Koolhaas y el edificio-marco

Es difícil que OMA —Office for Metropolitan Architecture—, el estudio del holandés Rem Koolhaas, no aproveche cada proyecto para tratar de crear una nueva tipología urbana. Las últimas ideadas son unionistas, pacíficas y cívicas. Tratan de zurcir desconexiones urbanas, ponen remedio a malas planificaciones y exhiben el paso del tiempo sin oponerse a nada: acompañando lo existente.

Toda esa conexión urbanística, por encima de cualquier enunciado arquitectónico, se da en el recién inaugurado Western Australian Museum que el despacho de Koolhaas OMA acaba de firmar junto al australiano Hassell. Ubicado en la zona que agrupa las infraestructuras culturales en el centro de Perth, el edificio une cuatro inmuebles de ladrillo, centenarios y protegidos: el Old Gaol, de mediados del XIX; la galería original —el centro donde hasta ahora se ubicaban y mostraban las colecciones geológicas y etnográficas de fósiles, joyas, cerámicas y herramientas prehistóricas—, levantada en 1908; Hackett Hall, la sala de lectura de la biblioteca del Estado, que data de 1913, y el edificio Jubilee, construido en 1899. Los nuevos 19.000 metros cuadrados ahora añadidos y terminados bajo la batuta de David Gianotten­, managing partner de OMA, y Hassell conviven con dos bucles de circulación y con la llamada city-room —una habitación de la ciudad—, que es, en realidad, un espacio público, abierto y central donde el museo también desplegará sus actividades con conciertos, encuentros y actuaciones.