. Si miras la televisión, hay tanta televisión basura... Pero también habrá más arte, también habrá más oportunidades para experimentar y los artistas se sentirán atraídos por este medio. Creo que no es una utopía y el boom de los podcasts también logrará redistribuir el poder y cambiar lo que era imposible antes para el medio. Así que estoy emocionada por el momento que vivimos, sí.
- P. En este sentido, la llegada de empresas tecnológicas al mundo del audio, ¿puede favorecer al negocio, a la industria del podcast?
- R. Creo que la llegada de compañías de tecnología podría ser genial si están legítimamente interesadas en hacer un trabajo excelente. A veces siento que determinados podcasts de autor son casi un contenido de marca, como si la gente tratara de entrar en el boom de los podcasts a toda costa. Y eso sí es desalmado. Claro que estas grandes compañías con mucho dinero pueden elegir invertir en podcast pero tienen que saber que es posible que no recuperen ese dinero. Creo que la mayoría de las personas que viene a esta 'Fiebre del Oro del Podcast' no tienen esa intención artística. Al final, parte del trabajo de ser artista es resolver cómo pagar tu vida mientras haces arte.
- P. El diseño sonoro de sus trabajos es un gran elemento diferencial. ¿Dónde aprendió a diseñar el sonido?
- R. Ay, gracias por preguntarme sobre el diseño de sonido. Es algo muy raro porque siempre que alguien escribe un artículo sobre mí piensan en Kaitlin como la chica del sexo... (risas). Y no sé si realmente me gusta eso. Mi trabajo ha evolucionado tanto y justo ayer me preguntaba: “¿Cómo es que nadie me pregunta sobre la artesanía del audio?”. Así que gracias porque esa sí es mi verdadera obsesión. Puedo decir que me enamoré de alguien que trabajaba en audio y me hice amiga de personas que eran personas de radio o músicos y no fue algo premeditado. Estaba tan obsesionada con eso que solo quería hablar sobre la radio y no podía hacer amigos o salir con alguien que no tuviera la misma pasión porque no podía hablar de nada que no fuera el sonido. No me interesaba nada más. Es extraño enamorarse del oficio de alguien y yo apenas conocía a personas que realmente entendían la ciencia del sonido. Pero empecé a vivir con dos personas que producían música y que usaban las mismas herramientas técnicas para esculpir el sonido que una persona de la radio. Siempre pensé que las herramientas que usan los músicos son mis mismas herramientas para contar una historia en audio. Desde los 21 hasta los 33 años tuve una serie de grandes amores con los que colaboré y aprendí y luego mis dos mejores amigos con los que nos podíamos pasar tiempo hablando sobre un reverb y las diferentes formas de usarlo. No sé, es como si todo lo que he aprendido de diseño del sonido hubiera sido posible a través de la amistad y el amor. Yo nunca fui a la escuela. No leí ningún libro. No hice nada formal. Ni siquiera tenía un trabajo de radio. En realidad, yo pienso en la radio como una historia tridimensional que tiene un fondo, un primer plano y un término medio Se parece a un escenario en el que estás tocando, pero casi creo que se parece más al cine que al teatro o la actuación en vivo. Finalmente, creo que mi carrera como “artesana del audio” ha influido enormemente en mi papel como intérprete.
- P. Finalmente, en esta cuarentena, no sé si ha escuchado muchos podcasts, si ha visto una disminución en los oyentes. ¿Cree que este nuevo mundo que nos espera seguirá siendo favorable para el podcast?
Creo que tenemos una oportunidad real en audio para hablar con las personas en estos momentos de crisis y saber cómo han cambiado las cosas para ellos. Me gustaría hacer un trabajo que aborde los temas que nos están conectando a todos, ya sea vivir en lugares cerrados con personas o estar en completo aislamiento. Creo en el audio como una forma de arte y fíjate, incluso si los números bajan o si el dinero cae, ese objetivo final del podcast no va a cambiar para mí. Como si tuviera que vivir en el sótano de mis padres por el resto de mi vida para seguir haciéndolo. Lo he pensado mucho estos días: tengo el privilegio de tener padres que tienen una casa y pueden pagar su hipoteca y tienen suficiente dinero para comprar comida. Y tengo suerte de que nos gustemos lo suficiente como para poder vivir armoniosamente aquí en el sótano con ellos. Eso es lo que pensé cuando comenzó la pandemia y vine aquí con mis padres. En esta crisis tuve una epifanía que me gustó: si le quitas todo el dinero y todo lo famoso que hay en el top 10 de Apple Podcasts, el audio sigue siendo algo que toca los corazones de las personas y en Mermaid Palace, ya sea para una audiencia de 10 personas o para una audiencia de 100 millones de personas, sentimos que si podemos encender o iluminar el día de alguien con nuestro show, pues eso es todo lo que importa.
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