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REVISTA DE REVISTAS / ‘TRUTH OUT’
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

‘Ecocidio’ y genocidio en Bolivia

Las llanuras bolivianas llevan ardiendo más de un mes y más de cuatro millones de hectáreas de bosques de gran biodiversidad han sido reducidos a cenizas, una extensión mayor que Suiza. Los fuegos se extienden descontrolados y a esta tragedia se la denomina ecocidiocada vez con más frecuencia. La zona afectada es Chiquitania, en Santa Cruz, y el fuego está cruzando la frontera de Paraguay. Aquí viven los ayoreo, indígenas que voluntariamente están aislados y nadie sabe si han sobrevivido.

No son incendios forestales, son incendios criminales prendidos para convertir bosques en pastos. La deforestación y la quema controlada se intensificaron por la política del Gobierno de incentivar las exportaciones cárnicas. El presidente, Evo Morales, ha apostado por el sector agroalimentario para acelerar el crecimiento económico al precio de una destrucción de vida sin precedentes. Si el Gobierno no detiene el incendio, será culpable de un genocidio además del ecocidio.

Evo Morales debe declarar urgentemente el estado de desastre para recibir ayuda internacional y cambiar la legislación para proteger los bosques y la vida. (…) El presidente, que busca un controvertido cuarto mandato, despachó las manifestaciones ecologistas como “pequeños grupos que molestan electoralmente”. (…) Pero la gente se queja de que los bomberos no tienen buenos equipos y de que la visita de Morales fue solo un espectáculo mediático. (…)

Los presidentes Jair Bolsonaro, de Brasil, y Evo Morales, de Bolivia, deberían hacer frente a cargos por ecocidio, e inevitablemente también por genocidio. La afirmación del Gobierno de que “no hay suficientes muertos” es una horrenda deshumanización de las vidas de los indígenas. (…) Los ayoreo viven en simbiosis con su ecosistema y no tienen otro sitio al que ir. Desde su punto de vista, no hay diferencia entre ecocidio y genocidio porque todos los seres guardan relación entre sí, sean humanos, animales, ríos o plantas. ¿Es moralmente aceptable distinguir entre exterminar un grupo humano o un ecosistema? (…) Debemos estar preocupados porque nuestro gran hogar se quema.

Publicado el 26 de septiembre. Manuela Picq es investigadora experta en pueblos indígenas.

Lea el artículo completo en inglés aquí.

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