El perdón presidencial
El derecho internacional humanitario marcó las líneas de acción de los conflictos armados, humanizándolos. Los soldados, máxime cuando son profesionales y de élite, están sometidos y conocen los estándares humanitarios a los que deben sujetarse durante el diseño de la estrategia de lucha, el combate mismo y el trato a los prisioneros. El vídeo y las declaraciones de sus subordinados no dejan lugar a dudas del asesinato a sangre fría de un prisionero por el jefe de un comando de operaciones especiales estadounidense en Irak. El perdón de Trump no puede basarse en la ley del más fuerte. Debe estar sujeto a básicas normas éticas y a la revisión de una comisión compuesta por personas de alta talla moral. La falta de un control ético mínimo del perdón presidencial coloca el caprichoso criterio personal por encima de las leyes más básicas, desembocando en la temible posibilidad de un auto de perdón.
Luis Peraza Parga. Texas (Estados Unidos)
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