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Diego Martín: “Tengo esa manía de encontrar más fácil hacer cosas cuando me pagan. Llámenme excéntrico”

El actor se explaya en nuestro cuestionario ICON sobre miedos, deseos, dinero, seducción y nos cuenta su chiste favorito, que va sobre árboles en el Sahara

Guillermo Alonso
El actor Diego Martín.
El actor Diego Martín.Carlos Villarejo

El número de mayo ya está disponible en formato PDF, y es descargable de forma gratuita haciendo clic aquí.

Es uno de los rostros más conocidos de las pantallas españolas, atesora unas 220 horas de televisión y ha aparecido en algunas de las series de televisión más famosas del siglo, pero con sus respuestas a nuestras preguntas Diego Martín demuestra que hay otras dos cosas que se le dan estupendamente aparte de interpretar: responder a cuestionarios y la lítote.

Creo que tu último proyecto pendiente de estreno es Supernormal. Con la palabra “normal”, ¿cómo te llevas? Sí, este asunto me ha pillado a punto de empezar a rodar algo, y tengo por estrenar Supernormal. Primero tendríamos que ponernos de acuerdo sobre qué significa para cada uno la normalidad. Me desarma un poco cuando la gente la usa de salvoconducto, de disculpa o de medalla, “yo es que soy muy normal”, “yo hago cosas normales, como todo el mundo”, “me gusta lo normal, lo que a la gente”... Yo no sé si soy muy normal, pero no me gustaría ser como todo el mundo, sin que eso quiera decir que vaya a llevar la contraria por el hecho de llevar la contraria. O sí, ¿quién sabe?

¿Qué echas más de París cuando estás en Madrid y de Madrid cuando estás en París? De París echo de menos sus edificios, sus cafés, el tono moderado de voz de la gente. De Madrid, los restaurantes, y la sensación de estar en casa.

De todos los lugares comunes que existen sobre los actores, ¿cuál es más erróneo y cuál es más acertado? De todos los lugares comunes, quizá me gustaría pensar que es erróneo que seamos una unidad de destino universal, una especie de bloque familiar unitario que piensa, siente y se mueve al unísono. “Los Actores”. Ese ente. Quizá no sea falso del todo cualquier tópico referido a la necesidad de llamar la atención, la vanidad, y puede que el hambre por ser queridos.

La última vez que te entrevistamos en ICON nos confesaste que, de ser actor, lo que peor llevabas era la poca autonomía con tu propia creatividad. ¿Has podido trabajar en ello? Ando en ello. Estoy intentando escribir y dibujar con algo más de horizonte. Que me pagaran por ello, ayudaría mucho. En general, tengo esa manía de que me es más fácil hacer cosas cuando me pagan. Llámenme excéntrico. Normalmente me autocensuro bastante en cuanto a mis cualidades, pero ver la falta de complejos de algunos, anima a no flagelarse tanto.

¿Qué es lo que mas le gusta a los demás de ti mismo? Cierta capacidad para aceptar mi ridiculez.

¿Y lo que más te gusta de ti mismo? Mi inmoderado gusto por la lítote.

¿Cuál es tu forma favorita de perder el control? Odio perder el control, pero si hubiera que perderlo, que sea en la cama.

¿Qué te compraste con tu primer sueldo? Un Hockney. De gran formato.

¿Qué tienes de fondo de pantalla del móvil? Pues supongo que, como todo padre, una foto de sus hijos. No creo que exista el padre al que no le comiera la culpa por poner, en vez de sus hijos, una foto de un atardecer o cualquier ente abstracto cretino de los que vienen por defecto en los móviles. Es la foto de carné en la cartera del S.XXI.

¿Cuál es tu habilidad oculta? Soy hiperlaxo.

¿Tu palabrota favorita? Diantre.

¿Qué figura publica amas? La sanidad.

¿Y qué figura publica no querrías tener cerca? Cualquiera de las meninas pintarrajeadas que han soltado por Madrid en los últimos tiempos.

¿Cuál es tu decoración ideal? La de anticuario-esteta-decadente-bibliófilo, con techos altos, cierto perfume de club, cierto desorden, cierto horror vacui , bustos, arte y baños de mármol. Y si puede incluir un mayordomo, lo aprecio mucho.

¿Y tu decoración odiada? La que no ha dejado atrás la adolescencia, la del sentido del humor, la no decoración, los altares en honor propio...

¿Qué viaje te marcó? Nueva York con 11 años. La Nueva York del año 85, para un niño de la España del año 85, era un viaje interestelar.

¿Y a qué lugar no volverías? A cualquier discoteca de la adolescencia que incluyera la palabra “cotillón”. Y si me apuras, a cualquier discoteca de la adolescencia.

