NADA SURF: De qué hablamos cuando hablamos de salir de gira

Dos meses después de arrancar la gira de presentación de su noveno álbum, el grupo compuesto por Matthew Caws, Daniel Lorca, Ira Elliot y Louie Lino llegó a España. Un 'tour' que comenzó en la costa oeste de EE UU y que acabará en junio tras más de ochenta conciertos.David G. Folgueiras

Los Nada Surf llevan activos desde 1992. Su trayectoria los avala como uno de los grupos independientes más exitosos de la escena musical, si entendemos el término “independiente” desde su significado más puro. Lejos de los grandes lujos y los jets privados, hace tiempo que decidieron usar un autobús como medio de transporte y hotel portátil.David G. Folgueiras

La gira española ha constado de cinco conciertos. Valencia, Murcia, Madrid, Bilbao y Pamplona han sido las ciudades escogidas, donde tocaron en salas míticas como La Riviera colgando el cartel de “sin entradas” al igual que en Murcia y en Bilbao. En la imagen, cola de gente antes de la apertura de puertas en la sala Kafe Antzokia en Bilbao, el 7 de marzo.David G. Folgueiras

Matthew Caws, vocalista y guitarra de Nada Surf, se prepara antes del concierto de La Riviera, el 6 de marzo. Los cuatro integrantes se han visto cada día desde que dieron su primer concierto el 14 de enero en Seattle, por lo que no sorprende que haya fechas en las que su primer encuentro sea directamente en la prueba de sonido o en el camerino. En las tres ciudades en las que hemos convivido, Matthew ha aprovechado para pasear por Madrid y Pamplona (quedó fascinado con dos músicos callejeros que tocan el acordeón) o visitar el Guggenheim. Una rutina que cumple en cada ciudad en la que actúa.David G. Folgueiras

Hay una reflexión que repite Daniel como un mantra: Lo que más le gusta de una gira son los conciertos, salvo cuando actúa en España. Aquí le gusta todo lo demás. Madrileño de nacimiento, el peculiar bajista decidió quedarse en Madrid y en Bilbao a hacer noche tras el concierto. Y hacer noche, en este caso, no significa quedarse a dormir. En la imagen, Daniel Lorca, bajista de Nada Surf, en el camerino, el 6 marzo.David G. Folgueiras

Ira Elliot, batería del grupo, concentrado antes de salir al escenario de La Riviera. De los miembros originales de la banda -Louie Lino se incorporó como miembro oficial antes de grabar 'Never not toghether'-, Ira es el que menos vida en común hace. De hecho, le hemos escuchado más cantar que conversar, hasta el punto de que uno sabe siempre dónde se encuentra si guarda silencio y afina el oído.David G. Folgueiras

Una de las grandes peculiaridades de Nada Surf es que los integrantes viven en distintos puntos del mundo: Matt en Cambridge, Daniel en Ibiza, Ira en Florida y Louie en Austin. Por ello, el grupo aprovecha las pruebas de sonido para ensayar las nuevas canciones, lo que provoca que algo que debería ser un mero trámite se convierta en un concierto íntimo donde dialogan, ajustan y experimentan.David G. Folgueiras

No serán pocos los que piensen que una gira es como una concentración de un equipo de fútbol, pero nada más lejos de la realidad. Del mismo modo que no viajan juntos a todos lados ni tienen por qué verse a la hora del almuerzo, los momentos previos al concierto no son como los instantes antes de salir a un partido. No hay oraciones ni miradas serias al frente ni nervios ante el clamor del público.David G. Folgueiras

Con Daniel es con el que hemos estado la mayor parte del tiempo. Si algún día se aprobara una ley que prohíba expresarse de forma insultantemente honesta, pocas personas lo pasarían peor que él. Una de sus críticas hacia la música actual es que los integrantes de algunas de las bandas más populares exijan camerinos individuales. En la imagen, Daniel Lorca, bajista de Nada Surf, conversa con John Vanderslice, telonero de la gira.David G. Folgueiras

