_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

¿Quién manda en el debate electoral?

En otras democracias, estos programas son un ejercicio pugilístico. En España, de escapismo

Víctor Lapuente
Los presentadores del debate, Ana Blanco y Vicente Vallés.
Los presentadores del debate, Ana Blanco y Vicente Vallés.ULY MARTÍN

La calidad de la discusión política en un país depende de quién manda en los debates electorales. Las sociedades tienen conversaciones ricas en argumentos cuando los enfrentamientos televisivos entre los políticos son controlados por los moderadores. Los periodistas no solo tienen la libertad, sino también la obligación de preguntar y repreguntar cuestiones específicas a los candidatos. Es decir, exactamente lo opuesto a este debate, donde no solo no se facilita a Ana Blanco y Vicente Vallés que interroguen libremente, sino que incluso se les prohíbe, previamente y por escrito, hacer preguntas personalizadas.

Más información
Siga aquí el debate electoral a cinco
Cita a cinco en televisión

Porque quienes dictan las condiciones de los debates en España no son los presentadores, sino los asesores de comunicación de los partidos. Solo así se entiende el bochornoso documento por el cual los representantes de los cinco partidos maniataron la tarea de los moderadores e impusieron que el debate se organizara en bloques. O, lo que es lo mismo, que la discusión se desorganizara. Porque, dentro de cada uno de los cinco bloques temáticos (cohesión de España, política económica, política social e igualdad, calidad democrática y política internacional), los candidatos pueden evadirse de cualquier asunto espinoso.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

En, por ejemplo, el norte de Europa, los políticos se ven obligados a confesar, tras un duro tira y afloja con el moderador, si están a favor o en contra de subir el impuesto X o recortar la subvención Y. Pero nuestros candidatos siempre tienen una vía de escape. Si a los políticos de derechas les incomoda hablar de recortes en los subsidios de desempleo dicen que “la mejor política social” es estimular el empleo. Y si a los de izquierdas les inoportuna discutir las ineficiencias de algunas Administraciones en comparación con la solvencia de algunos proveedores privados, hablan del “valor de lo público”. Con esas vaguedades, se quedan tan anchos.

En otras democracias, el debate es un ejercicio pugilístico. Aquí, de escapismo. Discriminamos así a los candidatos más cualificados, los que conocen mejor los pros y contras de una política. Y premiamos a los magos ilusionistas que distraen a la audiencia sacando conejos de la chistera, frases hechas que no tienen nada que ver con el tema de discusión, pero que embelesan a la audiencia. Para tener mejores políticos, necesitamos periodistas con más poder. @VictorLapuente

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_