La meiga dominicana que predice el premio de la Lotería de Navidad, abrumada por la “responsabilidad”
El número 86098 visionado por Elsa Altagracia, se ha agotado y ella asegura que la llaman de toda España
“¡Madre mía, esta es una responsabilidad enorme!”. Elsa Altagracia Alzequiez se ha “encomendado a Dios” para no defraudar a las decenas de españoles que han confiado en una de sus visiones y han comprado décimos del 86098 de la Lotería de Navidad hasta agotarlo. Desde que hizo público que este número resultaría premiado, ya no está disponible en la web de Loterías y Apuestas del Estado ni en un gran número de administraciones de España en donde se vendía. Sus clientes, algunos de los cuales aseguran haber sido agraciados con otros premios de la Lotería tras hacer caso de sus visiones, no tienen la mínima duda de que acertará.
Alzequiez, nacida hace 53 años en República Dominicana, lleva 18 asentada en Xinzo de Limia (Ourense), en donde ha criado a sus dos hijos. En 2017 acertó el segundo premio de la Lotería de Navidad —que, según ella, había comprado— y en febrero de este año, el de la Lotería Nacional del jueves día 21. Y no han sido los únicos. Los números, dice, se los chivan los espíritus.
“Es algo que no sé explicar, le ocurría a mi bisabuela: de pronto entro en trance y los espíritus me dicen cosas”, comenta. Aunque el trance no es imprescindible para comunicar con ellos. Asegura que le dictan lo que debe hacer en el día a día. Si debe cruzar de calle o evitar ir por algún lugar concreto. Cosas de ese tipo.
La confianza en ella es grande entre un gran número de personas. En Xinzo hay, de hecho, una agrupación que se ha abonado al 86098. Van a seguir apostando por este número en los sucesivos sorteos del año. “Va a tener premio sí o sí; de no ser ahora, será más adelante, no tengo ninguna duda”, comenta un cliente de la pitonisa que apostó hace un par de años por otro de los números que ella le recomendó y tras comprarlo durante meses, acabó consiguiendo el premio.
“¡Madre mía, qué responsabilidad!”, repite Alzequiez. “Es que hasta ahora yo estaba camuflada y nadie me conocía”, expresa la preocupación por una notoriedad que ha llevado a numerosas personas de distintos puntos de España a comprar el número que apareció en su trance. “Incluso me han llamado de Canadá”, afirma.
Esta vez, los espíritus le dijeron que bajase a la calle. Obedeció y cuando llegó al portal "estaba ese número ante mí dibujado en la acera con un hilo de color negro”, explica. No tuvo dudas.
El éxito derivado de la difusión de su visión la dejó a ella sin un solo décimo de ese número. “Cuando quise ir a comprarlo, ya estaba agotado en toda España pero se enteró un lotero de Xinzo y me regaló una participación que había encargado fuera de Galicia”, se consuela.
Mientras se encomienda a Dios “para no fallar a tanta gente”, la pitonisa-meiga (“ya soy tan gallega como dominicana”, apunta) suelta una nueva visión: una especie de pedrea para quienes no han llegado a tiempo para hacerse con el que cree que será el gordo. “Los números acabados en 39 tendrán también premio”, asegura. En esta ocasión, la señal, dice, se la ha dado una mariposa.
Con la preocupación por la difusión que están teniendo sus visiones, Elsa Altagracia apostilla que ella no engaña a nadie. “No he cobrado nada por decir esto. No estafo a nadie: si lo hiciese, lo mío se me iría”; dice en alusión a sus premoniciones.
Mientras espera al día 22 para comprobar que el 86098 que bailaba en el hilo negro de su acera ha llevado la alegría a numerosos españoles “porque está muy repartido, se ha vendido en loterías de muchas provincias de toda España”, la vidente apunta al fenómeno atmosférico que se ha desatado estos días.
“¿A usted no le resulta increíble que este ciclón lleve mi nombre?”, inquiere en alusión a la borrasca Elsa que esta semana ha puesto en alerta a 44 provincias españolas y que en la de Ourense se ha cebado especialmente en la comarca de A Limia, en donde ella despacha.
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