La relación de Nada Surf con España siempre ha sido excepcional. No solo porque cuenten con un integrante oriundo, sino porque su influencia en nuestra música y el reconocimiento que han recibido siempre de artistas nacionales es indiscutible. Un claro ejemplo es 'Tu aura brilla más', el homenaje que 12 bandas españolas grabaron para conmemorar el aniversario de 'Let Go', el álbum más conocido de Nada Surf.David G. Folgueiras

Nada Surf cuenta con un amplio y reconocible elenco de canciones que sus fans saben que van a escuchar. Aunque en ocasiones lo han modificado de un bolo para otro, en esta ocasión decidieron no salirse mucho de los márgenes e ir a sota, caballo y rey. Una 'lista' en la que, como más de uno se habrá percatado, no está 'Popular', su tema más reconocible.David G. Folgueiras

Cuando uno ha visto a Nada Surf varias veces en directo, aprende a apreciar lo que musicalmente se conoce como Groove. Su directo es tan potente porque entre ellos existe una sintonía que uno puede achacar a tantos años de relación. Una deducción lógica si no tenemos en cuenta todo lo contado anteriormente de las pruebas de sonido.David G. Folgueiras

Aunque más de uno se habrá sorprendido por la ausencia de Popular del setlist, lo cierto es que Nada Surf la ha tocado para cerrar todos sus conciertos en España. El himno que los catapultó en 1996 y cuyo video aparecía sin parar en la denostada MTV no es una apuesta segura en sus directos, y eso dice mucho de la cantidad de buenas canciones que tienen los americanos.David G. Folgueiras

Ya hemos contado que Ira canta más que habla, así que no es de extrañar que participe en los coros a la par que golpea la batería. Aunque seguramente sea el miembro menos reconocido, al menos en España, su puesta en escena y sus gestos al aporrear bombo y platillos bien merecen un retrato.David G. Folgueiras

No ha habido ni uno solo de los tres conciertos en los que alguien no se haya quejado por el precio de los productos de 'merchandising'. Algo o alguien tiene que pagar el pato cuando pocas pegas pueden ponerse al concierto.David G. Folgueiras

Como hemos señalado, el cartel de “No hay entradas” se colgó en tres de las cinco actuaciones. Un hecho que nunca es aislado cuando se trata de Nada Surf. Su éxito en países como Francia, Alemania o España hacen que sean recurrentes sus visitas y que el público siga respondiendo después de tanto tiempo. En la imagen, vista general de La Riviera durante el concierto, en Madrid.David G. Folgueiras

Matthew y Daniel se conocieron hace casi 50 años, cuando estudiaban juntos en el Liceo Francés de Nueva York. Daniel habla perfectamente español, inglés y francés. Matthew inglés y francés, y con el español lo intenta. En todos sus conciertos en nuestro país dedica unas palabras en castellano, sabiendo que tiene a Daniel para corregirle si algo no suena como debe. En Bilbao decidió dar un paso más y “aprenderse” algunas expresiones en euskera.David G. Folgueiras

Aunque no es Keith Richards ni Bruce Springsteen ni Prince, Matthew utiliza más de una guitarra durante las actuaciones. En el polo totalmente opuesto, como en casi todo, se encuentra Daniel con el bajo que le regalaron cuando tenía 18 años y que utiliza desde entonces. Un instrumento inmortal, que sobrevive no solo al paso de los años, sino a los golpes que su dueño le propina contra el suelo cuando acaba su actuación.David G. Folgueiras

John Vanderslice (a la izquierda) es un reputado productor y una eminencia en EE UU. Conoce bien España porque produjo Tiny Telephone, el álbum de los toledanos 'The sunday drivers'. Aunque no suele cambiar el estudio por el escenario, se ha sumado a esta gira como telonero, conviviendo con Nada Surf como uno más. En la imagen, Vanderslice y Matthew Caws durante el concierto de PamplonaDavid G. Folgueiras

