La ranita hervida
La historia de la rana hervida nos enseña que si introduces a una ranita en un cazo con agua hirviendo saltará de inmediato. Sin embargo, si una vez dentro del cazo aumentamos la temperatura gradualmente, cuando la temperatura sea insoportable la somnolienta y agotada ranita no tendrá fuerzas para saltar.
Nadie aguanta un insulto o una agresión de alguien que acaba de conocer, nadie renuncia a todos sus derechos un día cualquiera, nadie pierde su propia identidad en un segundo. Porque en esos casos saltar sería casi un acto reflejo. Se trata de comportamientos aceptados por la sociedad que desembocan en un auténtico hervidero que a veces se cierra con tapa. Un total de 52 tapaderas en 2019. Son cosas de pareja; hasta que hace metástasis, y entonces quema. El feminismo debe ser el termómetro de todas nosotras, para que todo deje de arder.
Pilar Cortázar Gutiérrez. Málaga
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