¿Qué canción te pones para animarte? R’U Mine de Arctic Monkeys. Y reconozco que, más como guilty pleasure, I follow rivers me pone de muy buen humor.

¿Y para seducir? Para seducir me basta con el uso de la lítote.

¿Cuál es tu cuenta favorita de Instagram? La mía.

¿Y el vídeo que más veces has visto de YouTube? Zou la cebra, Angelina Bailarina, o Peppa Pig, probablemente.

¿Quién es la persona más famosa que has conocido? Catherine Deneuve. Lo cual no quiere decir que se acuerde de mí.

¿Quién fue tu primer ídolo erótico? Madonna.

¿Y cuál ha sido el último? Madonna, no.

¿Qué encuentras cuando te buscas a ti mismo en Google? Nunca me he buscado en Google. ¡JAJAJAJAJAJAJA!

¿Cuál es la peor pregunta que te han hecho en una entrevista? Que les cuente una anécdota. Seguido por si prefiero cine, televisión o teatro.

¿Qué es lo que siempre quisiste hacer pero consideras que es demasiado tarde para intentar aprender? Me gustaría no odiar bailar. Que no me diera profunda vergüenza. Como escribía un amigo, “hay gente que usa el baile como terapia. Yo necesito terapia para bailar”

¿Excitantes o calmantes? ¿Un negroni en qué categoría entra?

¿Qué plato dominas y en cuál fracasas en la cocina? Domino la tortilla de patatas y no termino de cogerle el punto a la pata de bogavante y su coral atemperada en la brasa con guiso thai de sudachi y americana de carabineros.

¿Cuál es el fracaso del que más aprendiste? Francamente, prefiero aprender de los éxitos.

¿Qué es lo más valiente que has hecho en tu vida? Dejando a un lado la elección de mi trabajo, acercarme a gente que sí es valiente, y arrimarme.

¿Cuál es la prenda más cara que tienes en tu armario? Un abrigo. Y no es un regalo, que es lo que suele decir mucha gente como excusa.

¿Qué no perdonarías a un amigo? Que no me considere como tal.

¿Qué no perdonarías en un amante? Que lo cuente. O que no lo cuente, según quién fuera.

¿Qué querías ser cuando eras pequeño? Futbolista y Fred Astaire.

¿Cómo seria tu senectud soñada? Multimillonaria, con frecuentes transfusiones de sangre fresca y joven, y habiendo mantenido el pelo.

¿Cuál es tu miedo o fobia más irracional? Desgraciadamente, mis miedos suelen ser bastante racionales, lo cual no es mucho mejor, puesto que suelen ser fundados, o al menos factibles.

¿Recuerdas cuál fue el momento más feliz de tu vida? Cómo no decir que el nacimiento de mis hijos. Fue el más feliz, y también el más abrumador.

¿Y el más triste? Está aún por llegar. Pero llegará.

¿Qué actividad te ayuda a relajarte y desconectar completamente? Sin recurrir a una respuesta soez, diría que una botella de vino, bien con el mar delante, bien con una chimenea. Pintar. Y recibir cantidades de dinero; cuanto mayor sea la cantidad, más me relaja.

Cuéntanos un chiste absurdo que te hizo muchísima gracia. Se encuentran dos aizkolaris (cortadores de troncos, para los profanos), después de muchos años sin verse, y le dice uno:

–¡Coño Patxi, el tiempo que hace que no nos veíamos! ¿Cómo sigues?

Y Patxi le responde:

–Pues ya ves, aquí en el pueblo, como siempre, de aizcolari. ¿Y tú? ¿Marchaste al extranjero, no?

–Así es, me fui al Sahara, y ahí he estado, de aizcolari también.

–¿¡Pues cómo de aizcolari!? ¡Si en el Sahara no hay ni un árbol!

–No hay... AHORA.

¿Alguna vez te ha ocurrido algo a lo que no encuentres una explicación racional? Cada vez que salgo de un casting con una respuesta negativa.

¿Qué cualidad humana consideras más sobrevalorada? La relativamente reciente necesidad que la gente tiene de que todo el mundo conozca su opinión, sobre cualquier tema, ante cualquier sujeto, en todo momento.

¿Qué le preguntarías al próximo destinatario de este cuestionario? Si al leer mi cuestionario, ha mejorado su opinión sobre mí, o si por el contrario, la ha rebajado aún más.

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Sobre la firma

Guillermo Alonso
Editor web de ICON. Ha trabajado en Vanity Fair y Telecinco. Ha publicado las novelas ‘Vivan los hombres cabales’ y ‘Muestras privadas de afecto’, el libro de relatos ‘La lengua entre los dientes’ y el ensayo ‘Michael Jackson. Música de luz, vida de sombras’. Su podcast ‘Arsénico Caviar’ ganó el Ondas Global del Podcast 2023 a mejor conversacional.

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