¿Qué ven los músicos mientras nosotros los miramos? La cercanía que ofrecen las salas de conciertos fomenta la conexión entre artistas y público. Claro que un concierto en un gran recinto es mucho más espectacular, pero, como los actores de cine al teatro, los músicos siempre profesan su afición a tocar en escenarios más personales donde cada detalle es fácilmente apreciable. En la imagen, vista del concierto de Bilbao desde la parte trasera del escenario.David G. Folgueiras

La labor de un músico no acaba cuando finaliza su actuación. Una de las grandes aficiones de Nada Surf es interactuar con la gente que ha pagado por verlos. En todos los bolos Matthew firma discos en el puesto de Merchandising y se hace fotos con quien se lo pida. Mientras tanto, en otro lado de la sala puedes distinguir entre una maraña de gente las inconfundibles rastas de Daniel y el sombrero de cowboy de Ira.David G. Folgueiras

La carrera de Nada Surf es tan etérea como sus integrantes. Esto ha provocado que su evolución haya pasado por distintas etapas desde que publicaron ese High/Low más cercano al grunge que a la música que hacen ahora. Dicha evolución es la culpable de que en sus conciertos se vean distintas generaciones de espectadores. Desde grupos de amigos y parejas a padres que llevan a sus hijos. Críos que no levantan dos palmos del suelo y que se saben las canciones al dedillo. Tras el concierto en Bilbao, Daniel aseguró que hubo momentos en los que estaba más pendiente de comprobar cuándo una niña situada en la primera fila iba a fallar en alguna frase.David G. Folgueiras

En una gira mundial no solo viajan los protagonistas. El equipo de Nada Surf lo conforman alrededor de 10 personas que se encargan de las luces, el sonido o la afinación. Personas que, aunque permanezcan lejos de los focos, muchas veces cuentan con historias más fascinantes que muchas de las grandes estrellas. Ian Laughton lleva con Nada Surf desde que Matthew llevaba el pelo largo y Daniel el pelo corto. Se siente orgulloso de haber trabajado dos veces con Miles Davis y vivió desde dentro el nacimiento del 'britpop', algo que demuestra enseñando el teléfono de algunas de sus grandes figuras.David G. Folgueiras

Encima del escenario, cada uno ocupa un rol definido que va más allá de su instrumento, lo que convierte a Nada Surf en uno de los grupos más genuinos que existen. Puede ser difícil entender cómo tres personas tan distintas por dentro y por fuera tienen una relación tan solvente, pero estamos ante una banda que nunca se ha separado y en la que sus miembros no han probado con carreras en solitario. Un conjunto cuya ética profesional destaca por el reparto equitativo de las ganancias y por no ponerse condiciones ni tiempos a la hora de componer y grabar nuevo material. En la imagen, la sala Zentral de Pampona.David G. Folgueiras

Daniel a lo largo del viaje se ha referido varias veces a lo duro que es salir a hacer una gira larga. Tanto él como Ira y Matthew, sobre todo desde que es padre, decidieron poner un límite de días para estar fuera de casa, algo que se han saltado en esta gira de promoción de su nuevo álbum. Tras varios meses en la carretera, el idealismo que rodea al mundo de las giras pierde fuerza. Todos los viajes de una ciudad a otra se hacen de madrugada y los horarios se vuelven de todo menos convencionales. En la imagen, el batería Ira Elliot cena junto a otros miembros de la organización de la gira, en el autobús donde viajan.David G. Folgueiras

¿Cuántas veces hemos escuchado a un personaje famoso quejarse por no poder salir a ningún sitio sin ser reconocido? Por supuesto que Matthew, Daniel e Ira son agasajados dentro de la sala en la que han actuado y en sus alrededores. Pero cuando el show acaba, porque no siempre debe continuar, la normalidad es la sensación que predomina en el ambiente. Una naturalidad que Nada Surf antepuso a situaciones más lucrativas y tentadoras. Y, sin embargo, en ningún momento de estos tres días se han mostrado arrepentidos por ello. En la imagen, Louie Lino, Matthew Caws y John Vanderslice, al término de la gira por España, pasean por las calles de Pamplona.David G. Folgueiras