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La historia del sastre que vistió a los Beatles en la portada de ‘Abbey road’

La sastrería era una profesión de personas discretas. Hasta que llegó Tommy Nutter, el tipo que 'glamurizó' un oficio hasta protagonizar una de las fotos más famosas del rock, que cumple 50 años

Tommy Nutter, en su tienda de Londres en 1969.
Tommy Nutter, en su tienda de Londres en 1969.Foto: Getty
Carlos Primo

En las veteranas sastrerías a medida de Savile Row (Londres) había a mediados del siglo XX oficios de lo más diverso. Por ejemplo, bordadores de ojales, muy valorados porque subían el precio de los trajes hasta límites prohibitivos. O aprendices cuya misión era que a ningún empleado le faltase té. También había encargados de leerse los obituarios del periódico para saber de qué patrones podían desprenderse; a cliente muerto, más espacio en las estanterías. Así que me imagino que a más de uno de estos archiveros le dio un parraque cuando, en los años cincuenta, las portadas de los diarios empezaron a mostrar imágenes de hombres ataviados con trajes parecidos a los que ellos confeccionaban, pero con la cara molida a palos y las muñecas pulcramente esposadas.

Un día Nutter llegó a su taller y se encontró con John Lennon y Yoko Ono brujuleando en ropa interior entre los percheros

Los teddy boys, aquella subcultura prometeica que precedió a los mods, dieron tantos dolores de cabeza a los sastres londinenses como su propio ayuntamiento, que en 1962 decidió demoler el edificio donde Henry Poole había inventado el esmoquin para construir algo mucho más propio de los nuevos tiempos: un aparcamiento de varias plantas. Sin embargo, es más fácil mudarse de calle que de público. Varias sastrerías se reubicaron por los alrededores, pero nadie sabía qué hacer con el pomposo estilo neoeduardiano –trajes de tres piezas, corbatas complicadas, cuellos postizos, sombreros raros y relojes con leontina– que hasta entonces había hecho las delicias de sus clientes más sibaritas, pero que ahora el público asociaba con los macarras de los barrios periféricos.

Más que un quebradero de cabeza, aquella fue una crisis de identidad que los sastres atajaron con una severidad propia de un inspector de hacienda alemán. El estilo neoeduardiano quedó proscrito, las florituras se marchitaron y los prohombres de Savile Row decidieron limitarse a hacer uniformes militares y trajes de oficina grises y azules. Mejor pecar de soso que de delincuente, debieron pensar.

La portada de 'Abbey Road', con John, Ringo y Paul vistiendo los trajes de Nutter. George prefirió vaqueros.
La portada de 'Abbey Road', con John, Ringo y Paul vistiendo los trajes de Nutter. George prefirió vaqueros.

Y en esas estaban cuando Tommy Nutter llegó allí en 1969 y lo puso todo patas arriba. Nutter, un sastre con espíritu de diseñador de moda, tenía todo lo que sus vecinos de calle no tenían: amigos modernos, talento para el marketing y, sobre todo, nuevas ideas. “En Savile Row ha montado una discoteca en una tumba”, escribió una periodista tras visitar su local. Pero el todopoderoso árbitro de la moda Hardy Amies no tardó en poner las cosas en su sitio: Nutter era un relaciones públicas de primer nivel, sí, pero también el sastre más innovador de su generación.

Su historia está estupendamente contada en la biografía que publicó Lance Richardson el año pasado, y donde relata, por ejemplo, que un día Nutter llegó a su taller y se encontró con John Lennon y Yoko Ono brujuleando en ropa interior entre los percheros. Lo llamativo de Nutter, sin embargo, es que millones de personas han colgado un póster con su ropa sin saber que era suya.

La portada de Abbey Road de The Beatles, que acaba de cumplir 50 años, es el mejor resumen del legado de Tommy Nutter precisamente porque no hubo estilismo en esa foto de Ian McMillan: John, Paul y Ringo se pusieron sus trajes a medida porque les apeteció, porque era lo que llevaban. Al final, la mejor moda no es la más audaz, sino la que mejor refleja un momento determinado. Este debió ser digno de ver.

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Sobre la firma

Carlos Primo
Redactor de ICON y ICON Design, donde coordina la redacción de moda, belleza y diseño. Escribe sobre cultura y estilo en EL PAÍS. Es Licenciado y Doctor en Periodismo por la UCM

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