Eugenia Martínez de Irujo toma partido por su hermano Carlos y se distancia de Cayetano
"Nadie tiene derecho a quitarme la felicidad", ha dicho la aristócrata sobre su polémica familiar, a la vez que reconoce que le da "pudor" usar su título
Eugenia Martínez de Irujo, la hija menor de la duquesa de Alba, se ha pronunciado abiertamente sobre las tensiones familiares que viven en estos tiempos por las diferencias provocadas por las críticas de su hermano Cayetano a la gestión de su hermano Carlos, el actual duque. Lo ha hecho en la revista Vanity Fair, que le dedica la portada. En sus declaraciones la aristócrata asegura: "Con Cayetano no tengo relación, pero nunca dejaré de quererlo. Es mi hermano. No sé si alguna vez me reconciliaré con él porque a mí hay ciertas cosas que me hacen mucho daño En esta época de mi vida ya no me gustan las montañas rusas: un día fenomenal y al día siguiente fatal. Nadie tiene derecho a quitarme la felicidad. Llega un momento que uno pone el freno, dice: 'Hasta aquí".
Eugenia Martínez de Irujo además alaba el trabajo de su hermano Carlos como gestor del patrimonio de los Alba. "Cuestionar la gestión de mi hermano Carlos es lo mismo que hablar de política. Cuando estás fuera es muy fácil criticar pero cuando estás dentro las cosas cambian". Y añade: "Creo que lo está haciendo muy bien y eso que su trabajo no es nada fácil. La vida evoluciona, los tiempos evolucionan y estamos ya en el siglo XXI".
Sobre la apertura al público del palacio de Liria también se pronuncia: "Al principio me chocó porque mi madre tenía otra mentalidad. Vivió en otro tiempo. Pero la realidad que a ella le tocó no tiene nada que ver con la de unos años para acá. Además, la gente, por lo que me dicen en las redes sociales, lo ha agradecido muchísimo. Y, oye, tampoco hay nada horroroso". Para a continución confirmar que esta medida molesta a Cayetano. Además, y por su había alguna duda, recuerda: "A Carlos lo han educado también para esto y lo tiene clarísimo. Y me parece que [su hijo] Fernando [Fitz-James Stuart, actual duque de Huéscar] le sucederá muy bien. Él y [su esposa] Sofía [Palazuelo] me parecen fantásticos. Desde pequeños, todos, absolutamente todos, hemos tenido clarísimo lo que había. Todo iba para el mayor, en el sentido del patrimonio artístico. Es la única manera de mantenerlo".
La brecha abierta entre los Alba ha quedado patente en los ingresos hospitalarios, algunos de ellos graves, de Cayetano. Solo Fernando ha acudido al hospital a visitarlo.
Eugenia, duquesa de Montoro, no es una aristócrata al uso. "De hecho, no utilizo nunca mi título. Me da como vergüenza y pudor. Es una tontería mía, un tema psicológico. No tengo nada que ver con nada así. Me veo rimbombante si lo digo". Tampoco fue al uso su boda. Se casó en Las Vegas (EE UU) con Narcis Rebollo, presidente de la compañía discográfica Universal, vestidos de Elvis Presley y Marilyn Monroe. Fue para ambos su segundo matrimonio. "Ni siquiera me lo pidió. Lo medio hablamos y lo organizamos sobre la marcha. Compré los anillos más horteras que encontré y alquilé los disfraces. Cuando acabaron los premios Grammy, nos fuimos al hotel y a las 23.30 de la noche llegaba la limusina. Narcís ni se había probado el disfraz, pero cuando llegamos a la ceremonia, a medianoche, estaba muy en su papel. Yo lo miraba y no podía reprimir las carcajadas. No me he reído más en mi vida". Asegura ser "feliz" y destaca de él que su sentido del humor y que nunca ve en algo un problema.
La aristócrata también habla del rey Felipe VI. "Cuando éramos pequeños, nos veíamos más. Creo que es complicado ser rey, y él tampoco lo tiene muy fácil que se diga. Lo considero muy válido, un hombre preparadísimo. Me encanta. Creo que es el mejor embajador que podemos tener. Letizia también cumple perfectamente con su papel de reina. Es dificilísimo estar en el punto de mira 24 horas al día. Eso no lo aguanta nadie".
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